n
o v e l a
Como
de la familia
Alejandro
Aura
|
Gerardo
Unzueta,
La
grande y el diablo,
Galileo
Ediciones,
México,
2001. |
No sé cómo decir de primera
intención qué fue lo que de golpe me atrajo del manuscrito
que conocí el año pasado de Gerardo Unzueta, ni estoy seguro
de que decirlo sirva para algo; aunque creo que al hablar de un libro que
los demás no han tenido todavía oportunidad de leer, conviene
el acercamiento intuitivo, el impacto general, esa primera impresión
del que habla de él, en este caso yo, y que me hace desconfiar de
mis elaboraciones posteriores.
Quizás lo que me atrajo de primera
intención fue esa resistencia a reconocerse a sí mismo, en
boca de su autor, como obra literaria; quizás una insistencia en
evadir el género, que me llamaba mucho la atención, cada
vez que hablábamos del manuscrito; porque la estructura original
que pretendía darle Gerardo era la de colección de cuentos
hilados por un íntimo vínculo de sangre que evidentemente
acabó en rebeldía e impuso su estructura de narración
novelada, de novela, en la que los personajes viven, crecen, se reproducen,
sueñan, desean, dudan, aman, acumulan verbos y más acciones
y, al fin, mueren pasando estafetas afectivas, morales, éticas,
políticas, laborales, y caudales de memorias a otros personajes
que acumularán su propio tesoro de acciones a lo largo del libro;
y como son contados con esa sencillez mañosa que parece hablar sólo
de hechos verdaderos sin agregarles un punto ni una coma, si uno no se
pone listo lo único que ocurre es que se cree el cuento de que todo
lo contado es cierto. Como si lo cierto en la literatura tuviera valores
reales; que lo digan Homero el poeta y Herodoto el historiador compitiendo
por contarnos las consecuencias del rapto de Helena por Paris Alejandro,
entre la verdad y la creación literaria.
Quizás esa forma de la ensoñación
tan compartida por mí, tan compartida por todos, de verse en otros
viviendo otras vidas en otros tiempos; esas vidas que pasan rozando la
historia, que se codean con los señalados, con los que perduran
en el recuerdo convertidos en monumentos o en calles y por aquí,
por la imaginación del escritor, por la página que uno no
quiere dejar de leer aunque suene el teléfono, aunque se haya hecho
tarde y mañana haya que levantarse temprano otro ratito, al cabo
ya voy a acabar el capítulo, van con su ropa real, con la migaja
atorada en la barba, con su poquito de residuos del día entre las
uñas, con su ira, su calentura, su desasosiego, con las agujetas
desatadas y los humores del cuerpo húmedos y tibios y los olores
del mundo plenos.
Puede ser que Gerardo realmente se haya
atenido a lo que él cree que es el retrato de personas reales, como
las conoció o como se lo contaron (y aquí asoma la cola el
diablo de la creación: como él ha ido componiendo en su magín
los datos más o menos exactos, nunca comprobables, de las memorias
familiares, eso que se cuentan a falta de otros temas más mundanos
los parientes cuando les toca visitarse), pero eso no le quita sino le
agrega creatividad y relieves al libro. El uso, incluso, de nombres que
tienen que ver con el suyo propio, parecería ser un certificado
de autenticidad de hechos no literarios sino reales. Pero ¿por qué
si es así resulta atractiva y enganchadora la lectura de la obra
para quienes no somos sus familiares ni tenemos negocios con su parentela?
¿Porque uno conoció a esos personajes y le importa saber
pormenores de sus vidas? ¿Porque a uno le quedaron a deber y anda
buscando a sus herederos para cobrarles? ¿Porque uno anda buscando
el secreto para sacarse la lotería? Evidentemente no. Lo importante,
y es lo que ocurre en La grande y el diablo, no es que sean ciertos
sino que son verosímiles, son cálidos, palpitan, y están
montados en situaciones, paisajes, momentos de la vida común que
todos conocemos porque han pasado a ser materia de lo que se cuenta en
libros y fogones y que podemos aceptar como ciertos. Momentos de la historia
que se vuelven más creíbles cuanto más domésticos
se presentan; cuanto más insiste el autor en insinuar con pincel
grueso que se trata de la historia de sus antepasados desde el marco de
la intervención napoleónica hasta las rudas batallas por
la nacionalización del petróleo y el inicio de las transformaciones
democráticas del país, después del golpe del 68,
y en donde su propia aparición triunfal en persona corona el título
del libro, más visible se hace otra voluntad paralela: la de construir
un acontecimiento literario, aunque provenga de donde provienen casi todos
los acontecimientos literarios, de la vida propia y de la de quienes le
son a uno cercanos.
