Luis González Souza
IFE: tercera llamada
Según creemos, la transición de México a la democracia -a una democracia genuina y sostenible- todavía no está consumada. Y a nuestro entender, esto no se logrará mientras los poderosos, o simples moradores en las azoteas políticas del país, insistan en, por un lado, defender a capa y espada sus usos y costumbres, lo mismo que sus privilegios y cotos de poder, y por el otro lado, insistan en cerrar el paso a nuevos usos y sujetos político-culturales, llegando incluso a descalificarlos dictatorialmente (sin más argumento que su "autoridad").
Lamentablemente, esta cultura dictatorial es la que aún predomina en nuestro país (con todo y el "histórico" cambio electoral del 2 de julio). Y para mayor lamento, la reproducción de esa cultura autoritaria incluso se percibe en instituciones bien equipadas (o mandatadas) para empujar a fondo la transición democrática del país. Caso tal vez límite: el del IFE. Y ya no sólo por yerros de algunos de sus funcionarios al repartir premios y castigos presupuestales. Ahora también, y acaso más grave, por la incapacidad del IFE para admitir errores y, todavía peor, por su proclividad a aniquilar -discursivamente- a quienes osan impugnarlos. Si esa es la mejor institución con que hoy cuenta México para impulsar una nueva cultura política, ¿qué esperar de las demás? Con razón se dice que una transición democrática exige nuevas culturas, leyes e instituciones. Con razón la transición mexicana todavía suscita tantas dudas.
Todo lo que en Causa Ciudadana nos atrevimos a hacer fue impugnar -eso sí, enérgica y públicamente- el recorte del presupuesto (44 por ciento en la primera "ministración" de este año) a causa de ciertas maniobras de los contadores del IFE al clasificar gastos "directos" e "indirectos". Y la respuesta (¿o castigo?) pública que recibimos (en El Correo Ilustrado de nuestro diario) se parece más a un linchamiento que a la "nueva cultura democrática" que supuestamente el IFE ha de promover. Para colmo, esa respuesta está plagada de distorsiones, medias verdades, descalificaciones y hasta mentiras completas. Por ejemplo, en su respuesta de ayer, el coordinador nacional de comunicación social del IFE asegura que quien esto escribe no ha informado que Causa Ciudadana "externó su inconformidad con las decisiones del Consejo General (del IFE) y presentó un recurso ante el TEPJF", ni tampoco ha dado a conocer que (dicho tribunal electoral) "confirmó las decisiones del IFE y rechazó los argumentos de CC (Causa Ciudadana)" (El Correo Ilustrado, 10-VIII-01). Tan es falso tal aserto que este tema ya hasta aburrió a varios lectores que nos escriben con frecuencia. Baste remitir al licenciado Avilés a El Correo Ilustrado del 27 de julio pasado, donde quedan bastante claras las impugnaciones de Causa Ciudadana a la resolución del TEPJF, o baste remitirlo a nuestros artículos de las últimas dos semanas.
Justamente para no aburrir a más lectores, y como diría un buen dermatólogo, vamos al grano. 1) La transición de México a la democracia plena (no sólo electoral) no está consumada. La alternancia electoral del 2 de julio del 2000 dio un gran impulso a esa transición, pero falta lo principal: la transición cultural, la creación de nuevas leyes, instituciones y actores con capacidad y vocación incluyentes ("Un México donde quepan todos los Méxicos"). 2) Desde su nacimiento, pero acaso más ahora, CC está definida como una agrupación no oficialista, sino de lucha, sobre todo lucha por la nueva cultura democrática que tanto urge a nuestro país. Una agrupación de oposición constructiva, y no dogmática: ni foxista ni antifoxista como dogma. De hecho, antes del 2 de julio la directiva de CC invitó a platicar a todos los candidatos presidenciales, mas su reunión con Fox tuvo que cancelarse, y ya luego nunca se dio. 3) Este año el IFE recorta en gran medida el presupuesto de CC y de muchas otras APN, y en cambio aumenta mucho el de algunas que, al parecer, "se la jugaron" con Fox (Unidad Nacional Lombardista, 689 por ciento de aumento, y A'Paz Alianza Zapatista, 3,062 por ciento, en su primera ministración).
Preguntas: ¿son meras coincidencias, o es que el IFE está en vías de perder autonomía? ¿Conviene a agrupaciones nuevas, como Causa Ciudadana, mantenerse bajo el cobijo presupuestal del IFE? ¿Cuánto tiempo más y sin perder ni autonomía ni vocación crítica, si bien siempre propositiva?