LUNES Ť 13 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Toda su vida, expuestas a este crimen; hay cultura depredadora del hombre, dice Jefferson Drezzep

Sufren abuso sexual 12 millones de mujeres en el mundo al año: experto

Ť Reconoce el investigador severas deficiencias en México en materia de atención a víctimas del delito

CAROLINA GOMEZ MENA

La posibilidad de que una mujer pueda sufrir una violación sexual es entre 85 y 90 por ciento superior a la que tiene un hombre. Se calcula que en mundo cada año 12 millones de mujeres en alguna etapa de su vida -desde antes del año hasta la vejez avanzada- son atacadas sexualmente, indicó Jefferson Drezzep, coordinador del Servicio de Atención a Violencia Sexual del Instituto de la Mujer de Sao Paulo, Brasil.

De ellas se estima que alrededor de tres por ciento son agredidas por más de un individuo y la tendencia es que sólo una de cada 10 de ellas denuncie el delito, por lo que se prevé que el subregistro de este acto ilícito oscila entre 80 y 95 por ciento.

Lo anterior, dijo, confirma que la violación además de ser un problema de salud pública por sus implicaciones físicas y psicológicas, es también una cuestión de género que tiene sus raíces en la cultura "depredadora" que se inculca a los hombres a nivel mundial, en relación con las mujeres.

En México, al igual que el resto de los países latinoamericanos, se estima que sólo una de cada cuatro féminas padecen alguna forma de violencia, incluida la sexual, de ahí que las naciones deben aplicar políticas y leyes que permitan interrumpir el embarazo, cuando es producto de un acto violento, vía la anticoncepción de emergencia, así como contar con medidas de profilaxis para impedir el contagio con el VIH, sugirió Drezze.

Al dictar una conferencia magistral, el especialista internacional hizo una detallada exposición de la situación que se vive en su país en torno a la agresión sexual y las medidas que llevaron a establecer reformas legislativas e institucionales que han ayudado a las mujeres víctimas de ese delito, lo cual derivó en la creación de instancias de atención y capacitación a servidoras de salud para abordar y dar solución a la problemática de los efectos de la violación.

Paradojas en México

En el acto organizado por el Foro Nacional de Mujeres y Políticas de Población, Drezzep opinó que la situación actual de México en torno al tema, le recuerda la vivida en su país hace casi una década; es decir, un ambiente en el que, pese a existir legislación que castiga el delito y permite interrumpir el embarazo cuando hubo violencia, en los hechos se ponen trabas para que a la mujer se le libere de tener a un hijo que no desea y que además le recordará por siempre la vejación.

Para Drezzep, en México las principales deficiencias en la materia son la carencia de unidades totalmente especializadas en atención integral a las víctimas de violación, no tomar en cuenta la opinión de los ginecólogos nacionales, pues casi 70 por ciento estaría dispuesto a interrumpir un embarazo producto de violación y el hecho de que la legislación "no se cumpla", más aún si se sabe que entre uno a cinco por ciento de las ultrajadas, concebirá un hijo a raíz del hecho.

El caso Brasil

A decir del ginecólogo, estudios realizados en Brasil, que son extrapolables para América Latina, el riesgo de que la violada experimente una enfermedad de transmisión sexual fluctúa entre 28 a 68 por ciento, y la incidencia aumenta a medida que los factores de riesgo se elevan, es decir, la violencia con que se realice el acto -dependiendo si hay lesión de genitales internos o externos, el grado de limpieza del agresor, y si es un violación individual o tumultuaria. En caso del país sudamericano, una de cada 10 mujeres tiene posibilidades de ser ultrajada por más un individuo, y se han dado casos de hasta "más de nueve", lamentó Drezzep.

En su opinión, en México se da una cierta contradicción, pues pese a que es uno de los líderes en cuanto a políticas reproductivas, en el renglón de atención a la mujer violada hay evidentes deficiencias, pero sobre todo en el rechazo a ministrar la píldora de anticoncepción de emergencia y a aplicar antirretrovirales a las víctimas para reducir riesgo de infección por VIH.

Al respecto, precisó que después de una gran lucha con los sectores conservadores y asociaciones contrarias al aborto se logró instalar en cada una de las principales regiones de Brasil al menos una unidad especializadaprotesta_violacion1 en atención a mujeres violadas.

En estos espacios se recibe a las víctimas y se les da asesoría legal y en derechos humanos y también se les traslada en unidades móviles en las que son acompañadas por una asistente social y una psicóloga con los médicos legistas, para que se les efectúe los análisis que confirmarán el abuso sexual.

Apoyo psicológico

En el trayecto las especialistas platican a la víctima en qué consistirá el estudio y le dan apoyo psicológico, pues "aunque una mujer violada siempre sufrirá secuelas -especialmente mentales- del hecho, las primeras 72 horas después del acto violento son las más difíciles", comentó.

Es por ello que también en ese lapso se les aplica a las víctimas un esquema de profilaxis, en el que está incluido una vacuna contra la hepatitis B, antibióticos para contrarrestar posibles contagios de gonorrea y sífilis, entre otras ETS. Dentro de este esquema están consideradas las píldoras de anticoncepción de emergencia y el consumo por 28 días de tres antirretrovirales.

Esto último, aunque no está demostrado que previene 100 por ciento contra el VIH/sida, estudios exploratorios han arrojado que "cero por ciento de mujeres fueron contagiadas" cuando se les administraron los antirretrovirales, y en el caso contrario, "2.7 por ciento fueron infectadas". Cabe observar que existe la posibilidad de que la razón de la seronegatividad pueda haberse debido a que el o los agresores no estaban contagiados.

En EU, medio millón de delitos sexuales al año

Según cifras del Departamento de Justicia de Estados Unidos, cada año en esa nación se cometen medio millón de delitos sexuales, de los cuales se derivan más de 32 mil embarazos no deseados. Allí se calcula que cada 12 minutos una mujer es violada.

Contrariamente a lo que se piensa estudios confirman que las mujeres están expuestas a este crimen durante toda su existencia ("en Brasil se han notificado ultrajes de niñas de menos de tres meses y de ancianas de hasta 83 años), no obstante, las mayores posibilidades se dan entre los 15 y 19 años, con 37.6 por ciento y en el rango de 20 a 24 años con 26.7 por ciento.

Ciertamente mientras menor es la edad de la víctima existen más probabilidades de que el abuso sexual sea sin penetración vaginal, así, en 46.5 por ciento de los casos el acto ilícito no incluyó penetración, pero sí prácticas orales. En adolescentes, 59.2 por ciento de los ultrajes fueron por vía vaginal y en adultas la cifra fue de 62.1 por ciento.