LUNES Ť 13 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť Sólo 1% usa esa tecnología en aulas: Microsoft
Sin acceso a computadoras, la mayoría de maestros mexicanos
Ť Algunos dicen temerle al manejo de ese instrumento
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
Para la mayoría de los maestros mexicanos tener computadora en su aula y saber usarla es una utopía aún en tiempos de educación a distancia y de Internet. De 800 mil docentes de primaria y secundaria públicas, apenas 5 por ciento, 40 mil mentores, han tomado un curso básico de la SEP y sólo uno por ciento -según la empresa Microsoft- usan esta tecnología para dar sus clases. Esto contrasta con 54 por ciento de los profesores estadunidenses, para quienes el uso de esta herramienta es una práctica cotidiana.
Nacidos cuando surgieron la radio, la televisión o la videocasetera, los profesores aún le tienen miedo a una tecnología que conocieron tarde y no tienen mucha necesidad de usarla. En países avanzados, las computadoras comenzaron a llegar a las escuelas desde hace dos décadas, pero en México, el proyecto más importante, Red Escolar, se inició hace cinco años y abarca escasas 7 mil 500 de los 200 mil planteles.
Pero la presión de los alumnos por tener un maestro que "hable en su lenguaje" es cada vez más mayor y los profesores y las colegios se están quedando rebasados.
Leticia Olvera, profesora de primaria, lo vivió con sus alumnos y hace tres años se decidió a estudiar una de las pocas maestrías en informática educativa que existen en México, con la idea de promover una "pequeña revolución educativa" en su salón de clases.
Pero su regreso a las aulas fue decepcionante. La SEP la asignó a una escuela en Coyoacán que carece de computadoras, y también se encontró con el rechazo de algunos de sus colegas que la llamaban "cerebrito" porque ya sabe usar esa tecnología.
Fundadora de la primera maestría en informática en la UPN, la doctora en Educación Soledad Rodríguez de Ita considera que la SEP "aún no ha encontrado el camino para hacer que sus profesores se interesen en la computación", y cuando algunos lo hacen por iniciativa propia "se encuentran con aulas sin equipo o con una escuela tradicionalista."
Guillermo Kelly, director del ILCE -la principal institución que ofrece cursos de informática educativa-, asegura que están preparados para capacitar a todos los docentes. En cinco años han dado cursos básicos a 40 mil profesores y esperan poder alcanzar la meta de 50 mil mentores el año próximo. "Estamos preparados para atender a un mayor número de maestros", afirma.
Pero advierte que no es fácil llegar a los 800 mil docentes porque se requieren muchos recursos económicos para equipar y conectar a la red a todos los planteles y un mayor número de maestros interesados en el mundo de la computación.
En cada escuela, explica Kelly, se requiere invertir un promedio de 250 mil pesos que multiplicados por los cerca de 200 mil planteles públicos da un total de 50 mil millones de pesos (cantidad que representan la quinta parte de todo el presupuesto educativo). Además, la capacitación de cada profesor cuesta mil pesos en promedio, y llegar a los 800 mil implica un gasto de 80 millones de pesos.
"Nos hemos ido a un ritmo muy lento porque nosotros no podemos lanzar un programa masivo de capacitación del magisterio cuando el maestro todavía no tiene computadora en su escuela. En parte estaríamos tirando el dinero".
Y es que la SEP se ha centrado en equipar y crear contenidos para enseñar con las nuevas tecnologías, pero apenas se está pensando en el maestro. En mayo, la SEP y el SNTE firmaron un convenio para ayudar a 50 mil profesores a comprar una computadora personal. En junio, el ILCE, la UPN y las empresas Microsoft e Intel anunciaron un programa para capacitar a siete mil maestros de Guanajuato, Nuevo León, Oaxaca y Chiapas.
Sin embargo, estos esfuerzos aún son aislados, considera el matemático y experto en el tema José William Gallardo. Y advierte que en las aulas se está dando un "choque generacional" cada vez más evidente, pues mientras los maestros no saben ni prender la computadora, sus alumnos conviven todo el tiempo con esa tecnología.
El choque generacional
Luego de dar clases durante 20 años, Alicia Torres se precia de conocer muy bien los planes y programas de estudio y de entender la psicología de los niños, pero no oculta sus temores frente a la computadora. "Me da mucho miedo porque he apachurrado mal los botones y he borrado los trabajos y mis hijos me llaman la atención".
La profesora Alicia desconfía un poco, pero no se resiste a aprender. "Algunos compañeros ven la computadora como el enemigo a vencer, pero yo no creo eso porque puede ser un elemento de mucha ayuda siempre y cuando no se abuse".
