VIERNES Ť 17 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť El especialista visita México para promover la semana de la filmografía de ese país

Shemer: el cine obligó a la sociedad israelí a ya no definirse en función del enemigo árabe

Ť Luego de las cintas políticas de los años ochenta, ahora se recrean historias humanas

ARTURO JIMENEZ

Un cine judío actual con producciones poco más que modestas, de entre 700 mil y un millón de dólares; independiente del Estado, el cual a lo mucho aporta 15 por ciento de las inversiones; y controversial, pues suele sobresaltar a la ciudadanía israelí, es el que dibuja en entrevista Yaron Shemer, especialista en la filmografía de esa nación.

shemer_cineasta1608ccSe trata también de un séptimo arte representado sobre todo por realizadores de izquierda, que gozan de una relativa falta de censura (''explícita no, implícita sí") y que se han mostrado comprometidos con la causa palestina, aunque indiferentes ante situaciones internas como la discriminación de la población sefardí de Israel.

Es una producción activa, de buena factura y géneros diversos, sobre todo comedia, melodrama e híbridos. Una filmografía que, con medio siglo de existencia y tras el ''cine político" de los años ochenta, ahora dirige la mirada hacia los asuntos propios de una sociedad diversa y, en muchos modos, democrática: historias humanas de amor, drogadicción, pobreza, feminismo, homosexualidad o asimilación étnica.

Shemer, realizador, comunicador y promotor del cine de su país en Estados Unidos, visita México para difundir la Semana del Cine Israelí, que del 23 de agosto al 10 de octubre se llevará a cabo en el Distrito Federal y las ciudades de Guadalajara, Monterrey, Jalapa, Guanajuato, Puebla y Cuernavaca.

''Hay un gran tema, o subtema, en la cinematografía contemporánea de Israel: la búsqueda de un significado para la vida y de una identidad propia. Y éste se puede ver en la película Santa Clara, en la que todos los personajes están en búsqueda de algo", dice.

También, sigue, se observa en la cinta Con ojos occidentales. ''El personaje busca durante toda la película a su padre pero en realidad es algo muy simbólico porque está buscándose a sí mismo."

Otra característica que Shemer ve en este eclecticismo se refiere al lenguaje. ''Durante varias décadas el cine israelí sólo estaba hablado en hebreo. Ahora, en una película tenemos cuatro, cinco o más lenguas, incluyendo las árabes".

Al hablar de la filmografía israelí contemporánea, advierte, es muy importante no divorciar la estética de la política. ''Este eclecticismo también es un argumento político. Ello quiere decir que la sociedad israelí de hoy es muy diversa, lo cual es un cambio en relación con el Israel de hace 30 o 40 años, en el que se difundía la idea de un país unido, homogéneo y puro."

El fin de los estereotipos

-¿Cómo abordan ahora los cineastas de su país la nueva etapa de confrontación entre árabes y judíos?

-Percibo una saturación sobre ese conflicto. En los últimos diez o 12 años no hemos visto un cine abiertamente político, político per se. Hay una razón psicológica o filosófica: por primera vez en esos años el cine israelí mostró a los personajes árabes no como un estereotipo o una caricatura, sino en toda su complejidad.

''A partir de ahí se dio ya no sólo el mal terrorista o el comerciante, sino que comenzaron a aparecer personajes árabes también reunidos con su familia, con inquietudes intelectuales. Es ya una visión menos estrecha y mucho más heterogénea.

''En lo general, la sociedad israelí se había forjado una identidad como oposición a ese enemigo, y el cine la obligó a replantearse eso. Ahora ya no se puede definir a la sociedad israelí como una oposición a lo que significa la sociedad árabe."

Eso, dice, fue muy paradójico, y explica: ''La redefinición del estereotipo árabe en el cine israelí obligó a una redefinición de la identidad israelí dentro de ese mismo cine. Y ahora, a partir de los años noventa, hay una mirada interior de los israelíes para tratar de ver quiénes son realmente''.

Para este siglo, Shemer observa el desarrollo del cine israelí así: ''Se irá acentuando la tendencia de reconocer la diversidad de la sociedad, con muchas más propuestas estéticas y políticas que nos llevarán a un cine aún más ecléctico. Y esto es correlativo a una tendencia mundial".


Cercanías, de Gabriela Abud

La acuarelista Gabriela Abud exhibirá sus más recientes trabajos en el Instituto Cultural México-Israel, bajo el título de Cercanías, muestra integrada por paisajes de ambos países. Abud tiene en su haber 15 exposiciones individuales en diversas ciudades de México y Estados Unidos, así como en Beirut (Líbano) y más de 80 colectivas en la República Mexicana, Brasil, Italia, Canadá, España, Rusia y Venezuela.

Algunas de sus obras forman parte del acervo del los museos Nacional de Acuarela del Distrito Federal y Toluca, de la Inmigración Libanesa y del Centro Mexicano Libanés de Puebla, entre otras instituciones. Cercanías será inaugurada el próximo domingo a las 13 horas. La cita es en la calle República de El Salvador 41, Centro Histórico.