JUEVES Ť 16 Ť AGOSTO Ť 2001

Nueve meses de Fox: de las certezas a las plegarias

De las promesas fallidas a la petición de una plegaria a la Virgen de Guadalupe por la pronta recuperación de la economía de Estados Unidos y al reconocimiento de que México vive un ''atorón'', los primeros nueve meses del nuevo gobierno han transcurrido en medio de contradicciones sobre las perspectivas reales de crecimiento del producto interno bruto (PIB).

El protagonista principal de los enredos ha sido el presidente Vicente Fox, quien durante la campaña electoral del año pasado ofreció que la economía de México crecería 7 por ciento anual durante su mandato.

Desde los tres meses anteriores a la toma de posesión del primero de diciembre, Fox ha tratado de matizar su oferta, ante la palpable evidencia de que la economía de Estados Unidos, el principal socio comercial de México y destino de 85 por ciento de las exportaciones nacionales, había revertido un ciclo de crecimiento ininterrumpido de cinco años.

En diciembre de 2000, cuando fue presentado al Congreso el paquete económico para 2001, el gobierno del presidente Fox estimó que el PIB crecería 4.5 por ciento, cálculo que de inmediato fue considerado demasiado optimista por la mayoría de los analistas privados.

La primera contradicción ocurrió en abril pasado, cuando el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, señaló que la economía mexicana crecería 3 por ciento en 2001, estimación que de inmediato fue rechazada por Vicente Fox, quien insistió en un incremento de 4.5 por ciento.

El 17 de mayo el gobierno federal anunció un primer recorte al gasto público por 3 mil 375 millones de pesos y, al mismo tiempo, admitió que la economía sólo crecería entre 2 y 2.5 por ciento.

La evidencia de una disminución en el ritmo de la economía no hizo mella en el ánimo del presidente Fox, quien declaró, el 19 de junio, que la economía nacional ''está en recesión, está en un atorón''. Un día después, el secretario de Economía afirmó que no había tal ''recesión'', sino simplemente una ''desaceleración''.

De las certezas, Fox pasó a las plegarias: en una entrevista con la agencia de noticias Associated Press, dijo el 25 de junio: ''Necesitamos ir a la Basílica de Guadalupe a pedirle a la Virgen de Guadalupe que Estados Unidos se recupere, porque tenemos todo para avanzar, pero los mercados van extremadamente lentos''.

A lo largo de este año, el presidente Fox ha remado contra la corriente en cuanto a la percepción que el sector privado tiene de la economía nacional y la visión del gobierno.

El 4 de julio, durante una entrevista con el periodista José Gutiérrez Vivó, el presidente Fox se refirió al reclamo entre segmentos amplios de la sociedad sobre el incumplimiento de un alza de 7 por ciento en el PIB.

Dijo: ''Aquí hay un grupo muy exigente, lo que yo llamo el círculo rojo, los analistas, los periodistas, y yo nunca hablé de 7 por ciento al sexto mes del gobierno. Hablé que llegaríamos y alcanzaríamos crecimientos de 7 por ciento durante los seis años de mi gobierno y sí, espero que para el año 2003, como lo habíamos previsto, estemos creciendo''.

En esa fecha, insistió en que México crecería este año entre 2.5 y 3 por ciento. ''Todavía sostengo eso, que es crecimiento y comparado con otros países es bueno''.

El presidente Fox, al comentar el apoyo de su gobierno a su similar argentino para solucionar la crisis financiera del país sudamericano, afirmó: ''Tenemos una economía que está pero bien, bien amacizada, como decimos en el rancho. Andan en problemas en Argentina, Turquía y otros... Sin embargo, nosotros allí vamos navegando, Pian pianito, calladitos, fortaleciendo nuestra economía''.

Fue el 4 de agosto, durante su programa sabatino de radio Fox en vivo, Fox contigo, cuando el presidente sostuvo que México seguía gozando de una gran estabilidad económica, ''de una economía fuerte. El crecimiento se ha desacelerado, ya lo hemos comentado varias veces, y sin embargo, esperamos que el segundo semestre sea un poquito mejor''.

Durante una visita a Detroit, el 16 de julio, afirmó: ''En este momento, en que nuestra economía se encuentra estable, el clima para hacer negocios nunca ha sido mejor. México tiene una economía robusta'', declaró en Chicago ese mismo día.

La realidad ha sido terca con el presidente. Hace dos semanas el Banco de México estimó que la economía crecerá este año ''menos'' de 2 por ciento, mientras analistas privados, como Merrill Lynch, señalan que el incremento será de sólo 0.6 por ciento.

Así que ni con rezos el producto interno bruto crecerá el 4.5 por ciento esperado a comienzos del año.

ROBERTO GONZALEZ AMADOR