LUNES Ť 13 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť La comunidad, testigo del uso ilimitado de servicios e infraestructura del gobierno mexiquense

Ostentosas exequias de Carlos Hank González en Santiago Tianguistenco

Ť En contraste, sus restos fueron depositados en una modesta fosa del panteón municipal

CIRO PEREZ SILVA Y ROSA E. VARGAS; ISRAEL DAVILA ENVIADOS Y CORRESPONSAL

Santiago Tianguistenco, Mex., 12 de agosto. A saber si él lo dispuso así, pero en las exequias de Carlos Hank González el único gesto palpable de humildad fue su sepultura en el panteón municipal. A partir de eso, en los funerales del político y empresario hoy se ratificó aquello de que el poder, el dinero y la gloria siempre van juntos.

Cierto que a todo lo largo del sepelio el hombre que fue emblema por excelencia del político-empresario tuvo la compañía de gente del pueblo que siguió el féretro con flores, aplausos y lágrimas. Y en contraste, que su ex jefe José López Portillo confesó casi frente al ataúd que debió hacerlo presidente de México.

Pero también fue evidente que los políticos en el poder y los familiares del ex regente nada escatimaron para demostrar que Hank González murió lejos, muy lejos de ser comparado con aquel político pobre que él mismo definió y rechazó.

A la parroquia de Nuestra Señora del Buen Suceso llegó el arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, a oficiar la misa de cuerpo presente y dedicarle frases de exaltación sin par.

''Carlos -dijo el prelado- supo administrar y multiplicar aquello que se le confió en vida, ya que con sus acciones benefició a innumerables familias que buscaban su apoyo y protección. El se sentía el administrador de lo que se le había confiado.''

Su tumba, lo único austero

En el modesto panteón municipal fueron depositados sus restos en una fosa desnuda, sin imágenes o símbolos, junto a otra igual en la que fue enterrado, en 1987, su hijo Cuauhtémoc, cuya lápida ubica además los nombres de Lupita Hank Mayers, don Catarino González, doña Francisca Tenorio de González y doña Julieta González de Hank.

hank_gonzalez_4xzA la entrada del cementerio las autoridades municipales colocaron dos de esas grandes mantas tan comunes a los actos políticos y de campaña. En la primera, colgada en la puerta, se leía: ''Carlos Hank González, tu pueblo te llora.'', y en la segunda: ''Carlos Hank, te recordaremos siempre.''

Además, la familia mandó tender dos gigantescos manteados. Uno cubriría insuficientemente a la gran cantidad de asistentes al funeral y, a pocos metros, otro para proteger a los músicos de la Sinfónica del Estado de México, quienes acompañaron el sepelio con la Marcha Fúnebre, de Bee-thoven, y un aria de Bach.

El uso de infraestructura y servicios públicos -estatales y municipales- en las exequias de Hank González fue desmesurado. Hace mucho, y Tianguistenco lo testimonia en calles, estatuas, placas y demás, quedó claro que el profesor tenía una dimensión de mecenazgo y mando político. Sin embargo, aquello que hoy se dispuso para su funeral rebasó cualquier gesto de sobrio respeto o gratitud mexiquense.

Esto parecía de película. La policía municipal con sus patrullas, grúas y elementos del orden cerró las calles por donde pasaría el cortejo fúnebre. Otros guardianes fueron enviados al rancho de la familia Hank Rhon para dirigir el tránsito, marcar los sitios de estacionamiento y tomar los nombres de cada recién llegado, así como recibir coronas y arreglos florales.

Al zócalo de Santiago Tianguistenco de Galeana fueron enviados los cadetes del plantel Nezahualcóyotl, de la Academia de Policía, para rendir honores y guardar el orden entre la multitud cuando el féretro fue llevado desde el rancho hasta el palacio municipal, donde se le colocó el escudo de armas del estado y hubo guardias de honor a cargo de ex gobernadores mexiquenses y alcaldes de la zona.

No fue sólo eso. Serían los mismos comandantes de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil del estado de México, así como el director de la Academia de Policía, José Luis Ramírez Muñoz, los encargados de contener a la gente y organizar el acceso a la parroquia cuando el cortejo llegó hasta ahí para la misa que concelebraron Rivera Carrera y el sacerdote John Walsh, de los Legionarios de Cristo.

Y no era que se tratara de muchedumbres desbordadas que por su fervor pudieran provocar algún desaguisado, lo que motivó la febril y enérgica actividad dentro y fuera del templo de los jefes policiacos. Eran órdenes y las cumplían, pues en general la población manifestó respeto.

El interés, se veía a leguas, estaba en patentizar a propios y extraños que el difunto era el hombre, el político, el empresario más importante, y por mucho, de esta entidad: el jefe.

El gobernador Arturo Montiel dispuso además la presencia de los cuerpos de elite de la policía estatal y de mujeres también de las fuerzas del orden a las que se colocó en valla y para servir de edecanes en el panteón municipal. como de película.