Pero hay algo de subterfugio en todo esto
y claro está que no lo digo para mal, no como engaño sino
como estratagema, porque el escritor Unzueta coge lo que le pareció
más a la mano y lo que a nosotros nos haría pensar eso mismo
de primera intención, para pintarnos un excelente escenario de época
con sus personajes muy definidos, muy bien ubicados en su entorno, con
sus hábitos, sus vestuarios, sus transportes, sus muebles, sus modos
de hablar y, semejante al paisajista que cobra la presa por los ojos y
quiere hacernos creer que nosotros somos quienes vemos el paisaje, cuando
lo que estamos viendo es la habilidad, la sensibilidad, el dominio del
artista para crear, de la nada, o más bien, de esa nada compuesta
de memorias, imágenes vistas, capacidad de invención y palabras,
colores, líneas, sonidos y silencios con que se construye una y
otra vez, si hay talento para hacerlo, un mundo posible, una historia verosímil
Teatro. El grupo Artes
Escénicas presenta el montaje coreográfico Ritual
a los dioses (Él es Dios), el 25 y 26 de agosto, a las 13:00
horas, en el Teatro Raúl Flores Canelo del cenart ubicado en Río
Churubusco y Calzada de Tlalpan, col. Country Club, Metro General Anaya.
El Centro Cultural Helénico presenta:
Luces
del Barroco, con el actor y cantante Iván Martínez y
el arpista Ángel Padilla. La obra está basada en textos de
Francisco de Quevedo, Garcilaso de la Vega, Juan Ruiz de Alarcón,
Lope de Vega y Sor Juana Inés de la Cruz. Dirección de Margarita
Isabel. La cita es los días 23, 24, 25 y 26 de agosto a las 20:00
horas en La Capilla.
Farsa infantil de la cabeza del dragón,
original de Ramón del Valle-Inclán, obra para niños
con Hugo Peña y Patricia Meraz, entre otros, el 25 de agosto y a
partir de entonces todos los sábados y domingos a las 13: 00 horas
en El Teatro.
La enfermedad de la juventud, dirigida
por Armando Ramírez, se estrenará el 26 de agosto, a las
20:00 horas en La Gruta.
El Instituto nacional Indigenista presenta
el libro Käräxle nab Furia del mar de Isaías Hernández
Isidro, edición bilingüe yok´ot´an español,
el 23 de agosto a las 18:00 horas, en el auditorio Alfonso Caso del ini,
ubicado en Av. Revolución núm. 1279, pb, col. Tlacopac, Álvaro
Obregón, cp 01010, México DF. Mayores informes al 5651 3199
extensiones 304, 305 y 320. Entrada libre.
Evolución y análisis del
hecho fotográfico, propuesta de los Talleres 2001 del Centro
de la Imagen. Los talleres están divididos en los siguientes bloques:
Desarrollo de proyectos: un programa integral; básicos, laboratorio
y técnicas alternativas; visión personal, fotoperiodismo
y fotografía documental, historia y análisis de la fotografía
y otros medios: animación, video y multimedia. Hasta el 3 de noviembre.
Mayores informes a los teléfonos 5709 5774 y 5709 6095, en la sede
ubicada en Plaza de la Ciudadela núm. 2, Centro Histórico
y en el correo electrónico: [email protected]
XIII Certamen Nacional Alfonso Reyes
2001. Convocan el Consejo para la Cultura de Nuevo León y el
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, con la colaboración
del Ayuntamiento de Monterrey y la Universidad Autónoma de Nuevo
León. Podrán participar escritores mexicanos residentes en
México o en el extranjero, con un ensayo o libro de ensayos inéditos,
escritos en español, sobre literatura mexicana o hispanoamericana
contemporánea. No podrán participar quienes colaboren directamente
en la organización del concurso, ni los ganadores de ediciones anteriores.
El premio único e indivisible es de ochenta mil pesos. La fecha
límite de recepción de textos es el 21 de septiembre del
año en curso. Los trabajos deberán tener un mínimo
de cincuenta (50) y un máximo de doscientas (200) cuartillas. Deberá
presentarse original y tres copias, escritas a máquina a doble espacio,
en hojas tamaño carta y por una sola cara. Los concursantes deberán
firmar sus trabajos con seudónimo y proporcionar su identificación
en un sobre adjunto cerrado con su nombre, dirección y teléfono.
Los ensayos deberán ser dirigidos al XIII Certamen de Ensayo Alfonso
Reyes, Consejo para la Cultura de Nuevo León, José Benítez,
núm. 604, col. Obispado, cp 64060, Monterrey Nuevo León,
teléfono 01 (8) 348 43 82 y fax 01 (8) 348 43 92. El jurado calificador
estará integrado por intelectuales de reconocida trayectoria y sus
nombres se darán a conocer oportunamente. El fallo se publicará
la segunda semana de diciembre. Un notario abrirá únicamente
el sobre que contenga la identificación del ganador y destruirá
los sobres restantes. No se devolverán originales ni copias de los
trabajos presentados. Las instituciones organizadoras notificarán
de inmediato el fallo al triunfador y a los medios de comunicación.
