Lunes en la Ciencia, 13 de agosto del 2001
Víctor Díaz Arciniega Entre el pasado y el presente, ingredientes del porvenir Valorar acontecimientos de la cultura y la política a través de la historia, es uno de los rasgos más distintivos del trabajo desarrollado por Víctor Díaz Arciniega (México DF, 1952), un investigador que se define a sí mismo como sui generis. Y es que analizar distintas problemáticas sociales y culturales que ocurren en nuestro presente desde una perspectiva histórica, a través de aquellos personajes generadores de nuevos discursos e ideas, le ha exigido al historiador moverse por distintos campos del conocimiento y adentrarse a un sinfín de temas, desde movimientos insurgentes como el EZLN, hasta personajes de la cultura y la revolución como Mariano Azuela. Investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) plantel Azcapotzalco, Víctor Díaz dedicó la mitad de su formación académica a las letras, cursando un doctorado en literatura hispánica en el Colegio de México, y la otra parte, a la historia, área en la que también obtuvo un doctorado en la Universidad Nacional Autónoma de México. De manera general, Díaz Arciniega engloba su trabajo dentro de la historia de la cultura y la literatura, tarea que ha desempeñado a través de la recuperación de materiales, generalmente desconocidos, que con un proceso de revisión, valoración y contextualización, cobran relevancia para el lector. Por ejemplo, cita el especialista, de un enfoque como éste se desprendieron los dos volúmenes (Misión di- plomática, FCE, 2001) sobre la actividad diplomática de Alfonso Reyes, en la que el doctor Víctor Díaz recopiló los documentos que dan fe sobre la amplia actividad de Reyes como embajador, y en su estudio introductorio lo ubica dentro de un contexto literario e histórico más amplio. Esta investigación, refiere Díaz Arciniega, ya tenía por sí misma una distancia histórica que le permitió hacer un análisis del personaje como hombre, literato y servidor público, lo que reditúa en una ponderación más contextualizada y de mayor valía. Sin embargo, el estudioso busca también mirar acontecimientos políticos actuales con una visión histórica "como si ahora pudiera ver estos hechos con una distancia de por lo menos 50 años, para tener una perspectiva más comprensible y abarcadora de lo que estamos viviendo". Con este enfoque, Díaz Arciniega realizó, en colaboración con Adriana López Téllez, una investigación hemerográfica que derivó en una compilación antológica de textos periodísticos (de entre el primero de enero de 1994 y abril de 1995) sobre los acontecimientos de Chiapas publicados en 12 periódicos nacionales, titulado Chiapas. Para la Historia. Antología, reunido en dos volúmenes (UAM-Azc. 1998). Asimismo, el historiador se ha interesado en la conducta de los intelectuales -ya sean hombres de ciencia, escritores, artistas-, para observar la relación de sus propuestas con el Estado, ya que estos "como generadores de ideas, forman parte de la transformación de nuestra realidad" tal como ilustra en su libro Querella por la cultura revolucionaria (FCE, 1989) Al referirse a estas ideas, Víctor Díaz cita a Alfonso Reyes, quien decía que América Latina está construida por generales y poetas. "Los poetas son la vanguardia, los que generan ideas, y los políticos son los que tienen la tarea de realizarlas. No obstante, pareciera que el peor enemigo de los generales -hoy los políticos- son los poetas por proponer nuevas formas de pensamientos. Esto es lo que me ha interesado. Dicha relación que sólo se expresa vía periódico. Medio que ha fungido como la única agora pública que tenemos". De esta manera, el investigador ha conjuntado sus trabajos en distintos libros como Memoria personal de un país. La vida de Alejandro Gómez Arias; Premio Nacional de Ciencias y Artes, 1945-1990; Historia de la casa, Fondo de Cultura Económica; y Correspondencia y otros documentos de Mariano Azuela del cual Víctor Díaz hizo la introducción, edición y notas y forma parte de un proyecto actualmente en curso sobre el novelista de la revolución. El especialista sostiene que uno de sus principales intereses es abordar el presente desde una perspectiva histórica.
Finalmente, Díaz Arciniega subraya que no deja de sorprenderle cómo sigue sin considerarse a la historia en la toma de las decisiones políticas, ya que los patrones de conducta se repiten -"incluso de manera torpe"- de forma idéntica desde hace varias décadas. "Somos de una ingenuidad que realmente resulta conmovedora y seguimos sin aprender de nuestro pasado". (Mirna Servín * Fotos: Alejandro Meléndez)
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