Ť Estos absorben partículas y las excretan en sólido
Descubren capacidad de microbios para solidificar oro disuelto en agua
AP
Amhfrst, Massachusetts, 21 de agosto. Unos microrganismos simples llamados extremófilos, que se desarrollan en medios extremos, son capaces de transformar oro disuelto en metal sólido.
El profesor de la Universidad de Massachusetts Derek Lovley descubrió el poder especial de esos microbios cuando experimentaba con la utilización de unos similares para limpiar desechos tóxicos. Ahora utiliza los extremófilos para explicar cómo podrían haberse formado algunos depósitos auríferos.
Los extremófilos, llamados así porque viven
en condiciones extremas como aguas termales y chimeneas volcánicas,
inhalan oro disuelto en el agua y lo transforman en oro sólido.
"Utilizan metales disueltos como hierro, uranio y oro
de la misma forma en que nosotros usamos el oxígeno", dijo Lovley.
Los resultados del investigador Lovley fueron publicados el mes pasado en la revista científica Applied and Environmental Microbiology.
La conversión que tiene lugar en el extremófilo es un proceso simple: un metal disuelto en agua es absorbido por medio de una enzima que cubre al microbio, y luego es excretado en forma sólida. Las partículas sólidas son diminutas, pero pueden ser vistas si muchas de ellas se agrupan.
Lovley dice que el proceso no es suficiente para usarlo con fines comerciales en joyería, ya que serían necesarios un millón de estos microbios para generar un gramo de polvo de oro.
Sin embargo, las empresas propietarias de minas de oro podrían utilizar la tecnología para acumular restos del metal que de otra forma se perdería en el agua subterránea, según Lovley.
El oro excretado por los extremófilos es el que encontraron los mineros cuando buscaban oro en el sudeste de Estados Unidos a principios del siglo XIX, dijo Frank Chapelle, e investigador hidrológico del Instituto Geológico Estadunidense, en Columbia Carolina del Sur.
"Esperaban encontrar pepitas de oro", indicó. "En lugar de ello, encontraron cantidades diminutas de oro en sedimentos que en un principio estaban en el fondo de los océanos, hace millones de años."
Hasta que Lovley comenzó a experimentar con los extremófilos, no había una buena explicación de la existencia de sedimentos de oro en algunas partes del país, dijo Chapelle.
La idea de estudiar cómo los extremófilos procesan el oro emanó de un experimento sobre el uso de los microbios llamados geobacterias para limpiar lugares contaminados con desechos tóxicos.
En una planta del Departamento de Energía en Gunnsion, Colorado, el investigador estimuló el cultivo de geobacterias para que pudiera extraer uranio disuelto en el agua subterránea. Una vez que los microbios solidifican el metal disuelto, las partículas endurecidas pueden ser extraídas, dijo el profesor Derek Lovley.