Lunes en la Ciencia, 13 de agosto del 2001
Carlos Quiros, experto en genética de plantas Por una segunda generación de transgénicos Patricia Vega * Foto: Marco Peláez "Es importante que los países tengan la capacidad científica para absorber y aprovechar la biotecnología agrícola. Pero también la capacidad de regular y evaluar si la introducción de plantas transgénicas no producirá escape de genes que puedan producir males más difíciles de controlar, que los que se pretende remediar". Luego de visitar Honduras y Panamá, México fue la tercera escala del experto en genética de plantas, Carlos F. Quiros, quien se entrevistó con estudiantes, investigadores, legisladores, y periodistas con el propósito de informar sobre las bases científicas y beneficios de la biotecnología agrícola. Convencido de que los investigadores deben abandonar su "torre de marfil" -en este caso su laboratorio en el Departamento de Productos Vegetales de la Universidad de Davis, en California, EU- Quiros también viajará a República Dominicana, Perú, Argentina, Bolivia y Uruguay, con la "misión" de ofrecer un punto de vista técnico y científico que fundamente la decisión de aceptar o rechazar, si existiesen las evidencias científicas, este adelanto tecnológico. Originario de Perú y doctor en genética de plantas, Carlos Quiros, se ha dedicado a estudiar la estructura genómica comparada en cultivos crucíferos -como el brócoli, la coliflor, la col, etc.- para entender su origen y evolución. Su investigación aplicada aborda el desarrollo de estos vegetales a nivel genético, con el propósito de mejorar sus componentes nutricionales e incluir agentes naturales (tales como los glucósidos y sus derivados) con la capacidad de eliminar elementos cancerígenos. -ƑPodría abundar sobre su investigación con crucíferas? -Este tipo de vegetales tiene compuestos secundarios que se llaman glucosinalatos que se desdoblan en otros compuestos (glifotinofalatos), los cuales tienen propiedades biológicas que protegen contra el cáncer. Son compuestos que inducen otras enzimas involucradas en el proceso de desintoxicación de agentes cancerígenos como el humo del cigarro u otros que se encuentran en el ambiente. "La idea es manipular los genes que codifican estos compuestos secundarios y de esta manera poderlos introducir en algunas variedades de brócoli, coliflor, coles u otros vegetales, para aumentar la concentración de lo que normalmente se encuentra en la naturaleza pero sin efectos tóxicos." -ƑEn qué etapa de su trabajo se encuentran? -Acabamos de identificar los genes más importantes involucrados en la biosíntesis de los glucosinalatos, hemos aislado uno y lo transferimos a la Arabidopsis thaliana, que es una planta modelo de la que tenemos información de todo su genoma, para ver cómo trabaja. El siguiente paso es tratar de introducir el gen a cultivos y hacer manipulaciones a nivel molecular para lograr que expresen una mayor cantidad de glucosinalatos... me imagino que podríamos tener algo a nivel comercial en unos cinco años. -Sin embargo, el uso de la biotecnología agrícola está rodeado de polémicas... -Es una tecnología que recién está empezando; estamos en pañales. Esta primera generación de productos transgénicos todavía no es perfecta, pero lo que está en el mercado es completamente seguro (en EU), porque ha sido probado por las tres agencias que regulan esa tecnología -La Administración Federal de Alimentos y Fármacos, el Departamento de Agricultura y la Agencia de Protección del Medio Ambiente- mediante exámenes de toxicidad y de equivalencia nutricional con otras variedades que no sean transgénicas, además de que se incluyen etiquetas descriptivas. Ningún cultivo ha sido tan inspeccionado como los productos transgénicos, la gente los consume sin ningún efecto negativo desde hace seis años. "El problema es que los productos transgénicos que hay ahora no benefician directamente al consumidor, porque, hasta el momento, la biotecnología ha sido aplicada para evitarle pérdidas a los grandes productores y para abaratar los costos de producción. Pero indirectamente benefician al consumidor porque son plantas que emiten una proteína natural que es tóxica a plagas específicas, no a seres humanos ni a animales; esto nos permite evitar el uso de insecticidas tan peligrosos como el paratión. Desde este punto de vista, las plantas transgénicas protegen al ambiente porque esas sustancias no llegan al suelo ni pasan al agua". -ƑCuándo tendremos una segunda generación de transgénicos que beneficien directamente a los consumidores? -Le puedo hablar, por ejemplo, del arroz "dorado", modificado genéticamente para ser enriquecido con beta-caroteno -que es la provitamina A- y que cuando lo consumen las personas se convierte en vitamina A. "La falta de vitamina A es un problema de nutrición muy serio en muchos países en desarrollo. La idea es proporcionar arroz "dorado" con fines humanitarios, para que la gente no sólo se beneficie de los componentes normales del ese cereal sino que, además, tenga vitamina A". * * * Leemos en el diario El País (25/07/01) la gran paradoja: Creado desde 1993 por Ingo Potrykus y Peter Beyer, el arroz "dorado" no se ha podido plantar en los campos de los países para los que fue concebido "porque la investigación se ha visto obstaculizada por la oposición de las grandes compañías biotecnológicas y agroalimentarias, titulares de hasta 70 patentes implicadas en la consecución del arroz "dorado"; la intransigencia de organizaciones ecologistas, en especial Greenpeace, y la "incomprensión de los gobiernos occidentales" puesta de manifiesto, afirmó Potrykus, "en la negativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a reconocer los potenciales beneficios de este producto en la prevención de enfermedades en los países en desarrollo".
El tema de las patentes, que también se abordó durante la charla con el doctor Carlos Quiros, es una asignatura pendiente.
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