JUEVES Ť 23 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Marcha de maestros y estudiantes evidencia la gravedad de la crisis

Oxígeno para Argentina, el anuncio sobre el préstamo adicional de 8 mil mdd por el FMI

Ť Se otorga a cambio de acelerar el libre comercio en el Mercosur y fortalecer exportaciones

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 22 de agosto. El anuncio, esta madrugada, de la aprobación de un préstamo adicional del Fondo Monetario Internacional (FMI) a Argentina por 8 mil millones de dólares actuó como una máscara de oxígeno para el gobierno de Fernando de la Rúa, tras la agonía de los últimos días ante el lento y difícil avance de las negociaciones, que tardaron varias semanas.

Pero una multitudinaria marcha de educadores y estudiantes frente a la Casa de Gobierno fue al mismo tiempo muestra de que las alegrías gubernamentales no son vividas de la misma manera por una población aterrada por la grave crisis.

El préstamo de 5 mil millones para respaldo de las reservas y de 3 mil para apoyar otro canje de la deuda se sumará a los 13 mil 200 millones del blindaje negociado en diciembre pasado, lo que da un paquete de poco más de 21 mil millones de dólares para tratar de conjurar la crisis financiera.

Horst Köhler, director gerente del FMI, hizo el anuncio a última hora de ayer, el mismo día en que el riesgo país había superado los mil 600 puntos y las principales acciones de la bolsa caían 3.5 por ciento, al tiempo que los operadores financieros se desprendían de los bonos de la deuda argentina.

Fue una jornada de tensiones, por la incertidumbre provocada por unas negociaciones iniciadas y conducidas por el viceministro de Economía, Daniel Marx, que parecían no tener fin. Pero también por versiones que actuaban como leña echada al fuego, ya que se hablaba de la exigencia fondomonetarista de privatizar el Banco de la Nación, la mutual de jubilados Pami, u otras de las pocas instituciones aún en manos del Estado.

Si esto no se concretó, el anuncio del préstamo llegó en cambio de la mano de otras propuestas, como apresurar el libre comercio entre el Mercosur y Estados Unidos y fortalecer las exportaciones de Argentina para que el país pueda pagar la deuda externa.

Aunque el presidente de la Rúa dijo que este acuerdo da "seguridad al país", para muchos economistas no oficiales este es apenas un respiro. "Desde enero pasado fueron sacados del país 14 mil millones de dólares y este mes la recaudación bajó en un diez por ciento y no hay posibilidades que aumente con la quita en los salarios (decidida por el gobierno), que ya no sería de un 13 por ciento sino mucho más alta", advirtió Eric Calcagno.

Además, el "déficit cero" acordado por el gobierno con el FMI ya está asfixiando a las mayorías y empobreciendo aceleradamente a una población que de 36 millones de habitantes registra ahora más de 15 millones de pobres.

Quedan dudas también sobre qué tipo de negociaciones realiza la delegación argentina con el Departamento del Tesoro estadunidense. "ƑQué es una solución viable para Estados Unidos? Aquella que le garantice a la Argentina pagar sus compromisos, recaudar lo suficiente para mantener el equilibrio presupuestario y mantener un escenario atractivo para las inversiones extranjeras. Todo ello no se logra enterrando el bisturí en el gasto público (provincias, educación,) y la previsión social. También requiere garantías 'reales', que los negociadores estadunidenses corporizaron en la idea de capturar la recaudación impositiva y aduanera para priorizar el pago de los vencimientos financieros", dice hoy en su columna del diario Página 12 el analista Raúl Dellatorre, al advertir sobre la posibilidad de privatización de la Aduana y el cobro de impuestos, entre las propuestas que estarían cocinando los hombres del Tesoro estadunidense.

Con el acuerdo anunciado esta madrugada, Argentina se compromete con el FMI a cumplir estrictamente con el déficit cero, lo que de hecho es para algunos una utopía, ya que deberá gastar este mes sólo lo que se recauda, pero la recaudación sigue descendiendo al tiempo que aumenta la recesión.

El economista Calcagno recuerda que "todos los ajustes previos apostaron a relanzar la economía a través de dar confianza a 'los mercados': el paso siguiente sería el renovado acceso al crédito externo, la reducción del 'riesgo país' que se transmitiría a las tasas de interés internas. Luego vendría la expansión de la demanda de crédito para consumir e invertir, y la Argentina podría crecer con vigor y enfrentar sus compromisos hacia los acreedores externos e internos al mismo tiempo. Eso es lo que se anunció luego del blindaje, luego del megacanje, y después del déficit cero".

Sin embargo, "resulta difícil pensar que el consumo, con este último ajuste; las exportaciones, con este tipo de cambio, o el financiamiento internacional, con este nivel de riesgo país, puedan ser, algunos o todos, las locomotoras de un despegue que integre la sociedad argentina".