VIERNES Ť 24 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Fue inaugurado el Encuentro Nacional de Legisladores

Exige AN al gobierno de Fox que se asuma como panista

Ť Asegura que no se reeditará la relación del PRI con el Ejecutivo

GEORGINA SALDIERNA Y CIRO PEREZ SILVA ENVIADOS

Puerto Vallarta, Jal., 23 de agosto. La directiva panista dejó aquí en claro el papel de Acción Nacional después del 2 de julio, al señalar que ''el PAN es el partido en el gobierno y los primeros que deben entenderlo son los funcionarios y los legisladores'' del blanquiazul.

En la sesión inaugural del primer Encuentro Nacional de Legisladores, demandó al gobierno que se asuma también como panista, pues a los ojos de los mexicanos la actual administración es de tintes albiazules, y serán sus acciones, buenas o malas, las que determinen en el futuro si un ciudadano vuelve a votar por Acción Nacional o no.

Frente a tal panorama, el coordinador de los diputados federales, Felipe Calderón, anunció que se estrechará el vínculo que existe entre el partido y el gobierno, pero sin reeditar la relación del PRI con el Ejecutivo. Se buscará una vinculación democrática en donde ambos asuman el compromiso de desarrollar el programa de gobierno que los ciudadanos votaron mayoritariamente, explicó.

Calderón resaltó que el reto de gobernar es compartido. No sólo es un reto de Vicente Fox, ni sólo del PAN; es un reto compartido, porque gobernar sería tarea imposible si no se realiza en concordancia, en comunicación y con el apoyo del partido.

El tema llevó al legislador a tocar la relación que debe existir entre el gobierno y el PAN, cuya redefinición se ha vuelto fundamental ante el cambio de régimen, explicó. Recordó que para algunos analistas y comentaristas, el vínculo entre las dos partes debe darse en el marco de las relaciones que comúnmente existen entre el Poder Ejecutivo y los partidos en general. A esta concepción obedece la afirmación de que el trato entre Acción Nacional y el gobierno debe ser respetuoso y político, donde la administración pública cumple con informar de sus acciones y planes a todos los partidos por igual, el PAN incluido, y los partidos a su vez, entre ellos el nuestro, cumplen simplemente con escucharlo. Fuera de ello, existe la total autonomía para hacer y deshacer en cuestiones públicas de unos y otros, agregó.

Siguiendo esta lógica, el gobierno debiera ser no sólo plural, sino incluso ''incoloro'', tan comprometido absolutamente con todos, que no asume ni reconoce compromisos con ninguno. La relación, si así fuese, se resuelve respetando dos ámbitos de autonomías absolutas y a veces irreconciliables: el PAN respetaría al Ejecutivo, a fin de que éste hiciese y decidiese cuanto le plazca.

Por su parte, el Ejecutivo respetaría la autonomía del PAN, sin que éste tenga compromiso alguno y sin que sea admisible que pueda haber el más elemental signo de apoyo político. Bajo esta idea, continuó Calderón, ni el Presidente tiene por qué atender los planteamientos de Acción Nacional, ni el PAN tiene queptovallarta_pan apoyar las aciones o decisiones del mandatario más que cualquier otro partido.

Por supuesto, dijo, esta es una concepción errónea que sólo puede llevar al fracaso y a la destrucción del proyecto medular de cualquier partido que se expresa al llegar a gobernar. Agregó que la cuestión medular es definir si es válido hablar de un ''gobierno panista'' o bien si se reconoce que el PAN es un partido en el gobierno o no lo es. Al dejar en claro su posición, manifestó que el PAN es un partido en el gobierno. A los ojos de los electores hay un gobierno panista; en la convicción de nuestros principios, Acción Nacional es un partido en el gobierno y como tal tiene que responder en esta hora crítica del gobierno y del país, insistió.

Resaltó así que hay una identidad pública entre el gobierno y el PAN, independientemente de la identidad formal y programática. ''En la medida que se le niegue a Acción Nacional el carácter de partido en el gobierno, se corre el riesgo de equivocarnos y de que en el PAN se tienda a reproducir de manera inevitable los criterios, las acciones y los discursos que nos perfilaron como partido opositor durante 60 años''. Para evitar que ello se repita, manifestó que se estrechará el vínculo que existe entre el partido y el gobierno. Por supuesto, dijo que no se trata de reeditar la relación del PRI y el Ejecutivo, pues ello llevaría al sometimiento del partido a los caprichos del Presidente y se reinstauraría un partido de Estado, un régimen de facción, un gobierno que obedece dictados parciales.

Por su parte, Diego Fernández de Cevallos, coordinador de los senadores del PAN, manifestó que el gran desafío de los panistas ''aquí y ahora, a lo ancho y a lo largo de México, se puede resumir en una palabra: radicalización'', entendida no como cerrazón, dogmatismo, soberbia o intolerancia, sino como ir a las raíces de Acción Nacional. El legislador secundó la posición de Calderón, al señalar que los panistas deben asumirse como partido en el gobierno y no como partido del gobierno. Aunado a ello, deben concebirse como la fuerza que incluye y jamás como una fuerza incluida. Para ello, Fernández de Cevallos pidió no pensar que esto depende de lo que diga el presidente Vicente Fox.

El último orador fue el dirigente nacional del PAN, Luis Felipe Bravo Mena, quien señaló que el reto de su partido es hacer un buen gobierno. Ello implica la unidad del PAN y la coordinación acertada de las acciones en los ámbitos de los congresos federal y locales, en el aparato administrativo y en el partidario.

Al señalar que su partido siempre hará propuestas que deriven en el desarrollo humano, informó que durante el encuentro de legisladores se exhortará al presidente Fox y al Congreso para que de inmediato se sumen a la convención internacional para prohibir la clonación de seres humanos, como ya lo hicieron el presidente de Francia, Jacques Chirac, y el canciller alemán Gerhard Schroeder.