DOMINGO Ť 19 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť En la isla, hasta la muerte se celebra con música

El verano en La Habana invita más al reventón que a las preocupaciones

JUAN JOSE OLIVARES ENVIADO

La Habana, 18 de agosto. Cine, exposiciones, rap, son, salsa, cervezas, helados de fresa y chocolate, ron y en algunos casos hasta mariguana son parte de los elementos que no deben faltar a cualquier habanero reventado que diga serlo. Y es que en estos días de verano, de sudor, de ligue, la gente se conecta más con el vivir que con las preocupaciones y no le importa más que pensar lo que hará al instante, desde mediodía hasta la madrugada.

 Temba es miembro del grupo Cubanos en la red ("un hombre nolmal", o sea normal) que gusta de acercarse a exposiciones y contribuir con su música con algunos elementos multimedia que maneja para darle otra perspectiva a las muestras de sus amigos. Como otros, en estos días se levanta, busca algo de plata para comprar ron, lo prefiere antes que a la ganja, y parte a su primer destino: el cine donde se proyectan documetales, largometrajes y videos referentes a la cultura del hip hip ("a veces veo los filmes que pasan en el Paseo o en el Yara").

 El calor es sofocante y se ve obligado a pasar a comer un helado al Coppelia (siempre lleno), pese a saber que se formará dos horas y media en el parque. Sabe que hay en la galería del fuerte El Morro una exposición nueva sobre el Che, de una fotografías que el héroe guerillero tomo. No le importa porque estos días son de reventón y mucha música.

Dania María es pedagoga y teatrera madre de dos hijos, que vive en Habana Vieja y se dedica a tratar a niños enfermos de sida. Todo el día se la pasa creando historias para títeres y marionetas -''para enseñarlas a mis niños"- y la diversión la deja sólo para la noche. Es que en La Habana la diversión -si hay dinero- empieza desde la mañanita, puesto que casi en cada café o restaurante hay grupos de son tradicional que amenizan al tiempo que encienden los motores para que con los mojitos, las chelas (nacionales e importadas) y los rones solos, uno salga levitando para recorrer desde Habana Vieja, pasando por Centro Habana, Vedado y hasta Playa, disfrutando de cualquier tipo y estilo arquitectónico, que funciona como máquina del tiempo.

 Tanto ella como Temba y algunos "otros amigos" se reúnen en la Casa de Cultura de Plaza, un inmenso patio en el barrio de Vedado donde actúan bandas de hip hop como EPG y B, Profundo, Realismo-Proyecto G, Creación Perfecta -en el que la voz más poderosa es de una niña de 15 años-, Papo Records, DE Barrio, Masterminds, La Bruja, Micronauts, Jimmy Castro y Los Paisanos.

 La fiesta es con el rap. Temba busca a los amigos para hacer la vaca y comprar más ron. El loco, un loco de 20 años, se conecta con los rastas para conseguir algo de yerba a dólar por porro; él ha estado fumando desde la mañana (son vacaciones, aunque más bien él le hace al jinete todos los días) y da igual si es en el Caracol, Las Vegas (dos discotecas), o en la Casa de Cultura o en Alamar.

 Dania baila en cara rola, y aunque dice que prefiere el rap gringo y a algunas cantantes como Angelique Kidjo o Lauryn Hill, le gusta ver a sus paisanos contentos y desfogándose de sus problemas con la actitud tan contestataria del rap. Sobre eso Janet, la pequeña cantante de 15 años, dice que "esa es la estética de nuestro rap, poder decir las cosas sin que haya problemas con el gobierno o la policía".

 El grupito de amigos se satura un poco de hip hop y salen a conseguir cerveza y ron. Se sientan en unas escaleras de un edificio high class de los años cuarenta. Dania empieza a recitar un poema que se vuelve canción, Temba y Loco la secundan con unas claves hechas con la garganta y Azul acompaña con palmadas y scratches. Se crea una canción, y eso hacen toda la noche.

Otros, que no están en el reventón rapero, están en el Malecón, punto final de todos, donde se realiza la vendimia de ron y cerveza. Desde la Rampa, en el Vedado, hasta el Paseo del Prado se colocan puestos de venta que desde inicios de julio y hasta finales de agosto ofrecerán a locales y turistas bebida a precio módico. Esto pertenece también al Verano Cultural que auspicia el Instituto Cubano de la Música y que incluye conciertos como el que ofrecerá Pablo Milanés en el hotel Habana Libre el próximo viernes 24 (bueno, a un precio no tan módico), y el que más se espera, el de Juan Formell y los Van Van, al cual unos ingratos ya lo habían matado con un comentario-rumor que corrió por todos lados, incluyendo la Casa de Cultura, donde la conmoción provocó que se suspendiera la fiesta.

Temba, Loco, Dania, Azul y los otros corrieron a la funeraria de avenida Calzada para confirmar la supuesta pérdida "de uno de los músicos cubanos más importantes de la actualidad". No obstante, en el trayecto de alrededor de 20 calles hacia el local mortuorio el grupo de amigos siguió cantando coplas tradicionales y rap. No cabe duda de que los cubanos hasta la muerte la celebran con música.