VIERNES Ť 24 Ť AGOSTO Ť 2001

PENULTIMATUM

VAYA SI LE resultaron defensores al bosque de Chapultepec, especialmente a la zona que rodea el Museo Tamayo. Erigido allí por capricho del reconocido pintor oaxaqueño, el descuido de la parte arbolada ha ido de mal en peor. Agréguese el hecho de convertir algunos espacios en estacionamiento, basurero y sanitario al aire libre, todo a la sombra que ofrece la falta de alumbrado y vigilancia.

AHORA QUE SE plantea un proyecto para rehabilitar la zona y darle vida, aparecen voces que nunca se atrevieron a denunciar el estado lamentable en que se encuentra, aunque por sus cargos debieron hacerlo. Hasta acusan de negligentes a las autoridades capitalinas, las cuales respaldan el proyecto de rehabilitación (que incluye una pista para correr), pues de ninguna forma afectará las funciones del recinto. Por el contrario, redundará en su beneficio. Así ocurre con otros museos, muchísimo más importantes en obra y dimensión, rodeados de pistas para atletas y amantes del deporte, para patines o bicicletas. Nueva York, París, Madrid y Londres son algunos ejemplos al respecto.

LA IMPRESION QUE queda luego de leer las defensas del entorno verde del Tamayo es que son otros los intereses en juego; que salieron a relucir rivalidades por áreas de competencia y por defender cotos de poder. Brotaron hasta los celos profesionales y las diferencias de tipo personal.

LOS PORMENORES DEL enfrentamiento que sostienen los hijos por quedarse con el dinero que logró amasar en vida Paco Stanley pueden servir de argumento para una telenovela de Tv Azteca, según declaró a esta columna el escritor chiapaneco Desiderio Olmos. Nuevamente los tres vástagos mostraron sus diferencias al acudir al juzgado séptimo de lo familiar en busca de un acuerdo para repartirse los bienes que dejó el animador. No lo lograron y ahora resulta que la herencia, calculada en 19 millones de pesos (sin contar los depósitos en el extranjero de que hablan las autoridades), se esfumó misteriosamente.

NI TAN MISTERIOSAMENTE, pues uno de los hijos, Paul -con su madre, Mónica- acusa a su medio hermano Francisco y a la mamá de éste de hacer perdidiza la herencia y negarle lo que por ley le corresponde. Con tal fin, denuncia Paul, su medio hermano inventa adeudos millonarios de las sociedades que creó el también cantante y poeta, cuyo suicidio siguen sin aclarar las autoridades.

AL SUGERIR LLEVAR a la pantalla chica el pleito entre las familias Stanley-Pedroza y Stanley-Durruty, don Desiderio no propone refritear la exitosa Cuna de lobos (Televisa no tiene rival en ese campo, agrega) sino mostrar el triste destino de algunas ''herencias malditas".

LA DECLARACION DE LA SEMANA: ''No sé por qué no estoy participando en el nuevo cine. Pero sí quiero decirles a quienes realizan ese cine que el séptimo arte, cuando fue grande, tuvo una combinación en su parte creativa de actores experimentados y jóvenes. Esa fue la fórmula que le dio nombre y calidad al cine nacional. Ahora debería ser así, pero a los actores de experiencia no nos toman en cuenta": Jaime Fernández, actor y ex dirigente de su gremio.