MARTES Ť 21 Ť AGOSTO Ť 2001
JAZZ
Arinda Caballero
Ť Antonio Malacara
A PESAR DE haber nacido hace 33 años en el Distrito Federal, la carrera artística de Arinda Caballero se inicia y se nutre durante muchos años en la ciudad de Tijuana, el lugar donde Rodolfo Rudy Caballero (su padre) decidió residir. Desde 1983, Arinda evidencia disponibilidad y talento para el canto y las artes plásticas; se involucra con varios grupos de la frontera norte interpretando por igual temas de jazz, blues y canto nuevo, alternando estos quehaceres sonoros con su pasión por la plástica, con obras que ha logrado exponer desde Japón y África hasta Europa y Estados Unidos.
UNA DE LAS EXPERIENCIAS interdisciplinarias más interesantes llega al ganar una beca del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMC) para impartir cursos de artes plásticas (con desechos inorgánicos) y canto entre dos grupos étnicos de Nayarit y Jalisco (coras y huicholes). Es entonces que conoce a un trío de música popular mexicana y huichola, El Venado Azul, de la comunidad de Santa Catarina de Nueva Colonia y Las Latas; con él se presenta en el Festival de Fin de Año de Nueva Colonia para emprender, poco después, una enorme gira por todos los pueblos que se les atravesaban entre los estados de Zacatecas, Durango y Jalisco.
La mística y la música popular mexicana
ARINDA OBTUVO SU iniciación en las profundidades de la mística y la música popular mexicana, al lado de El Venado Azul, tocando en festivales culturales, teatros, restaurantes, bares, parques, atrios de iglesia, fiestas privadas y hasta en los camiones. Sin duda, gran parte de la carga emocional que manifiesta en su canto actualmente se nutrió de aquellos tiempos de andar puebleando.
EN EL '96 decide finalmente concentrar sus esfuerzos alrededor de la música y llega a radicar a la ciudad de México, donde se da a la tarea de buscar a los compositores de la canción mexicana contemporánea. Armando su repertorio en los terrenos del jazz y el canto nuevo, logra exitosas temporadas en El Arcano ( tristemente desaparecido) y en Los Intimos, alternando con gente como Iraida Noriega, Patricia Carrión, Magos Herrera y Elizabeth Meza. En El Arcano actúa bajo la dirección, los arreglos y el piano de Irving Flores, con quien tiempo después plantaría un disco, escribiría una relación y tendría una hija.
EL PRIMER DISCO de Arinda Caballero se titula Océano, acaba de aparecer en el mercado bajo el heroico sello Metztli, y en éste es acompañada por piano de Irving Flores y el grupo Songo-losos (además de una intervención del grupo vocal Cuicanitl, dirigido por Iraida Noriega). En el contenido se logra fusionar blues, jazz, música étnica, música popular mexicana y música brasileña, todo alrededor de la obra de compositores como Rafael Mendoza, Guillermo Briseño, Mauricio Díaz, Enrique Ortiz y el propio Irving Flores, quien es el arreglista, director y artífice central de todo el proyecto.
Pasión y belleza
DESDE EL PRINCIPIO, la voz de Arinda derrama pasión y belleza, aparece suelta, sin complicaciones, con eventuales sonidos nasales que le inyectan una especial energía a sus interpretaciones. Aunque lo mejor del disco está en su segunda mitad, donde encontramos piezas de enorme factura como Bossa blues de bienvenida (dedicado a la hija de Irving y Arinda), Sobre la mesa, Hijo de la tierra y Mujeres en ritual. Pero además está Océano, que no sólo le da título al álbum, sino que además cuenta con el flugelhorn de Chilo Morán, uno de los músicos más importantes en la historia de nuestro jazz, piedra fundamental de todo este movimiento, y que hiciera esta grabación apenas dos meses antes de morir.