Ť Más de 100 mil obras serán reubicadas en una fábrica del distrito neoyorquino de Queens
El Moma será remodelado y cerrará tres años a partir de junio de 2002
Ť Los trabajos en el museo costarán 650 millones de dólares, fruto de aportaciones privadas
Ť Taniguchi diseñó la nueva arquitectura, que dará cabida al arte contemporáneo de gran formato
MONICA MATEOS-VEGA
El Museo de Arte Moderno de Nueva York (Moma, abreviatura de su nombre en inglés) será remodelado, por lo que cerrará sus puertas a partir de junio del próximo año y las reabrirá en 2005. Por ese motivo, las más de 100 mil obras de su colección permanente son trasladadas a una fábrica en Queens, espacio que temporalmente funcionará como enorme sala de exhibición.
La renovación del recinto -iniciada en 1997- costará 650 millones de dólares, suma que será cubierta en su mayoría mediante donaciones. Luego de una huelga en la institución que duró más de 120 días, cuando 250 empleados estuvieron de brazos cruzados hasta llegar a un acuerdo provisorio, a fines del pasado septiembre se aceleró el proceso de transformación del museo.
Se trata del ''más vasto y complejo proyecto que la institución haya emprendido desde que fue fundada en 1929'', señaló Glenn D. Lowry, director del Moma.
1.8 millones de visitantes al año
Para construir la nueva arquitectura, diseñada por Yoshio Taniguchi, se derribará parte del edificio ubicado en el número 11 de la calle 53, a unos pasos de la Quinta Avenida en la urbe de hierro. El objetivo principal es poder dar cabida al arte contemporáneo de gran formato, como la escultura de 120 toneladas de Richard Serra, llamada Intersección II.
El nuevo edificio ocupará 58 mil 500 metros cuadrados (mientras que el inmueble actual tiene 35 mil 100 metros cuadrados), incluirá un gran jardín y galerías mayores.
El Moma, institución creada por Abby Aldrich Rockefeller -esposa del famoso financiero-, Mary Quinn Sullivan y Lillie Bliss, es uno de los principales museos de arte moderno del mundo y el tercero más visitado de Estados Unidos, después de la National Gallery de Washington y el Metropolitan, también en Nueva York.
Recibe entre un millón 500 mil y un millón 800 mil visitantes al año, dicen sus funcionarios. El centro genera una actividad económica que asciende a 365 millones de dólares, contando los negocios y empleos vinculados con el recinto, y paga cerca de 37 millones de impuestos anuales a la ciudad de Nueva York y al fisco del estado, de acuerdo con un estudio del Moma realizado en 1998.
El espacio de exhibición que albergará de manera temporal la colección del museo neoyorquino fue diseñado por el arquitecto Michael Maltzan y será conocido como Moma Qns.
Cuenta con 15 mil metros cuadrados y actualmente huele a mandarina porque el piso de cemento es lustrado con un ácido de base cítrica.
Los obreros instalan ductos de acero, del doble del tamaño normal para aire acondicionado, con el fin de controlar mejor la temperatura para proteger las obras de arte. En este nuevo espacio se continuará con el objetivo de promover la educación y las exhibiciones.
Muestras de Matisse y Picasso
Trasladar las obras de arte es una tarea extenuante. Por ejemplo, el Monumento a Balzac, de Auguste Rodin, obra en bronce de casi cinco metros de altura que estaba en el jardín de las esculturas, necesitó atención especial por su gran tamaño, informó Pete Omlor, gerente de manipulación y preparaciones de obras de arte en el Moma.
El museo contrató especialistas para mover la escultura de más de 500 kilos con una grúa antes de que los expertos en conservación del museo la limpiaran y embalaran para transportarla. Durante marzo pasado, en poco más de dos semanas se mudaron entre 300 y 400 obras de arte.
El Moma obtuvo 65 millones de dólares del Departamento de Asuntos Culturales de la ciudad de Nueva York (hecho inusitado en esa urbe) y 5 millones de dólares del gobierno del estado para financiar su proyecto de remodelación. El resto (poco más de 500 millones) se ha recaudado de forma paulatina mediante una campaña para atraer inversionistas privados.
El 11 de junio de 2002 será el último día en que el museo de Manhattan estará abierto al público. Después, los visitantes que no se hayan enterado del cierre podrán acudir al Moma Qns en un autobús especial que saldrá de la calle 53.
En 2002 se han programado ya muestras de obra de Pablo Picasso y Henri Matisse. Cuando el museo vuelva a Manhattan, en 2005, el espacio de Queens se usará para exhibiciones especiales y bodegas.
Críticas por la reubicación
El director del museo ha dicho que la arquitectura de Yoshio ''conmueve hasta tal punto, que tendrá tremendo impacto cuando lo reinauguremos y nuestro público aumentará de un millón 800 mil a muchísimas personas más''.
La reubicación del Moma en un barrio industrial, fuera del corazón cultural de Manhattan, ha sido criticada porque, opinan, se le resta importancia al museo. El propio Lowry señala que seguramente perderá algunos visitantes, pues el sitio en Queens está a 20 minutos del subterráneo del Moma de Manhattan, aunque espera ganar un público más diverso en el aspecto étnico.
El acervo del museo está integrado por más de 100 mil obras entre pinturas, esculturas, dibujos, fotografías, planos arquitectónicos y maquetas; mobiliario y 14 mil películas, y cerca de 140 mil libros y publicaciones diversas.
Pero los cambios del Moma no sólo serán en el rubro arquitectónico. Desde que se inauguró el ciclo de exposiciones Moma2000 para celebrar el cambio de milenio, se rompió por vez primera con la narrativa lineal de la historia del arte que el museo había propuesto tradicionalmente en sus galerías.
Modern Starts y Making Choices, las primeras muestras del ciclo, presentaron un modo más flexible de exhibir las colecciones de arte moderno. Ambas manejaron concepciones curatoriales que quebraron la monolítica cronología al mezclar obras de acuerdo con temas y enfoques que atraviesan la historia del arte moderno diagonalmente, desde perspectivas temáticas más arbitrarias, pero más libres. Y esta es la tónica que se espera en el Moma Qns y en la reapertura del museo en 2005.