MIERCOLES Ť 15 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť Expone Coyote, quiero a México y México me quiere en el Carrillo Gil
La vida, un simulacro: Daniel Joseph Martínez
Ť Mediante su trabajo artístico intenta demostrar que no todo lo que se ve es real
MERRY MAC MASTERS
La ilusión falsa y la posbilidad de otras realidades son los planteamientos de la primera muestra individual en México del artista conceptual Daniel Joseph Martínez (Los Angeles, 1957).
La clonación, la máquina, el cyborg y el vínculo entre el adelanto tecnológico y el avance humano son las inquietudes que prevalencen en la exposición Coyote, quiero a México y México me quiere o Simplemente otro mexicano muerto, que retoma el título de una pieza de Joseph Beuys, la cual será inaugurada hoy, a las 20 horas, en el Museo de Arte Carrillo Gil (Avenida Revolución 1608, San Angel).
Martínez dice: "Me interesan las relaciones entre hiperrealismo e hipersimulación. La propuesta de la exhibición es que todo lo que ves sugiere ser real, pero en realidad no lo es. Se trata de una simulación, de un simulacro. Es una ilusión de una ilusión que, se cree, era real, y que se relaciona específicamente con una posición sociopolítica".
Martínez se refiere a una manta que se colgará en el exterior del museo y que lleva la siguiente frase: Has nacido en una prisión/viviendo una vida de callada desesperación. Ese "discurso" a nivel de la calle insinúa que tal vez se "vive la vida de Sísifo", es decir, se está condenado a repetir la misma rutina a diario, por lo que se debería pensar en otra cosa, aunque sea sólo un momento. Porque quizá no se controla la propia vida como se quisiera. Como se espera la intervención de los transeúntes, la manta inevitablemente se convertirá en una pieza hecha aquí.
En el acto inaugural se repartirán máscaras de la cara de Martínez. El artista pretende pedirle a la concurrencia dejar de lado su identidad y "volverse yo, una persona venida del norte e insertada en una ciudad de 20 y tantos millones".
A modo de biografía dice: "Soy mexicanoestadunidense. Crecí en un contexto en el que cualquier iconografía cultural y vínculo con mi propia etnicidad fueron eliminados a fin de volverse otra cosa".
Logró la mayoría de edad a partir de su participación en los movimientos de derechos civiles y chicanos en los sesenta y setenta. "Soy producto, no del sistema educativo de EU, sino de personas generosas que en diferentes momentos de mi vida me sugirieron aprender a leer ya". Se concentró en la filosofía y el análisis político. Influido por Sócrates "en grado extremo", Nietzsche, la ciencia ficción, Baudrillard y Genet, "me niego a abandonarme a la socialización con que crecí, porque me deja como una víctima indefensa y no lo soy".
Coyote... comprende cuatro conjuntos que establecen una "narrativa interactiva" y ya no actúan por sí solos en el sentido tradicional del arte visual. Martínez ha intercalado retratos de jóvenes menores de 16 años, reclusos de alguna manera, con imágenes de flores exóticas pero que son artificiales.
Lo más impactante de la muestra son sus autorretratos, performances de la destrucción de su propio cuerpo. Por medio de la fotografía performancera, Martínez indaga sobre los conceptos de belleza contenidos en la pintura del pasado. Emplea "efectos especiales", pero para la "imagen estable".
Finalmente la cara del artista, como un fantasma de su persona, reaparece en el primer plano de escenarios estratégicos de ciudades como Pittsburgh, Derry y Venecia.