LUNES Ť 13 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť ''Llegó y llegó bien'', expresa el cardenal luego de la misa dominical en Catedral
Confía Rivera en que Espinosa tenga un juicio justo
Ť El arzobispo se trasladó a Santiago Tianguistenco para asistir a las exequias de Hank
JOSE ANTONIO ROMAN
El cardenal Norberto Rivera Carrera expresó ayer su deseo de que el ex regente capitalino Oscar Espinosa Villarreal, recientemente extraditado a México, sea juzgado con justicia.
''Llegó y llegó bien, esperamos que sea juzgado con justicia'', respondió el arzobispo primado de México a la única pregunta que aceptó responder, luego de su acostumbrada misa dominical en la Catedral Metropolitana. El prelado, según sus colaboradores, tenía ''un poco de prisa'', porque debía oficiar la misa de cuerpo presente del profesor Carlos Hank González, en Santiago Tianguistenco, estado de México.
Hay que recordar que tras las acusaciones de peculado en contra de Espinosa Villarreal, su salida del país en calidad de ''fugitivo'' y su posterior detención en la capital nicaragüense, el cardenal aceptó públicamente su amistad con el ex secretario de Turismo, además de que hizo varias declaraciones en su favor.
Incluso, cuando Espinosa fue detenido en Managua y su defensa solicitaba cambiar la prisión por un arraigo domiciliario, se hizo público que Rivera Carrera solicitó al arzobispo de Managua, cardenal Miguel Ovando y Bravo, realizar algunas ''gestiones'' ante las autoridades gubernamentales de ese país en favor de su ''amigo'', acusado de peculado por las autoridades capitalinas encabezadas en ese entonces por Rosario Robles.
Durante la misa dominical de ayer, en la cual fueron presentados diez nuevos diáconos permanentes, Rivera se refirió a la importancia de la fe, la cual en los tiempos actuales "se la roba el ladrón de la ambición y la carcome la polilla de la lujuria.''
Señaló que cuando se debilita o desaparece la fe, el corazón humano queda atrapado en los espejismos de este mundo; entonces, poco o nada nos importa estar vigilantes y en espera del Señor.
Cuando esto sucede, añadió, no es de extrañarse que nuestras preferencias corran en pos de todo lo deleznable y efímero que nos ofrece el mundo: indiferencia religiosa, vanidades, ambiciones que se manifiestan en una escandalosa falta de solidaridad social, atropellos del más necesitado, del trabajador y de las familias, vivencias de un hedonismo que desprecia los mandamientos de Dios y del respeto al prójimo, especialmente a la mujer.
Se informó que el próximo miércoles será reabierto el Sagrario Metropolitano y ese mismo día, en la Basílica de Guadalupe, Jonás Guerrero Corona, Francisco Clavel Gil y Rogelio Esquivel Medina asumirán como nuevos obispos auxiliares de la Arquidiócesis de México.