jueves Ť 23 Ť agosto Ť 2001

Miguel León-Portilla

Nuestro pesar, nuestra aflicción

Las palabras con que doy título a estas líneas provienen de un difrasismo, forma metafórica de expresión en lengua náhuatl: tonetoliniliz, tocococa. En multitud de ocasiones tuvieron que valerse de tal expresión no pocos pueblos indígenas de México a lo largo del periodo colonial para dar salida a sus quejas y demandas dirigidas a las autoridades españolas, alcaldes, procuradores, jueces y aun al virrey o al monarca.

La UNAM ha publicado un volumen, editado por Karen Dakin, con un conjunto de muchas cartas en náhuatl de este género y, por mi parte, he presentado también otros textos en la misma lengua en que aparece esta expresión. En uno, los principales de México Tenochtitlan, dirigiéndose en 1556 al príncipe regente, el futuro Felipe II, le demandaron no se les privara de su gobierno tradicional -su autonomía- y se respetaran sus tierras y sus costumbres.

Hoy, de nueva cuenta, parecidas demandas se siguen escuchando en México. Y, aunque parezca increíble, lo que en el periodo colonial alcanzaron los pueblos indígenas -el respeto a sus formas internas de gobierno, el uso de sus lenguas y la preservación de al menos parte de sus territorios ancestrales-, reconocidos dichos pueblos en las Leyes de Indias como entidades de derecho público, hoy se les niega.

ƑContinuarán los descendientes de esas gentes, primeros pobladores de México, dirigiéndose a los gobernantes en turno expresando que van a declarar su pesar, su aflicción? ƑO los tiempos han cambiado y ahora querrán tal vez servirse de otro difrasismo? Expresión metafórica es en esto in tetl, in cuahuitl, "la piedra, el palo", que implica rechazo violento.

La experiencia de Chiapas, prolongada por casi siete años, Ƒno es durísima lección? ƑSe quiere provocar a los indios con burlas como el maquillado texto de las reformas constitucionales que se describen como "ley indígena"? Los pueblos originarios han hecho oír su voz y nada menos que en el recinto camaral, pero allí mismo, muy poco después, se han desoído sus demandas.

Hay en la actualidad buen número de intelectuales indios. Mencionaré los nombres de unos cuantos: Jacinto Arias, antropólogo tzotzil; Irineo Rojas, físico purhépecha graduado en Alemania; Víctor de la Cruz, zapoteco, abogado e historiador; Adelfo Regino, abogado mixe; Alfredo Ramírez, etnólogo nahua; Librado Silva, Francisco Morales, Natalio Hernández, los tres maestros y escritores nahuas; Juan Gregorio Regino, poeta mazateco; Briceida Cuevas Com, poeta maya yucateca; Miguel May May y Jorge Cocom Pech, escritores y maestros también mayas. Todos éstos y otros muchos apoyan las demandas de autonomía, reconocimiento de territorio, representación en las Cámaras, salvaguarda de sus lenguas. Ellos deben ser consultados.

ƑQué se busca cerrándose a las justas demandas? Al tiempo del pesar y la aflicción puede seguir el del palo y la piedra. No encendamos un fuego que no podamos apagar. Adhiriéndome a las muchas voces que se hacen oír, me dirijo a los legisladores: es necesario revisar con urgencia lo que se ha legislado en materia indígena. Los pueblos indígenas, también otro gran número de mexicanos y además no pocos en el ancho mundo, lo estamos reclamando. Ť