Cuando hubo concluido la misa, una multitud -que algunos calcularon de cinco mil personas- recorrió por el andador Carlos Hank González los casi 400 metros que la separaban de la parroquia y el cementerio. Las campanas repicaban sin cesar y antes que la orquesta sinfónica iniciara su ejecución hubo un largo toque de silencio que, según las normas, se dispensa sólo a miembros de las fuerzas armadas.

Llovió y el largo adiós para Hank González al descender su ataúd a la fosa resultó un montaje con la perfecta sincronía entre las dos pasiones que lo distinguieron: el poder político y el dinero.

Seremos sustituidos: Gurría Ordóñez

Acompañado por su familia, Manuel Gurría Ordóñez, tabasqueño él y quien con el profesor Hank ocupara la secretaría general de gobierno en la regencia capitalina, habló de una amistad que data de 1959 e hizo el recuento de aquellos hombres del sistema sin los cuales no se entendería al México de la segunda mitad del siglo XX. ''Ya no están Fidel Velázquez ni Fernando Gutiérrez Barrios y ahora se fue Carlos Hank... es el cambio generacional y todos seremos sustituidos obligatoriamente''.

Gurría Ordóñez resumió su vínculo con Hank González: ''Era mi amigo más querido; para mí no tenía defectos.''

Ejemplo para el PRI: Beltrones Rivera

Los pocos políticos que hoy se concentraron en el rancho familiar y en los actos luctuosos sólo vieron virtudes en el mexiquense: ''Fue un excelente colaborador y amigo entrañable'', le escucharon decir Jorge y Carlos Hank Rhon al ex presidente José López Portillo. ''El PRI, ahora más que nunca deberá tomar como ejemplo el legado del maestro, que fue la unidad'', apuntó Manlio Fabio Beltrones.

Por el mismo rumbo fueron Humberto Lugo Gil, el general Miguel Angel Godínez, Rafael Rodríguez Barrera, Leonardo Rodríguez Alcaine, Patrocinio González Garrido, Dante Delgado, José Elías Romero Apis, Pedro Joaquín Coldwell, Jesús Reyes Heroles, Francisco Rojas, Guillermo Rosell de la Lama, Gilberto Borja, Alfonso Caso, Miguel Alemán Velasco y los ex gobernadores mexiquenses Mario Ramón Beteta, Alfredo del Mazo, Jorge Jiménez Cantú y Emilio Chuayffet.

Otro ex presidente y también ex jefe de Hank, Carlos Salinas de Gortari, envió en su representación a sus hijos Cecilia, Carlos Emiliano y Juan Cristóbal.

Uno de los últimos en llegar al rancho Don Catarino, cuando ya el féretro era llevado hacia el palacio municipal, fue el ex candidato a la Presidencia por el PRI, Francisco Labastida. Fue tal su demora, que sólo alcanzó a saludar a López Portillo.

Nadie aventuró un epitafio para el hombre que acumuló poder político y riquezas, todo a la sombra de los regímenes del PRI, pero muchos lo pensaron. Tampoco nadie osó mencionar siquiera al grupo Atlacomulco, ni siquiera para negarlo.

Y una imagen quedó grabada cuando todo concluyó: Carlos Hank Rhon recibía las condolencias de aquellos que todo lo que son o han sido se lo deben a su padre.


Ť Lamenta López Portillo no haberlo designado candidato a la Presidencia

Pocos políticos de renombre nacional fueron al sepelio de Hank; ofició misa Norberto Rivera

Ť El profesor fue un hombre que "supo administrar y multiplicar los bienes que Dios le dio", dijo el arzobispo primado de México Ť Rinden ex alcaldes un homenaje póstumo

ISRAEL DAVILA Y JAVIER SALINAS CESAREO CORRESPONSALES

Santiago Tianguistenco, Mex. 12 de agosto. Tras el lamento del ex presidente de la República José López Portillo por no haber postulado a Carlos Hank González como su sucesor, se realizó este domingo el sepelio del ex gobernador mexiquense en su natal Santiago Tianguistenco.

Aunque las exequias se realizaron con pocas figuras de la política nacional, el pueblo del profesor Hank abarrotó la iglesia de nuestra Señora del Buen Suceso, donde el arzobispo primado de México, Norberto Rivera, ofició una misa de cuerpo presente.

Por la mañana, en una de las cabañas del rancho Don Catarino, habilitada como capilla fúnebre, la familia Hank Rhon continuó recibiendo las condolencias de amigos. Al lugar arribó, en medio de un fuerte dispostivo de seguridad, el ex presidente José López Portillo.

hank_zepelio1Ayudado por uno de sus hijos y sin la compañía de su esposa, la actriz Sasha Montenegro, López Portillo descendió de su camioneta importada y caminó hacia el féretro de quien, dijo, fue "un excelente colaborador y amigo entrañable".

En el interior, Jorge y Carlos Hank Rhon recibieron las condolencias del ex presidente, mientras la viuda, Gudalupe Rhon, se preparaba para acudir a la misa de cuerpo presente en la iglesia principal del municipio, donde el pueblo esperaba.

