MIERCOLES Ť 15 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Conflicto religioso

Bloquean evangélicos un tramo de la vía México-Nuevo Laredo

CARLOS CAMACHO CORRESPONSAL

Ixmiquilpan, Hgo., 14 de agosto. Unos 500 evangélicos del Valle del Mezquital dieron inicio a una marcha a la ciudad de Pachuca, para exigir que cese la intolerancia religiosa que padecen 36 familias del barrio San Nicolás, a quienes una mayoría religiosa les suspendió los servicios públicos desde febrero pasado y mantienen la amenaza de desalojarlos del pueblo.

Desde las 11 horas comenzaron su caravana e inicialmente tenían la intención de llegar a la sede de la Procuraduría de Justicia estatal, donde pedirían se dé curso a las más de 20 denuncias penales en contra de los católicos y el delegado municipal, ''frenadas'' por la agencia del Ministerio Público de Ixmiquilpan.

Sin embargo, en la comunidad de Yolotepec, municipio de Santiago de Anaya, decidieron parar y cerrar los dos carriles de la carretera federal México-Nuevo Laredo, como una forma de protesta.

Los evangélicos salieron de comunidades como Cañada, San Nicolás, Julián Villagrán y otras más en las que hay importante presencia de campesinos que han dejado de profesar la religión católica, lo que ha provocado el enojo de sus paisanos y, en el caso de San Nicolás, la amenaza de ser expulsados por haber cambiado de fe religiosa.

Panteón sólo para católicos

Desde febrero pasado, bajo el argumento de no cumplir con los usos y costumbres de la comunidad, se les suspendió el suministro de agua, luego el drenaje y no se les permite desde entonces el uso del panteón comunal, pues según el delegado Heriberto Lugo, católico y priísta, ''está en terrenos propiedad de la Iglesia católica y por tanto es sólo para uso de los fieles católicos''.

Apenas en julio pasado, durante una reunión con autoridades de los gobiernos estatal y federal, a los evangélicos se les dijo que debían por concepto de cooperaciones y servicio de agua potable, alrededor de 78 mil pesos por cada jefe de familia. Ahora, los manifestantes resumen sus demandas: cese a la intolerancia religiosa y que el gobernador Manuel Angel Núñez Soto y el secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, intervengan para resolver este problema.

En tanto, Sergio Ramírez, uno de los inconformes, no detiene el paso y a regañadientes accede a hablar, pues la orden de sus representantes es no dar entrevistas a los reporteros. Queremos, dice, que se acabe la intolerancia que se vive en San Nicolás, que el gobierno vea que nosotros tenemos derecho a la libertad y la justicia, y que no le dé vueltas al asunto y lo resuelva.

A su paso por comunidades evangélicas los marchistas recibieron bolsas o botellas de plástico con agua, como un acto de solidaridad, pero en Yolotepec la orden es cerrar los dos caminos de la carretera y demandar que las autoridades vayan hasta allá para dialogar.

Vía telefónica, el secretario de Gobierno hidalguense, Miguel Angel Osorio Chong, dijo que la administración estatal sigue buscando conciliar, aunque por un lado es un asunto federal y por otro los evangélicos han decidido no hablar con el gobierno, pero ''no estamos sujetos a sus tiempos'', advirtió.