DOMINGO Ť 19 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť El vicepresidente de la AFM clausuró el decimoprimer Congreso Nacional de Filosofía

Preocupa a la comunidad filosófica los dilemas éticos, indica Gabriel Vargas

Ť Reúne en 4 días de actividades a más de un millar de pensadores Ť Plantea el representante consejo consultivo para la próxima versión Ť Presencia de Luis Villoro y Sánchez Vázquez

La noche del viernes concluyó el decimoprimer Congreso Nacional de Filosofía, organizado por la Asociación Filosófica de México(AFM), el cual reunió durante cuatro días a más de un millar de personas, entre pensadores, profesores, estudiantes y público en general, además de contar con la participación, como ponentes, de estudiosos procedentes de Cuba, Argentina, Estados Unidos y Venezuela.

DirectorCon los temas generales de "racionalidad, democracia y ética", el programa constó de ocho conferencias magistrales, cuatro mesas redondas y la presentación de 500 ponencias distribuidas en 148 sesiones. Las actividades tuvieron como sede la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

En la sesión de clausura, el vicepresidente de la AFM, Gabriel Vargas Lozano, subrayó que en el transcurso del congreso se pudo advertir una seria preocupación de la comunidad filosófica de México por los grandes dilemas éticos de nuestro tiempo.

De forma paralela, agregó, quedó de manifiesto que, "desde diversas perspectivas, está surgiendo lo que aquí se ha llamado 'virtud hermenéutica'. aunque también podría ser denominada una interpretación hermenéutica de la virtud académica y finalmente cívica, que implica la incorporación de un valor democrático profundo, como lo es la búsqueda de comprensión de las razones del otro.

"Entiendo que una comunidad sólo se construye escuchando a los otros, dialogando con ellos y buscando semejanzas y diferencias sobre los graves problemas que nos afectan a todos en este mundo del siglo XXI.''

Vargas Lozano aprovechó para anunciar que, en aras de mejorar las futuras versiones del congreso, propondrá en fecha próxima a los miembros de la asociación una serie de medidas que, entre otros puntos, incluirá no sólo aspectos financieros y recursos técnicos y tecnológicos, sino la creación de una instancia consultiva.

Los planteamientos y las reflexiones fueron de diversa índole durante el decimoprimer congreso. En el primer día de actividades, por ejemplo, el común denominador de las ponencias se centró en una aguda crítica a la política occidental dominante (La Jornada, 14/08/01).

En la mesa redonda ¿Cuál Globalización? ¿Cuál Democracia?, Luis Villoro explicó que los nuevos gobiernos democráticos han generado una paradoja: "decididos a asegurar la libertad de todos han provocado, sin embargo, la exclusión de muchos".

Y subrayó que si bien ante esta situación "en los países desarrollados se han alzado algunas voces que no tratan de eliminar la democracia sino que intentan darle un contenido que atenúe su efecto de exclusión", existe una alternativa menos conocida procedente de tradiciones distintas a la occidental: la de los pueblos colonizados por Europa.

El especialista se refirió al tema indígena, "que ha adquirido dos direcciones totalmente diferentes. Por un lado la guerrilla, la violencia; por el otro -y es lo que me interesa subrayar-, los movimientos indígenas de Ecuador, de Bolivia, o el neozapatismo en México, que no pugnan por una supresión de la democracia representativa, sino por su realización plena en formas que tratarían de eliminar la exclusión de los desiguales".

El filósofo de origen español Adolfo Sánchez Vázquez, en tanto, aseguró en otra mesa que "el problema de las relaciones entre política y moral adquiere en nuestros días una renovada actualidad, no sólo por la corrupción política, sino también por las exigencias de la política cuando se vincula a un proyecto de emancipación".

En su turno, Leopoldo Zea meditó sobre la existencia o la posibilidad de una filosofía de América y aseguró que la problemática de los pensadores de nuestro continente es la misma de la filosofía del mundo occidental:

"No se trata de buscar el bien por excelencia, ni de ser metafísico, sino de convivir con los otros, nuestros semejantes, con sus diversas e ineludibles expresiones. Se trata de compartir lo que juntos han hecho en la larga historia de dominación imperial". ANGEL VARGAS