Asimismo, informarán la fecha en que se efectuará la ceremonia
de entrega del premio y se reservan el derecho de publicación del
trabajo que resulte ganador. |
a
n t o l o g í a
El
buscador de paradojas
Leo
Mendoza
|
Mario
Vargas Llosa,
El
lenguaje de la pasión,
Aguilar,
México,
2001.
|
Sin lugar a dudas una de las figuras públicas
más controvertidas de la literatura hispanoamericana es Mario Vargas
Llosa, quien, por si fuera poco, es uno de los mejores narradores de nuestro
presente. La novelada muerte del dictador dominicano Leónidas Trujillo
que se encuentra en La fiesta del chivo es uno de los mejores
ejemplos de esta obra madura, estructurada, de aparente sencillez aunque
enormemente compleja en cuanto sus implicaciones y complicidades con el
lector.
Vargas Llosa ha cultivado también
el periodismo y la política terreno donde se ganó enemistades
y animadversiones y en el que fue derrotado como candidato a la presidencia
de Perú por Fujimori quien, como paradoja de la vida pública
latinoamericana, terminó siendo el villano del cuento y se ha mantenido
fiel a una postura crítica, pragmática en ocasiones, de defensa
de la democracia como el mejor de los sistemas posibles, de la cultura
occidental, de la razón y del liberalismo económico, lo cual
tampoco ha sido muy bien visto.
Sin embargo, como articulista Vargas Llosa
es un hombre de ideas profundas y convicciones arraigadas que nunca cede
ante los desatinos exaltados y que, por encima de todo, prefiere ser razonable.
No hay que olvidar que en una de sus declaraciones más lúcidas,
Vargas Llosa nos recordó que en México vivíamos una
dictadura perfecta.
El
lenguaje de la pasión reúne un puñado de artículos
escritos por el autor de La casa verde para el diario El País
y el texto que da título al libro es precisamente el que el narrador
dedicó a Octavio Paz a los pocos días de su muerte: un texto
sobrio, marcado por la admiración hacia el pensador pero también
por una mirada analítica capaz de descubrir que la cercanía
del poeta con los gobiernos del pri en sus últimos tiempos empañaron
su certera crítica política, como también el afán
de novedad pudo conspirar contra la permanencia de su poesía. Por
esa sinceridad y esa capacidad para distanciarse de quien escribe o para
acercarse, el ensayo de Vargas Llosa se encuentra muy por encima de otras
elegías escritas por las mismas fechas.
Muchos de los artículos que se reúnen
en El lenguaje de la pasión que es para Vargas Llosa el
único lenguaje con el que se puede hablar de Octavio Paz encaran
la gran problemática de Occidente frente a las otras culturas de
impedir o respetar en nombre de un mundo multicultural aquellos usos y
costumbres que ofenden y lesionan como la circuncisión femenina
en muchos países africanos y aun en Inglaterra los derechos humanos.
Por supuesto que en este caso Vargas Llosa está por la defensa de
la soberanía individual que para muchos, seguramente, no cuenta.
Y, como constante buscador de paradojas, el escritor nos recuerda que muchos
de los argumentos de quienes hoy defienden estas prácticas nacieron
de los estudios multiculturales puestos en boga por las universidades estadunidenses,
es decir por los mismos colonialistas occidentales a quienes hoy se rechaza.
Pero más allá de estas discusiones
donde Vargas Llosa hace de abogado del diablo lo mismo para la realidad
política venezolana que para el aborto, las sectas, el caso Elián
o la situación en el Medio Oriente, se encuentran aquellos textos
escritos desde el oficio mismo: las reflexiones que provocan en el escritor
el encuentro con pintores como Vermeer o Monet nos asombran por esa enorme
capacidad narrativa que se despierta simplemente de la visión de
un cuadro o de la visita a una exposición; o por ejemplo, caminar
en una ciudad como Alejandría conduce al autor a recorrer la vida
de Cavafis.
