JUEVES Ť 9 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Parlamentarios insisten en la renuncia de De Gennaro

Admite el jefe de la policía italiana "excesos" en Génova

Ť Los responsables serán severamente castigados, sostiene

AFP, DPA Y REUTERS

Roma, 8 de agosto. El jefe de la policía italiana, Gianni De Gennaro, admitió este miércoles "excesos" y "comportamientos ilegales" de la policía para mantener el orden público durante la Cumbre de los Ocho en Génova, que tuvo lugar del 20 al 22 de julio.

"Es posible que las condiciones de guerrilla creadas por criminales violentos hayan provocado en algunos casos excesos en el uso de la fuerza por parte de destacamentos, y en otros casos episodios individuales de comportamientos ilegales, los cuales serán severamente castigados", declaró De Gennaro ante la comisión de información parlamentaria designada para investigar los actos violentos durante la cumbre del G-8.ITALY_SUMMIT_POLICE

El alto funcionario aseguró que los disturbios no fueron provocados sólo por los Black Block (grupos extremistas que visten de negro), sino también por "un número elevado de manifestantes preparados para enfrentarse a las fuerzas del orden".

El funcionario citó como ejemplo "el ataque en masa contra la zona roja". Para De Gennaro, lo que ocurrió en Génova "marca la expansión y confirmación a nivel internacional de un nuevo sujeto que intenta hacer coexistir a los pacifistas auténticos con algunos componentes extremistas y de tipo subversivo".

El jefe de la policía rechazó las acusaciones de haber concentrado sus fuerzas sobre las protección de la zona roja, dejando de lado la ciudad, en manos de los manifestantes. Según él, se hizo "el máximo esfuerzo para cumplir con los objetivos que el gobierno se había fijado: el desarrollo sereno de la cumbre para las delegaciones.

Las declaraciones del jefe de la policía italiana suscitaron reacciones. Los parlamentarios del post-fascista partido Alianza Nacional pidieron la cabeza de De Gennaro, invitándolo a que "asuma sus responsabilidades". También la Unión Sindical de la Policía, una de las organizaciones sindicales de las fuerzas del orden, pidió al jefe de la policía su renuncia, ya que "admitió implícitamente" el fracaso de sus decisiones durante la cumbre del G-8.

Desde la celebración del encuentro de los siete países más industrializados y Rusia, se han presentado numerosas acusaciones de brutalidad policiaca y algunos manifestantes declararon que fueron golpeados cuando se encontraban indefensos en el suelo o cuando estaban claramente alejados del núcleo de las protestas más violentas.

El hecho más sangriento de la Cumbre de los Ocho ocurrió cuando un joven de 23 años, de un grupo de unos 20 manifestantes que atacaban un vehículo de la policía, murió por disparos a la cabeza de un agente de las fuerzas antidisturbios.