DOMINGO Ť 19 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Carlos Bonfil

Cuéntame tu vida

Antes que nada, no preste usted la menor atención al título en español de esta cinta, el cual retoma, con ligereza y sin mayor esfuerzo, el de una cinta de Hitchcock, Cuéntame tu vida (Spellbound, 1945), que por supuesto nada tiene que ver con State and Main, la película más reciente del dramaturgo, guionista y cineasta, David Mamet (Juego de emociones, Las cosas cambian, La trampa). El título que elige Mamet se refiere simplemente al cruce de dos calles en el apacible poblado de Waterford, en Vermont, Estados Unidos. "ƑWater.. dónde?", pregunta un personaje. "Justamente ahí", le contestan con indolencia. A ese pueblo lleno de tradiciones bizarras, como el culto al perro dálmata, protector de los bomberos, llega un equipo de filmación dispuesto a recrear, con anuencia del alcalde, una historia de época, "El molino viejo". Surgen los primeros contratiempos (el molino mencionado en una vieja guía turística dejó de existir hace mucho tiempo), y el rodaje se transforma en una agilísima comedia de enredos, con la seducción de menores, el lucro del show business y la ambición política como eficaces ejes humorísticos.

El reparto es notable, William H. Macy es el cineasta eternamente atribulado por percances de todo tipo, como la súbita negativa de una starlette (Sarah Jessica Parker), a mostrar sus senos en pantalla, a pesar de que "toda Norteamérica los conoce ya de memoria". Philippe Seymour Hoffman es Joseph White, el dramaturgo metido a guionista, maltratado por un productor mezquino, que saca a todo mundo de apuros y provoca poco después la mayor crisis en el rodaje, todo por cuestiones de ética y responsabilidad, conceptos realmente exóticos en el medio fílmico que describe Mamet. Un medio que él conoce de primera mano, luego de escribir 31 guiones, propios y ajenos, y realizar nueve cintas. En el pasado el director hizo vigorosas declaraciones de independencia respecto a Hollywood (particularmente en su libro, A Whore's Profession, de 1994); seis años más tarde dedica a la industria esta sátira divertida, un poco en el estilo del Robert Altman de El ejecutivo, con diálogos que combinan paradoja y absurdo, y una reflexión muy aguda sobre las múltiples formas que suele tomar la venalidad en el espectáculo y en la política, y de modo no menos significativo, en las relaciones afectivas. No es un azar si Joe, el dramaturgo/guionista a sueldo, el claro alter ego de Mamet, elige la pureza como asunto central de su propuesta.

No hay en esta cinta referencias muy explícitas al placer cinéfilo. Ni tampoco un guiño a otras experiencias fílmicas sobre rodajes de películas, estilo Ocho y medio, La noche americana o Vivir en el olvido. La filiación es aquí sobre todo teatral, desde el escenario escueto donde se resume la vida cotidiana de un pueblo, hasta personajes arquetípicos como el alcalde y su esposa (camp y kitsch, en perfecta armonía), o los amantes con una dicha tan providencial como instantánea (flechazo, comunión intelectual, amplio criterio). En una historia que al inicio parecía sorprendentemente light, una estupenda vuelta de tuerca del guión restituye la carga de cinismo y desenfado tan característica de Mamet en otras cintas. El director plantea aquí una cuestión ética y al mismo tiempo evita la moralina y las conclusiones precipitadas en el tema de la paidofilia. Alec Baldwin, la estrella irresistible, envuelto en escándalos con colegialas en cada pueblo que visita, sólo atina a justificar así su conducta:"Uno tiene derecho a tener un pasatiempo". El director regresa así a algunos de sus temas favoritos en el teatro, particularmente en Oleanna: el malestar espiritual en Norteamérica, el puritanismo, el acoso sexual, y los dilemas de la responsabilidad individual. En la que rigurosamente sería su primera comedia fílmica, David Mamet muestra una vez más que la inteligencia no está reñida con cierta incorrección política, y que en el terreno del cine un buen argumento y mejores actuaciones pueden conducir la frivolidad a destinos realmente insospechados.

Cuéntame tu vida (State and Main) se exhibe esta semana en Cinemex (Masaryk, Altavista e Insurgentes).