En uno de los artículos de El
lenguaje de la pasión, Vargas Llosa comenta un ensayo de Henri
Raczymow acerca de la muerte del gran escritor es decir, sobre la pérdida
del papel y el peso que el escritor tenían antes de la llegada de
esta sociedad mediática y su respuesta, en vez de rasgarse las
vestiduras y lamentarse, es la de aceptar el reto que esta nueva realidad
impone. Y quizá sea esta actitud razonable la que dialoga con los
lectores a lo largo de todo el libro
FICHERO
LOS LIBROS
QUE LLEGAN A NUESTRA REDACCION
agricultura
Procesos metropolitanos y agricultura
urbana, Pablo Alberto Torres
Lima (compilador), Universidad Autónoma Metropolitana/Organización
de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, México,
2000, 253 pp.
anuario
Anuario de la Fundación
Octavio Paz 2001, Memoria del Coloquio Internacional Por
El
laberinto de la soledad a 50 años de su publicación,
Textos
de Roger Bartra, Carlos Monsiváis, Saúl Yurkievich, entre
otros, Fundación Octavio Paz/Fondo de Cultura Económica,
México, 245 pp.
cine
Cine y anarquismo. La utopía
anarquista en imágenes.
Richard
Porton, traducción de Mirena Fayard, Col. Cine y política,
Editorial Gedisa, España, 283 pp.
Permanencia voluntaria. El cine
y su espectador, Lauro Zavala,
Biblioteca Permanencia voluntaria, Universidad Veracruzana, México,
2000, 104 pp.
derecho
La justicia: ¿discurso
o mercado? Los nuevos enfoques de la teoría contractualista,
Lucian Kern y Hans Peter Müller, compiladores, Serie Filosofía
del derecho, Gedisa Editorial, Barcelona, España, 2000, 294 pp.
ensayo
Jim Morrison. Un guía en
el laberinto, Efrén
Minero, edición del autor, México, 2001, 81 pp.
historia
Breve historia de Yucatán,
Sergio Quezada, Serie Breves historias de los estados de la República
Mexicana, Colegio de México/Fondo de Cultura Económica/Fideicomiso
de las Américas, México, 2001, 288 pp.
Historia de la televisión
en España, Manuel Palacio,
Col. Estudios de televisión, 10, Gedisa Editorial, Barcelona, España,
198 pp.
Mercedes reales y posesiones.
Cacicazgo
de Tecomaxtlahuaca 1598-1748,
Josué Mario Villavicencio Rojas, Benemérita Universidad Autónoma
de Puebla/Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades/Dirección
General de Fomento Editorial/Consejo Nacional para la Cultura y las Artes,
México, 2000, 438 pp.
narrativa
Entre hombres,
Germán Maggiori, Alfaguara/La Resistencia/El Foco, México,
2001.
Plaza Cuicuilco y otros cuentos
de variada intención,
Carlos Véjar Pérez-Rubio, Col. Ataranzas, Instituto Veracruzano
de Cultura, México, 2001, 123 pp.
poesía
Dos siglos de poesía mexicana.
Del XIX al fin del milenio: una antología, selección
y prólogo de Juan Domingo Argüelles, Océano, México,
579 pp.
Las conversaciones cantadas,
Argelio Gazca, Col. El pirul, varia literaria, Miguel Ángel Porrúa,
México, 2000, 70 pp.
revistas
Crónicas y Leyendas,
tomo II, 3ra. época, textos sobre La Güera Rodríguez,
Atentado en la Catedral, Sobresaltos en Palacio Virreinal, entre otros,
Colectivo Memoria y Vida Cotidiana, A.C., México, 2001.
Discurso y Sociedad,
núm. 1, marzo 2001, volumen 3, textos de Joan A. Argenter, Susanne
Kjaerbeck, Adriana Bolívar, entre otros, Gedisa Editorial, México,
141 pp.
Estudios Cinematográficos,
núm. 20, febrero-julio 2001, año 7, textos de Reyes Bercini,
Peter Broderick, Stephanie Argy, entre otros, Difusión Cultural
unam, México, 80 pp.
La Tempestad,
edición especial de fotografía y reflexión, fotos
de Ulises Castellanos, Karla Cetina, Karina Rodríguez, entre otros,
Editorial Imágenes y Movimiento, México, 2001, 72 pp.
Metapolítica, núm.
19, volumen 5 julio-septiembre 2001, textos de Rafael Farfán Hernández,
José Luis Berlanga, Javier Campos Daroca, entre otros, Centro de
Estudios de Política Comparada, a.c., México, 185 pp.
Novedades Educativas. Ideas y
recursos, núm. 123,
marzo 2001, año 13, textos de Lila Estela Lahitte, Jarmila Havlik,
Elba B. Lizzi, Ruth Harf, entre otros, Centro de Publicaciones Educativas
y Material Didáctico, Buenos Aires, Argentina, 88 pp.
Tierra Adentro,
núm. 110, junio-julio de 2001, textos de Guillermo Sheridan, Sylvia
Navarrete, Rafael Antúnez, entre otros, Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes, México, 80 pp.
Tinta Seca, núm.
49, junio-julio 2001, textos de Floriano Martins, Lorenzo Allapán
Cayuleo, Manuel Mejía Vallejo, entre otros, Publicación independiente
del Estado de Morelos, México, 32 pp.
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