Ť La escultura fue devuelta a su sitio original en el ex templo de San Agustín, Zacatecas
El Supercristo, retirado dos días para dictar un curso sobre estrés y fobias
Ť Un sacerdote pidió suprimir la obra de Michelle Connor de la exposición Cruzando fronteras
Ť Se demandó a las autoridades culturales del estado cubrir los genitales expuestos en 3 piezas
ALFREDO VALADEZ RODRIGUEZ CORRESPONSAL
Zacatecas, Zac., 23 de agosto. El Supercristo, escultura de la estadunidense Michelle Connor, fue retirado del lugar donde se exhibía en el ex templo de San Agustín, a solicitud del presbítero Luis Jorge González Ocd, quien impartió allí un curso sobre excelencia personal denominado Estrés, fobias y adicciones los días 20 y 21 de agosto, acto para el cual también se demandó de las autoridades culturales de Zacatecas que cubrieran los genitales ''expuestos" de tres pinturas de la colección Cruzando fronteras, del alemán Lothar Muller.
Obras ''incómodas''
Mónica Romo Rangel, encargada de la exposición, aseguró que en el Instituto Zacatecano de la Cultura (instancia que tiene a su cargo el ex templo de San Agustín), existe plena tolerancia y apertura para mostrar todo tipo de obras y representaciones al pueblo zacatecano, sin embargo admitió que se accedió a la demanda del clérigo para evitar que la obra montada pudiera ser dañada.
''Las conferencias las impartió un sacerdote, entonces por guardar también un poco las formas, estas personas pidieron que retiráramos el Supercristo."
El instituto, dijo, ''no tuvo ningún pero en decirles está bien, no hay problema, todo con el debido respeto a las formas, al protocolo de las exposiciones".
Por ello, informó, se retiró el Supercristo de su posición, varios capelos e instalaciones, y se ocultaron los desnudos de tres obras -El regente de Virgo y Mi bandera, enseña nacional, de Gustavo Prado, y Retrato de Lohtar, de Margarett Dawit-, con bocinas y un biombo.
Así, las personas que acudieron al curso de excelencia personal impartido por el sacerdote -cuyo costo fue de 80 pesos por asistente- no tuvieron que ver las ''incómodas'' obras.
Este jueves la obra removida, las pinturas semiocultas y el Supercristo volvieron a su sitio original, pero a pesar de la vigilancia Mónica Romo descubrió que una las piezas que permanecieron en su lugar, un globo terráqueo de 70 centímetros, fue parcialmente mutilado: uno de los asistentes al curso de excelencia personal hurtó un billete de un dólar que estaba enrollado en el interior de una jeringa, que punza a la esfera. ''Afortunadamente sólo fue eso", comentó con molestia Mónica Romo.
Segunda afectación
Esta es la segunda ocasión que una obra de la colección Cruzando fronteras, de Lothar Muller y Kunsthaus Santa Fe, es dañada mientras se exhibe, informó a La Jornada desde San Miguel de Allende (Guanajuato) el artista Oscar Aguirre, quien participa en la muestra.
Aguirre explicó que el pasado abril, cuando parte de la colección se expuso en la Casa de Cultura de Monterrey (Nuevo León), un cuadro fue destruido por un joven, quien fue detenido en el acto y obligado a pagarlo.
Antes, en enero, otra parte de ese acervo fue montada en el Centro para las Artes de Laredo (Texas) y después, en febrero, se exhibió en la Casa de Cultura de Nuevo Laredo (Tamaulipas).
En Durango una parte de la misma colección se mostró en el Museo de Arte Contemporáneo, el pasado junio. En Zacatecas se decidió traer la colección completa de Cruzando fronteras, por primera ocasión, al igual que el Supercristo, que en ninguno de los sitios anteriores había sido exhibido al público.
Nada más en la Universidad de Guanajuato se conocía la existencia del Supercristo, señaló Oscar Aguirre, pero no ocasionó la polémica que ahora ha desatado. ''Lo que ocurre en Zacatecas me parece preocupante; es una muestra de la intolerancia que no debiera existir en nuestro país, en una nación que se presume democrática."
El repliegue del clero
A propósito de este suceso y las posturas del clero en Zacatecas, este jueves el vicario general del obispado del estado, Filiberto Romo Medina, declinó hablar con La Jornada acerca del Supercristo montado en el ex templo de San Agustín: ''Luego, luego; ahorita no tengo tiempo..."
-Entonces, díganos quién del obispado puede atendernos.
-Todos los padres están de vacaciones, ahorita no tenemos personal-. Y salió de prisa de su oficina (instalada a un costado del ex templo de San Agustín), sonrojado, luego de conocer el tema que se le plantearía. El obispo de Zacatecas, Fernando Chávez Ruvalcaba, se informó, también está de vacaciones.
Las autoridades culturales han decidido redoblar la vigilancia en el ex templo de San Agustín para evitar daños a las obras en exhibición. Por lo pronto, la intolerancia social también ha quedado consignada en el libro de visitas del recinto en el que varias personas (firmando con garabatos, como turistas supuestamente procedentes de Guadalajara) han plasmado su molestia por la exposición:
''Cómo es posible que hagan estas cochinadas", ''Quisiera saber si le pidieron permiso al obispado para hacer esto."
El ex templo de San Agustín es un edificio público, bajo custodia del Instituto Zacatecano de Cultura, no obstante que a un costado se encuentra el inmueble del obispado de Zacatecas.
A pesar de esas actitudes de intolerancia, más de 35 artistas de Alemania, Japón, Estados Unidos, Francia, España, Sudáfrica y México, que participan en Cruzando fronteras, mantendrán su exposición en esta ciudad, la cual culminará en septiembre.