Antes de que la carroza trasladara el cuerpo de Hank González al centro de la localidad llegó el ex gobernador de Sonora Manlio Fabio Beltrones, quien expresó que "el PRI, ahora más que nunca, deberá tomar como ejemplo el legado del maestro, que fue la unidad".

Asimismo, el gobernador veracruzano, Miguel Alemán Velasco, quien antes del mediodía llegó al Aeropuerto Internacional de Toluca, dio las condolencias a la familia Hank y posteriormente definió al "maestro Carlos Hank como uno de los mejores gobernadores mexiquenses, regentes de la ciudad y secretarios de Agricultura que ha tenido el país".

La lista de asistentes al rancho creció con algunos promientes empresarios como Gilberto Borja, del consorcio ICA, y algunos ex funcionarios como Jorge Díaz Serrano, quien fuera director de Pemex.

El cuerpo de Hank González fue trasladado del rancho, en punto de las 14:05, al palacio municipal de Santiago Tianguistenco, donde se le ofreció un homenaje póstumo.

Justo cuando la carroza abandonó la puerta trasera de la finca llegó el ex candidato presidencial Francisco Labastida, quien iba acompañado por el ex gobernador mexiquense Alfredo del Mazo González.

Cuando Labastida entró a la sala donde fue velado Hank sólo quedaba López Portillo, quien esperaba sentado que su chofer acercara la camioneta para retirarse. Labastida únicamente saludó al ex presidente y alcanzó a señalar que la muerte de Hank es irreparable para su partido.

En tanto, López Portillo accedió a platicar con la prensa, a pesar de que le costaba trabajo articular palabras. El ex presidente dijo que "no sólo se me fue un amigo valioso, sino un colaborador insustituible, un hombre excepcional y un político ejemplar".

--¿Qué deja de legado Carlos Hank?

--Fue un hombre cabal que luchó por su vida con toda dignidad y en forma ejemplar, porque amaba la vida y defendió la suya, como en todo lo que él creía.

López Portillo aseveró que Hank fue un hombre muy generoso, "porque la primera noche después de que dejé Los Pinos él me recibió en su casa y eso nunca lo voy a olvidar".

--De no haber impedimiento como el artículo 82 constitucional, que establecía que no podía ser Presidente de la República todo aquel hijo de extranjeros como Carlos Hank, ¿usted se hubiera inclinado por el profesor como candidato a la Presidencia?

--Naturalmente que sí. El tenía suficiente valor para enfrentar cualquier cargo y responsabilidad. Lamenté profundamente que el cambio al artículo 82 hubiera tenido dedicatoria.

Mientras tanto, el cuerpo de Hank González era trasladado al palacio municipal de la localidad, donde ex alcaldes del municipio le rindieron un breve homenaje para posteriormente llevarlo a la iglesia, donde ya lo esperaba Norberto Rivera Carrera.

En la iglesia de Nuestra Señora del Buen Rostro también estuvieron presentes el gobernador del estado de México, Arturo Montiel, su esposa, Paula Yáñez, y todos los miembros del gabinete estatal.

A este lugar ya no se presentaron Francisco Labastida, José López Portillo y Miguel Alemán, sino únicamente cerca de cinco mil habitantes de Santiago Tianguistenco.

Durante la homilía, el arzobispo primado de México, Norberto Rivera, mencionó que Carlos Hank fue un hombre que "supo administrar y multiplicar los bienes que Dios le dio".

Al finalizar la misa el cuerpo fue llevado al panteón municipal, donde fue inhumado en medio de un gran desorden, a pesar del dispositivo de seguridad que había dispuesto la policía estatal con más de 200 elementos, y mientras la Orquesta Sinfónica del estado de México interpretaba la Segunda Sinfonía de Beethoven.

Se agudizará la lucha por el poder: PRD

Por su parte, en Ecatepec, estado de México, el Comité Directivo Estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD) lamentó la muerte del profesor Hank González y consideró que la lucha entre priístas por el poder se agudizará, lo cual podría perjudicar a las instituciones.

El secretario de Asuntos Municipales del CDE perredista, José Luis Gutiérrez Cureño, señaló que con la muerte del dirigente del grupo Atlacomulco los priístas tendrán una valiosa oportunidad para democratizar su vida interna y hacerla menos dependiente de cacicazgos y liderazgos personales, con el fin de propiciar una línea más colectiva.

"Los priístas no deben desperdiciar esta oportunidad para que los espacios de poder que van a quedar al garete, en virtud de la orfandad en la que Hank deja políticamente al PRI, los llenen con un acuerdo de gobierno, de gobernabilidad, que permita mejorar las formas de hacer política en el estado."

Manifestó que la disputa por el poder entre los integrantes del grupo Atlacomulco ya estaba desatada. Lo que ahora puede suceder, dijo, es que esta guerra se agrave, lo que puede llegar a perjudicar a las instituciones.

Hank González era un gran político, pero sólo supo beneficiar a su grupo de poder, expresó finalmente.