DOMINGO Ť 19 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Otra vez, como en Sydney, se precipitó al salir, asegura su entrenador

Guevara se equivocó en Edmonton: Barrera

Ť Desde la primera vez que la vio correr supo que tenía talento excepcional, dice

ROSALIA A. VILLLANUEVA

Para descubrir el talento de un deportista de excelencia se necesita tener "buenos ojos y olfato'' para saber la madera de la que provienen el resto es cuestión trabajo, disciplina, mentalidad y entrega, coinciden Raúl Barreda y Miguel Angel Sánchez, entrenadores de los medallistas mundiales Ana Guevara y Edgar Hernández.

Barreda, hombre cercano a los 60 años, cinco de ellos trabajando con la sonorense, indicó que cuando vio correr por vez primera a Guevara no dudó en ningún momento que sabía que tenía enfrente un "talento nato excepcional'', que le hizo recordar a otras grandes promesas que había dejado en La Habana, su ciudad natal.

"Fueron emociones encontradas y me dije que no debía dejar escapar esa oportunidad. Ella va a ser algo grande; cuando me pidió que la entrenara le respondí que no le iba a exigir medallas, pero sí en cambio marcas, porque ese es mi trabajo, que mejoren sus tiempos personales."

En cuanto al análisis que le hizo a la velocista en su reciente participación mundial en Edmonton, el entrenador admitió que nuevamente su alumna equivocó la estrategia como en Sydney: "salir rápido y precipitarse en los primeros 300 metros y no aguantó el cierre''.

Sin embargo, se dio por satisfecho de que Ana mejorara su marca a nivel del mar (49.97) en la vuelta al óvalo.

Desde esa óptica, el profesor Sánchez opinó que el hecho de que Edgar (3:46.12) bajara 10 minutos su marca personal en la prueba de 50 kilómetros de marcha significa la progresión que alcanzó en los últimos tres meses, aunada a la preparación que tuvo a más de 2 mil 800 metros en el Centro Ceremonial Otomí.

Descubridor de generaciones de andarines, dos de los cuales (Ernesto Canto y Daniel García) arribaron al podio mundial, Miguel Angel no descarta que en la próxima competencia (París 2003), tanto Edgar como Guadalupe Sánchez, Victoria Palacios y Mara Ibáñez logren calificar a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y tener una medalla olímpica en su currículum.

-¿Existe algún secreto?

-Aquí no hay nada de eso. Sólo buen olfato para la madera que traen por dentro y encaminarlos. Esto es como una universidad, hay que estudiarlos y conducirlos por el camino correcto, porque pienso que el atleta no se hace solo, hay que pulirlo y poco a poco soltarlo.