BALANCE DE LA JORNADA
 

Ť Fallar penales, falta de profesionalismo de los jugadores

Ť Buen síntoma: Chivas en el liderato general y América resurge

Ť Edgardo Fuentes, con el pie izquierdo; Mario Trejo, en riesgo

MARLENE SANTOS A.

Cruz Azul -y el futbol mexicano en general- ya aprendió a ser irreverente y altanero al medirse contra los grandes, llámese Boca Juniors, Real Madrid o Brasil, pero le falta convencerse a sí mismo de que su capacidad es ilimitada; que su concentración mental y fortaleza pueden ir más allá de 90 minutos, los extras y penales.

¿Acaso no lo demuestran así diversos atletas? La imperturbable concentración para medir y ensayar cada movimiento hasta la perfección de un Fernando Platas, la fortaleza insospechada de los marchistas y la aguerrida mentalidad de tantos otros.

El camino hacia la internacionalización es ya bueno con participaciones en Libertadores, Merconorte, Confederaciones, Copa América, etcétera. ¡Pero quedarse siempre en la orilla por fallar penales! Eso no lo justifican ni mil emotivas loas sobre los aspectos lúdico e impredecible del futbol.

Los penales se ensayan y no hay de otra. Y en la actualidad debe hacerse con técnicas de respiración, relajación y todo lo necesario para ejecutarlos con la serenidad necesaria. Incluso, para los exigentes resulta una prueba de falta de profesionalismo de parte de los jugadores, que cada vez deben ser atletas más completos y entregados a su deporte.

La muestra la ha dado Alberto García Aspe, quien en sus inicios con la selección falló desde el manchón de los once metros. Le molestó tanto que los practicó hasta convertirse en uno de los más eficientes cobradores.

Entonces ni siquiera habría que maldecir ese sistema de definición y hasta dejaríamos de calificarlos de "volado" o "lotería" pero, sobre todo, en México dejaríamos de festejar derrotas honrosas.

Lo bueno de todo es que La Máquina sigue ganando seguidores en casa y popularidad en el mundo. Y para redondear las cosas, en el torneo local Chivas y América empiezan a reaccionar, lo que brinda emotividad e interés al campeonato.

El argentino Oscar Ruggeri cumple buen trabajo con el Guadalajara, equipo que se mantiene invicto junto con Toluca, el rey del empate Necaxa y Santos. Inició imponiendo orden en sus líneas y ahora es el segundo más goleador, detrás de Santos. Mucho mérito para un conjunto eternamente limitado a jugadores mexicanos.

También los americanistas están de plácemes. La conquista de la Copa de Gigantes cayó bien en el plantel amarillo, no tanto por el cetro, sino por la reacción que provocó en sus filas, pues la presión de los suplentes hizo despertar a los supuestos titulares y el Bam Bam Zamorano apareció con dos goles que mataron al Atlas.

Resta esperar que no sean meros flamazos o el simple afán de humillar a los rojinegros en su propia casa. Además, nadie extrañó a Fabián Estay, tampoco a Duilio Davino, mientras otros adormilados como Pável Pardo y Braulio Luna tuvieron que ponerse a ritmo para no desentonar.

Apenas se han consumido cuatro fechas y en la tabla ya se dibujan los punteros y los de abajo. El colero indiscutible es Irapuato, cuyo plantel no luce mal nombre por nombre, pero ya tiene al entrenador Mario Trejo al borde de la guillotina.

La Piedad no ha podido ganar en el máximo circuito y el técnico Alberto Guerra no halla la forma de abatir los descuidos, pues con ventaja en el tablero sus pupilos se dejan alcanzar invariablemente, y hasta derrotar, como ocurrió contra Santos.

Otro que araña el sótano es el León de Roberto Zermeño. No tuvo el repunte esperado con la llegada de Edgardo Fuentes, pero en este club ya es común ver rodar cabezas, ¿será por eso que Luis Alberto Islas y Jaime Ordiales prefieren mantenerse como jugadores? o, como los designa Zermeño, "asesores" del técnico en turno.

Tigres se quiere ubicar entre los punteros. Superó el amargo trago de jugar en estadio vacío y autofestejó sus dos goles frente al Puebla, pues ni siquiera el notario público que acudió a certificar el cumplimiento del veto pudo mostrarse como su aficionado. Pese a la victoria, el equipo dirigido por Ricardo Tuca Ferreti no convence, le falta aprender a cosechar puntos como visitante.

Esta semana de doble jornada no dará opción a distracciones y definirá con mayor claridad el perfil que toman los clubes, los de arriba y los de abajo.