DOMINGO Ť 19 Ť AGOSTO Ť 2001

Angeles González Gamio

Magna reunión

Fue la que se celebró el pasado día 14 en Palacio Nacional, con el propósito de instalar el Consejo Consultivo para el Rescate del Centro Histórico, como apoyo al acuerdo de coordinación que suscribieron el presidente Vicente Fox y el jefe de Gobierno del DF, Andrés Manuel López Obrador. En el acto, que congregó a centenas de personas -aunque no estaban todos los que son ni son todos los que estaban-, el empresario Carlos Slim se comprometió a aportar mil millones de pesos para obras sociales y a crear una sociedad mercantil que congregue a inversionistas interesados y ciudadanos en general para comprar algunos inmuebles o cambiárselos a particulares por acciones que a futuro podrían cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores.

El mandatario capitalino y el Presidente de la República aportarán la misma cantidad de recursos y sus gobiernos impulsarán una simplificación administrativa; se otorgarán reducciones en el pago de impuestos y se van a ofrecer más subsidios fiscales. Se habló también de la reubicación de los vendedores ambulantes, sin duda cuestión prioritaria, así como del mejoramiento de los servicios de limpieza, recolección de basura, alumbrado público, mejoramiento vial, señalización, equipamiento inmobiliario y seguridad.

Podría yo jurar que si estos aspectos se resuelven no habrá ningún problema para que lleguen las inversiones al Centro Histórico y se realice el sueño que tenemos muchos desde hace años: que personas de todos los niveles sociales vuelvan a vivir aquí, restableciendo el rico tejido social que caracterizó la vida en la antigua ciudad de México, lo que indudablemente se va a reflejar en una convivencia más armónica y humana. ƑSe imaginan, habitar en una hermosa casona dieciochesca, con su gran patio, en un amplio departamento, rodeado de vecinos con los que se comparten intereses, gustos y valores?

El presidente de la Cámara de Comercio, Roberto Zapata, propone que se rescaten las plantas altas de edificios y mansiones, que ahora se encuentran en el abandono o convertidas en bodegas, con el propósito de adaptar viviendas para renta. Este proyecto lo realizó a detalle Margarita Sánchez Gavito cuando estuvo al frente del Fideicomiso del Centro Histórico, logrando que 40 dueños de inmuebles firmaran sendas cartas de intención para donarlos al fideicomiso, con el objeto de que se restauraran y los pisos de arriba fueran para vivir.

Paralelamente, 20 de los mejores arquitectos, a los que denominaron "talentos en riesgo", realizaron los proyectos de remodelación, de los que existen planos detallados y maquetas. De los edificios ya restaurados, el o los locales de la planta baja se les devolverían a los dueños originales y los departamentos serían para renta o venta. Ya con todo listo, el asunto se atoró, porque al gobernante en turno no le interesó y no se consiguieron fondos para realizarlo.

Ese es uno de los múltiples proyectos que se han propuesto para el Centro Histórico, que comenzaron muy bien y terminaron en la nada; por eso existe ahora cierto escepticismo entre las personas que han estado involucradas desde hace años con este sitio maravilloso. Pero hay que ser optimistas y reconocer que de los intentos anteriores algo bueno fue quedando; un buen ejemplo es el fideicomiso mencionado, que desde su creación, en 1991, ha venido apoyando decenas de restauraciones, realizando los trámites para concederles la exención del pago del impuesto de adquisición de bienes inmuebles, del predial en tanto dure la restauración, la inscripción gratuita en el Registro Público de la Propiedad, los trámites ante el INAH, la delegación, y la asesoría técnica.

Ahora seguramente esto se va a incrementar, pues ya se mencionó que se va a proponer ampliar la exención de predial a cinco años y, en lo que se refiere a los impuestos federales, la exención del impuesto sobre la renta en edificios que se rehabiliten. Ante este prometedor panorama, habrá que tomar medidas para que los propietarios no pidan "las perlas de la virgen" por inmuebles ruinosos que requieren una inversión considerable para su restauración, como ya ha sucedido.

Tantas buenas noticias merecen celebrarse con un buen festín, y para ello nada mejor que el Centro Castellano, en Uruguay 16, con estacionamiento adjunto. Ofrece exquisiteces de la cocina española y excelentes mariscos. Si es de buen diente comience con una fabada, continúe con un cordero cocinado en su gran horno de leña y remate con unas fresas gigantes cubiertas de chocolate y un cafecito cargado, con su indispensable Pacharán, el digestivo vasco, a un lado.

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