El uso excesivo de la informática, asegura, puede ser negativo. Cuenta que en una ocasión dejó a sus alumnos de quinto grado de primaria que hicieran una visita al Museo Nacional de Antropología e Historia para que elaboraran un informe. Cuando revisó los trabajos se encontró con uno muy completo, y al alumno que lo hizo le preguntó cuál pieza del museo le había gustado más. El chico le contestó que no había ido porque según su papá todo lo iba a encontrar en Internet.
El rechazo inicial de los maestros a la computadora se debe también a que sus labores se multiplican. Julián Martínez, profesor de una primaria de la delegación Alvaro Obregón, explica que antes era más sencillo revisar 50 sumas iguales o 20 monografías pegadas en un cuaderno que las investigaciones individuales elaboradas ahora por sus alumnos. "Como Internet no tiene límite, los muchachos me traen todo tipo de información", explica el docente.
También hay familias que no entienden mucho de las dinámicas de la escuela moderna. En planteles en los que la SEP ha puesto en marcha proyectos piloto, explica un informe, algunas madres se quejan de que no se cumple al pie de la letra el plan de estudios porque sus hijos no hacen los ejercicios escritos de antes.
Todas estas barreras dependen del docente y de una escuela que se aferra al pasado, pero Ƒqué sucede con el sistema educativo?
El analfabetismo funcional del magisterio, explica la profesora de la UPN Soledad Rodríguez de Ita, tiene su origen en que la SEP ha hecho esfuerzos limitados para incorporar al docente al mundo de la informática. "Nuestro gran desajuste es que mientras aquí apenas estamos enseñando a los maestros a conectar la computadora, a saber cuáles son las direcciones de Internet, a tener una mínima cultura informática, en otros países les están enseñando a dar sus clases con tecnología".
La historia de la maestra Imelda
Y es que la incorporación del maestro a la cultura informática ha sido complicada, pero no imposible, explica Marcela Santillán, pionera en la enseñanza de las matemáticas a través de la computación. Para poner en marcha el novedoso proyecto Secundaria Siglo XXI, en 1999 se capacitó a 45 profesores de la secundaria anexa a la normal superior de la ciudad de México, con cursos sabatinos que duraron dos meses.
Recuerda que el proyecto generó tal entusiasmo que Imelda, una profesora de Geografía a punto de jubilarse, prefirió quedarse en la escuela cuando descubrió el potencial de una tecnología que nunca había usado y que le daba acceso a toda la mapoteca digital del INEGI, algo que nunca había imaginado. Al principio, refiere Santillán, la profesora necesitaba de la ayuda de un alumno, ahora es una experta.
La investigadora del Cinvestav y responsable de los proyectos de enseñanza de matemáticas y física por computadora Teresa Rojano dice que aprender a enseñar con computadora tiene "impacto increíble" porque el docente después de muchos años de impartir clase de determinada manera, cuando tiene acceso a la informática revisa sus conceptos y encuentra aspectos que no había descubierto antes.
Cuando el profesor se inicia en la computación, agrega Rojano, hay un rechazo. "Siente que pierde autoridad con un nuevo modelo en el que él ya no tiene la última palabra como cuando usaba las herramientas tradicionales de papel, lápiz y pizarrón". Pero, a medida que descubre sus utilidades y que tiene acceso a bancos de información que nunca pensó que existieran el "profesor se emociona" y deja de resistirse.
Eso sucede cuando los maestros prácticamente son "llevados de la mano" en proyectos estrella de la SEP. Pero, el maestro José William menciona que muchos planteles públicos y privadas habilitaron sus laboratorios de cómputo como pudieron, nombraron un maestro responsable y cuando los alumnos asisten a clase es como si fueran al museo: "asisten pocas veces y ven las cosas de pasada".
Muchos niños de escuelas públicas y privadas, dice la maestra Rodríguez de Ita, van a su laboratorio de cómputo "a darle de teclazos a la computadora, aprenden viejas aplicaciones y con eso los maestros ya se declaran satisfechos".
Pero, la rectora de la UPN pide no angustiarse ante la falta de computadoras y de capacitación. "La tecnología no lo resuelve todo".
Y es que países como Cuba y Hungría que tienen menos computadoras que México han obtenido los primeros lugares en concursos internacionales de conocimiento.
La rectora de la UPN, quien pugna porque la tecnología se acerque a todos los estudiantes, de todos modos afirma: "Si el maestro está bien formado, los chicos van a aprender aunque sólo tengan papel y lápiz".