Ť Incursión de represalia del ejército de Tel Aviv en la ciudad cisjordana de Hebrón
Detener "acciones terroristas", pide Bush a Arafat
Ť El jefe de la Casa Blanca llamó al primer ministro israelí Ariel Sharon a la moderación
AFP, REUTERS, AP Y DPA
Crawford, 24 de agosto. El presidente estadunidense, George W. Bush, criticó hoy al mandatario palestino, Yasser Arafat, y le pidió esforzarse "al cien por ciento" para detener las "acciones terroristas" si quiere que se reanuden las negociaciones con Israel.
En declaraciones en Crawford, Texas, donde pasa sus vacaciones, Bush también llamó al primer ministro israelí, Ariel Sharon, a mostrarse "moderado", sin referirse a la incursión armada que realizó el ejército israelí esta madrugada en la ciudad cisjordana de Hebrón, bajo control palestino.
Doce palestinos resultaron heridos en tiroteos posteriores a la acción militar, y de acuerdo con fuentes palestinas, cuatro soldados también resultaron lesionados, pero la especie no fue confirmada.
Los militares israelíes penetraron durante tres horas la colina Abu Seineh y destruyeron dos casas que supuestamente eran utilizadas por francotiradores para atacar una colonia judía. La incursión fue en represalia por un ataque de palestinos armados que dejó a dos colonos adolescentes heridos.
El ministro de Defensa, Benjamin Ben Eliezer, declaró que la incursión es un signo de que Israel "no está dispuesto, a partir de ahora, a dar muestras de moderación, pero continúa diciendo día y noche a los palestinos: regresen a la mesa de negociaciones".
El consejero de Sharon, Dore Gold, ad-virtió que "esta operación es un claro mensaje a los palestinos, que significa que estamos decididos a vencer en la guerra de desgaste que nos ha sido impuesta".
El director general del Ministerio de De-fensa, Amos Yaron, señaló que su país continuaría la guerra contra los ataques palestinos, aunque precisó que estos sólo serían en contra de "líderes y operadores del terrorismo", tras una reunión en Washington con el subsecretario de Estado estadunidense, Ri-chard Armitage.
El presidente Bush, en tanto, dijo que "si Arafat se interesa por un diálogo, lo exhorto firmemente a garantizar que los terroristas palestinos detengan sus ataques suicidas, incursiones y amenazas" si quiere reanudar las negociaciones con Israel".
Subrayó que Tel Aviv "indicó claramente que no habrá negociaciones bajo la amenaza del terrorismo. Es tan simple como eso", aunque también señaló que Sharon "debe mostrarse moderado" en sus reacciones a los ataques palestinos".
En Israel circularon versiones contradictorias sobre una eventual reunión entre Arafat y el canciller israelí Shimon Peres.
Según algunos medios de Israel, la reunión se realizará en breve, pero la televisión pública israelí dijo que Peres quiere aplazar el encuentro ya que considera que las posibilidades de llegar a un acuerdo son débiles debido al clima de violencia.
Arafat, a su vez, acusó a los israelíes de mantener bloqueado el proceso de paz, al comenzar una visita oficial a China, que dio su apoyo total a los palestinos en la Or-ganización de Naciones Unidas (ONU).
El representante palestino ante el organismo internacional, Nasser al Kidwa, anunció que la Autoridad Nacional Palestina desistió de su intención de lograr la aprobación de una resolución del Consejo de Seguridad sobre la crisis en Levante, que incluía la demanda del envío de observadores internacionales a las zonas palestinas.
En lugar de una resolución, los palestinos esperan recibir apoyo en la primera Conferencia Mundial contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y formas de intolerancia, que la ONU realizará desde el viernes en la ciudad sudafricana de Durban.
Hasta el momento Estados Unidos no ha confirmado su participación en esa conferencia, ante la posibilidad de que se transforme en un panel de crítica por su papel en el conflicto en Medio Oriente.
El líder de Fatah en Cisjordana, Marwan Barghouthi, advirtió que los ataques contra Israel no terminarán "hasta el final de la ocupación de los territorios palestinos", en tanto que unos 50 mil palestinos participaron en una manifestación en Nablus para recordar a seis activistas de Hamas asesinados por Israel el pasado 31 de julio.