LUNES Ť 13 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Las acciones arrancan con el 480 aniversario de la caída de Tenochtitlán

Comienzan en Nuevo León jornadas contra la ley indígena

DAVID CARRIZALES CORRESPONSAL

Monterrey, NL, 12 de agosto. Al conmemorarse hoy el 480 aniversario de la caída de Tecnochtitlán, agrupaciones civiles de Nuevo León comenzaron las primeras Jornadas de Resistencia por la Dignidad Nacional y la Fraternidad entre los Pueblos Indios, que culminarán el 22 de diciembre.

Niños mixtecos, jóvenes grafiteros de barrios populares de Monterrey y transeúntes en general hicieron dibujos acerca de lo que anhelan para ellos y para su país.

Rogelio de la Luz Flores, uno de los coordinadores del acto, comentó que a lo largo de estas jornadas que impulsa la sociedad civil organizada, impartirán conferencias sobre la realidad nacional e internacional analistas y estudiosos como Armando Bartra, Carlos Fazio, Andrés Barreda, los obispos Samuel Ruiz y Raúl Vera López, además de dirigentes del Congreso Nacional Indígena.

Los objetivos de estas acciones, dijo Rogelio de la Luz, son apoyar la resistencia de los pueblos indios ante la "imposición racista" de la Ley Indígena Cevallos-Bartlett y Ortega, para alcanzar la aprobación sin deformaciones de la iniciativa original de la Ley de Derechos y Cultura Indígenas de la Cocopa. Asimismo, salvaguardar, como supremo patrimonio de los mexicanos, la riqueza de su biodiversidad y los recursos naturales del territorio nacional, ante la amenaza de un mayor saqueo y destrucción, que implican los proyectos económicos de las compañías trasnacionales, como parte del proyecto gubernamental de Vicente Fox Plan Puebla-Panamá, y detener la venta de nuestros litorales a los consorcios extranjeros.

Otro de los objetivos de estas jornadas de resistencia, añadió De la Luz, es restaurar y elevar las condiciones de vida de los obreros y empleados de clase media, a través de una nueva Ley Federal del Trabajo, basada en el ejercicio pleno y digno de una auténtica libertad sindical; el derecho al contrato negociado colectivamente, además de mantener el derecho de huelga como arma legítima del obrero y el empleado.

Rogelio de la Luz indicó que una vez que el Congreso de la Unión y la mayoría de las legislaturas estatales aprobaron la ley Cevallos-Bartlett y Ortega, ha quedado claro para el pueblo que ni los congresos de los países industriales o sus satélites "son ya los caminos en donde el ser humano puede construir una sociedad más justa y digna para todos".