VIERNES Ť 10 Ť AGOSTO Ť 2001
La migra en la embajada de EU
Vejaciones y despojo a la estudiante mexicana Tania Unzueta al tramitar una visa
BERTHA TERESA RAMIREZ
A sus 17 años, Tania Unzueta, hija de migrantes indocumentados necesitada de conseguir una visa de estudiante internacional para proseguir sus estudios superiores en Estados Unidos, relata haber sufrido en carne propia la condena que lanzara la abuela desalmada de La cándida Eréndira en el cuento de Gabriel García Márquez: "pobre niña, no te alcanzará la vida para pagarme lo que has hecho".
Su pecado, afirma, es haber reconocido ante una funcionaria de la embajada de Estados Unidos en México que estudió los últimos cinco años en una escuela pública de Chicago, y que las buenas calificaciones obtenidas en ella le permitieron lograr una beca de 10 mil 500 dólares para continuar su enseñanza en la Universidad de Indiana.
La persona que la atendió en la sede diplomática -a la cual acudió el pasado 2 de agosto para realizar los trámites para obtener una visa de estudiante internacional-, apenas le había recibido sus documentos, le preguntó dónde había estudiado los últimos años. Tania contestó con la verdad: "en una escuela pública de Illinois".
Ello bastó para que la hicieran pasar a un cuarto para someterla a un interrogatorio. Sin leer los documentos que la menor presentó, la mujer -que nunca se identificó- rayó con su pluma la carta en la que la universidad informaba a la joven que había obtenido la beca.
"Me trató con despotismo, me dijo que no me daría ninguna visa y que por haber estudiado la escuela secundaria en Chicago le debía dinero al gobierno estadunidense."
Entrevistada en la oficina de Atención a Mujeres y Menores de la Subsecretaría del Trabajo y Previsión Social del Gobierno del Distrito Federal, señaló que al tratar de obtener el permiso se proponía no ser una más de los miles de estudiantes, hijos de mexicanos indocumentados, imposibilitados para ingresar a las universidades por no contar con la documentación necesaria, aun cuando en muchas ocasiones disponen de recursos para financiarse sus estudios.
No era el caso de Tania, ya que ella había recurrido a los canales legales que el propio gobierno de Estados Unidos ha establecido para que estudiantes destacados puedan acceder a una visa de estudiantes internacionales a fin de ingresar a la universidad.
Pero lo que no sufrió en Chicago, en los siete años que lleva de vivir allí, le tocó sufrirlo en la sede diplomática estadunidense en su propio país. "Me cayó la migra justamente en la embajada", dijo la estudiante, y reiteró su exigencia de que le devuelvan sus documentos y pasaporte, que le fueron decomisados ese 2 de agosto.
"La embajada no tiene derecho a quitarme los documentos que me acreditan como ciudadana mexicana, ni a tratar a ningún mexicano en forma discriminatoria; además le solicito que me extienda la visa."
Precisó que luego de responder con la verdad a las preguntas de la servidora de la embajada, intentó explicarle que "en Chicago no es política del gobierno ni del Ministerio de Educación pre- guntar a los estudiantes por su situación migratoria ni por la de sus padres, garantía que están tratando de obtener organizaciones hispanas en todo Estados Unidos''.
Tal garantía, agregó, se ganó hace poco tras una fuerte lucha en California luego de que las escuelas querían preguntar a los estudiantes sobre la situación migratoria de sus padres. No obstante, "la funcionaria me dijo que hasta que le pagara ese dinero que le debía a Estados Unidos me darían visa como estudiante internacional".
Dolores Unzueta, tía de Tania, quien la acompañaba el pasado 2 de julio, sufrió el mismo trato de la funcionaria: le retuvo su pasaporte, además de decomisar los documentos de la menor -carta de aceptación de la escuela, notificación de que se le otorgó una beca de 10 mil 500 dólares, pasaporte y copia de su cuenta de ahorros, entre otros.
Es un trato totalmente discriminatorio que no tenemos por qué aceptar, indicó la tía de Tania; "le dije que no tenía derecho de retener nuestros documentos, a lo que me respondió: -šPues aquí es la embajada!, tomó los documentos y los guardó en su escritorio".
En su empeño por obtener la visa que le permita continuar sus estudios, Tania expuso que cuenta con varios reconocimientos, tanto académicos como deportivos y de servicio a la comunidad en Chicago.
Agregó que una de sus preocupaciones en los últimos tres años fue qué tendría que hacer para seguir sus estudios universitarios, pues para ir a la universidad en Estados Unidos se requiere ser residente, ciudadano o tener visa de estudiante.
Ante esa situación, Tania consultó en varias universidades qué podría hacer. Fue entonces que un consejero en la universidad de Indiana, tras revisar su historia académica le sugirió que solicitara una beca como estudiante internacional. La joven comentó que todavía no decide si estudiará antropología o sociología; "de lo que sí estoy segura es de que seguiré estudiando".