SPUTNIK
Rockera imaginación
Ť Juan Pablo Duch
Moscu, 24 de agosto. Tras dos semanas de ausencia de esta capital, la obligada revisión de periódicos acumulados confirma que no pa-só aquí nada del otro mundo. Por lo mismo, se impone hacer una segunda lectura, poco ortodoxa, de la prensa local. El resultado es éste:
Aunque no son sádicos, muchos jóvenes rusos disfrutan de verdad el Accidente, sobre todo cuando las víctimas entran en estado de Coma y luego, unos y otros, suelen rematar el reventón en un buen Crematorio. Los menos exigentes se conforman con tener siempre un Pie entumido.
En cambio, Chiz y company, al entrar la Noche, se echan su botella de 40 grados, y terminan en la Clínica de neurosis.
Los Viejos amigos, a veces coinciden con la Dulce N, cuando no con la Mafia en el Lugar de encuentro, al tiempo que el Generador produce una gran Llama, menos llamativa (es intencional la expresión) si hay Luna.
Yo y mi amigo el camión se trajeron el otro día un Juguete de Egipto que le regalaron a los Hijos, justo cuando en Toda España el cielo está despejado y se escucharon, más fuerte que nunca, los Gemidos de Vidopliasov.
A veces, Marte ataca o hacen de las suyas Agata Christie o el Doctor Watson y siempre existe el peligro de ser mordido por los Perros de Kachalov, sobre todo si hay Poco lugar, que es no obstante la Variante óptima frente a la Estrella polar.
En un Tet-a-tet con Caperucita se puede recibir 140 golpes por minuto y hay que tener cuidado con las Serpientes ruidosas o las Cucarachas, sobre todo si no se tie-ne a la mano DDT. Ante la exigencia de poner ¡Manos arriba!, para El Rey y el bufón, entre muchos otros, Dame una pistola, a falta de Revólver, es casi la Ultima oportunidad antes de caer en las Sensaciones paranoicas o de entrar en el Túnel, a pie o en Taxi.
Los Invitados del futuro son expertos en Defensa civil y las Brillantes, con su Discreto encanto, tienen como Modo de vida los Cuentos para adultos. En tanto, los Tipos de peces nadan en el Acuario y se cuidan de los Cocodrilos, muy agresivos cuando se escapan del Zoológico y está la Primavera en la calle.
Los Delincuentes consumados, de acuerdo con su Código moral, se dan de cabezazos en la Pared, cada vez que el Ministerio del amor los manda al Mausoleo o los obliga a comer Pan negro. Al Hijo descarriado le gana la Risa, cuando el Abuelo de Stas lo regaña por juntarse con los Intocables, pues --dice-- le causa únicamente Alucinaciones con sentido.
Al terminar el Liceo, lo mejor que se puede hacer es sobrevolar el Océano de Elsa en un Aeroplano, en compañía de una Mata Hari, y acabar el paseo en la Cafetería, aunque sólo se pida un Té para dos.
Los agentes de la Misión anticiclón, que no han podido esclarecer el Enigma del alpinista ni se reponen de la Cruda, recibieron una Advertencia seria por tomar sin permiso Dos aviones para perseguir a los Niños de plástico, lo que molestó mucho al Primer ministro, que esta vez no se limitó a un Amable rechazo.
Se rompió un Tabú: fueron vistos El Presidente y la amazona, con su amiga Alisa, gritando ¡Yo quiero!, lo que para algunos demuestra que, como buen Camaleón y en pleno uso y abuso del Poder, aspira a ser todo un Dictador del amor.
Los Presumidos, con su Llavecita de oro, acaban de regresar de la Séptima ciudad y de la Isla, donde por supuesto dejaron una buena lana en las tiendas Tax Free, mientras el Loco de Max relató, en su Lengua materna, el Espejismo de creer que había encontrado la Cuna del gato.
El Doctor Aleksandrov, preocupado por el Síndrome, cree que las Crónicas secretas de los hermanos Karamázov, pueden poner a cualquiera en la Puerta del cielo. Es menos grave que el Virus, seguramente traído de Terra incognita, por los Hijos de Picasso, que produce la sensación de estar en el Jardín de los deseos, a punto de iniciar una Orgía de los inocentes.
En todo caso, cuando se llega al Límite y no funciona ¡Aléjate de mí!, hay que procurar no ser alcanzado por las Flechas negras de Cupido. Se corre el riesgo de que suceda lo que le pasó al Muchacho descalzo, que perdió todo su dinero en una Subasta al adquirir un cuadro de Dalí y ya no pudo comprar ni un Boleto para el ballet ni tampoco ir al Cine.
Los Mitos difundidos por la Máquina del tiempo no son reconocidos por la Academia. Por eso, no creen que sea verdad el Secreto que les contó el Abuelo de hule sobre Masha y los osos.
Desde luego, los rusos no se han vuelto locos. De locura es la oferta musical en Rusia, y no sólo clásica. Se concluye esto con tan sólo consultar la sección de cartelera de cualquier periódico local, pues to-das las palabras en cursiva de esta entrega son nombres de grupos de rock rusos. Lo demás es rockera imaginación.