LUNES Ť 13 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť Circula Vivir la diversidad. Identidades y cultura en dos contextos urbanos de México
Ciudades: resurge la convivencia ante el caos
Ť La serie de ensayos coordinada por María Ana Portal analiza barrios, colonias y unidades como espacios colectivos Ť Contrapone vínculos sociales con inseguridad y delincuencia
MONICA MATEOS-VEGA
Las ciudades mexicanas no sólo son ámbitos de fractura y peligro, de caos e inseguridad, de crisis y pérdida de sentido. La serie de ensayos que conforman Vivir la diversidad. Identidades y cultura en dos contextos urbanos de México, coordinados por María Ana Portal, explican que la ciudad no se reduce a los procesos desarticuladores y tendencialmente destructivos.
"Frente a éstos aparecen otros procesos que actúan en sentido inverso: formas de integración del espacio urbano, prácticas sociales, religiosas y políticas que hacen que los habitantes generen referencias de identidad, nuevos usos de lo público, nuevas formas de apropiación local", señala Portal en la introducción del volumen que fue dado a conocer recientemente.
Desde una perspectiva antropológica, autores como Angela Giglia, Vania Salle, Raquel Guzmán, Iván Gomezcésar, Jorge Aceves y Patricia Safa, analizan los mecanismos socioculturales que han permitido la supervivencia de ciertas entidades urbanas, así como la (re) construcción de una cultura donde barrios, colonias, pueblos, fraccionamientos y unidades habitacionales constituyen espacios de vida colectivos.
En esos lugares también se tejen dinámicas sociales singulares que crean o refuerzan los vínculos sociales a contracorriente del caos, la inseguridad, el peligro y las rupturas que suelen caracterizar a las grandes ciudades.
Las investigaciones que conforman "Vivir la diversidad" fueron auspiciadas por el Conacyt, que en 1998 brindó financiamiento al proyecto "Vecinos, barrios, colonias y pueblos en dos contextos urbanos de México: identidades y cultura en el sur del Distrito Federal y zona metropolitana de Guadalajara". Un equipo conformado por especialistas de la UAM Iztapalapa, la UNAM, la FLACSO, el Colegio de México y el CIESAS Occidente trabajó durante más de dos años en las zonas mencionadas.
"Comparar dos ciudades mexicanas nos permitió enriquecer nuestra reflexión teórica al reconocer las diferencias y similitudes de los espacios analizados. Ambas ciudades están sufriendo procesos de transformación acelerada que acrecientan la tensión entre las llamadas 'formas tradicionales de vida', todavía arraigadas a la estructura rural subyacente que la ciudad subordina a su paso, y aquellas reconocidas como formas 'modernas' y globalizantes, características de las megalópolis contemporáneas", agrega la coordinadora del proyecto.
En este sentido, los autores se interesaron en descubrir, describir y distinguir la diferencia que existe entre colonias, pueblos, barrios, unidades habitacionales y fraccionamientos desde diversas perspectivas: históricas, espaciales, de clase y etnia, económicas y políticas; ello traducido a prácticas específicas: relaciones laborales, relaciones de parentesco, sistemas festivos, formas de recrear la memoria y tradición oral, maneras específicas de construir lo público y lo privado a través de la apropiación d el espacio, el papel de las organizaciones cívicas y religiosas en estos procesos que implican negociación y lucha, la construcción de la democracia, etcétera.