JUEVES Ť 16 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť PGR y PGJE vigilan e investigan nueve casas
Aseguran 20 vehículos, armas y droga de Los Sinaloa, en Chihuahua
MIROSLAVA BREACH VELDUCEA CORRESPONSAL
Nicolas Bravo, Chih., 15 de agosto. El miedo y la complicidad domina desde hace cuatro días a los habitantes de esta población serrana, controlada por la banda de narcotraficantes Los Sinaloa, encabezada por Jesús Lugo y su hermano Santos, quienes levantaron aquí un emporio del narcotráfico desde hace varios años, sin ser molestados por las autoridades hasta el pasado lunes, a raíz de la balacera que protagonizaron en una carrera de caballos el domingo pasado, en la que resultaron muertas seis personas y tres heridos graves, uno de los cuales fue identificado como Humberto García Chávez, quien falleció el martes.
Tras el enfrentamiento armado entre Los Sinaloa con integrantes de la familia Rico, las procuradurías General de la República y del estado de Chihuahua montaron aquí un operativo conjunto, y mantienen sujetas a investigación nueve casas. Además aseguraron 20 vehículos -todos de reciente modelo-, armas largas y droga, pertenecientes a la banda de narcotraficantes, cuyos cabecillas y familiares huyeron presumiblemente a estados vecinos.
Jesús Lugo, El Chuy Sinaloa, se estableció en la localidad hace más de cinco años. Desde el principio fue notoria su prosperidad económica, que le permitió a él y su familia edificar por lo menos cinco lujosas residencias que contrastan con las casas típicas del lugar.
Sus propiedades ahora están abandonadas. En el interior de éstas hay lujosos muebles y objetos personales, los cuales se encuentran en desorden luego del cateo que llevaron a cabo los agentes de las policías judicial federal y del estado.
Las casas y los vehículos muestran también los rastros de la huida de sus propietarios, pues todos los marcos que contenían fotografías de los Lugo fueron arrancados de las paredes. En las cocinas de las residencias todavía están los restos de su última cena.
Ahora cada una de esas casas está custodiada por agentes uniformados, lo mismo que los accesos al poblado.
El ir y venir de las camionetas con agentes armados dejó las calles vacías. Los hombres y mujeres prefieren encerrarse en sus viviendas, a salvo de los interrogatorios de las autoridades que, ahora sí, se han quedado varios días, entrando y saliendo de las propiedades de Los Sinaloa, en las que incluso montaron un cuartel provisional como parte del operativo de combate al narco en la región.
Mientras, los habitantes de Nicolás Bravo entierran a los muertos: tres miembros de la familia Rico Molinar, de nombres Socorro, Juan y Edgar, además de Rosario Burgos, Ramón Manríquez y Juan Sotelo, quienes cayeron abatidos por las ráfagas de fusiles AK-47 en la pista de carreras. A ese saldo se sumó anoche Humberto García Chávez, fallecido a consecuencia de las heridas, y aún permanecen en estado crítico Noel Orozco Oros y Saúl Martínez.