JUEVES Ť 9 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Dejaron dos cartas al presidente Vicente Fox

Intentaron llegar a Los Pinos más de mil 500 jubilados; exigen pago de bono

ROBERTO GARDUÑO

Los campesinos que tenían programado marchar rumbo a Los Pinos cambiaron de parecer y optaron por manifestarse ante las oficinas del sector agrario de la ciudad de México, pero quienes sí decidieron caminar rumbo a la residencia presidencial fueron mujeres y hombres jubilados para demandar el pago del bono sexenal aprobado por el Congreso de la Unión en diciembre pasado, y la homologación del salario de los jubilados y pensionados con el de los trabajadores en activo.

El grupo de más de mil 500 personas de la tercera edad ?según cifras de la policía capitalina? fue interceptado por un destacamento de granaderos, quienes colocaron un reten metálico, con malla ciclónica de tres metros de altura para impedir el paso de los ancianos en la avenida Chivatito. Entre ellos, una mujer de nombre María Elena Quesada Orozco, de 76 años, insistió en que es tía del Presidente de la República, pero a pesar de sus reclamos no se le permitió el paso. Más tarde se supo que la señora no es familiar del mandatario, y que hace tres semanas se presentó en la oficina de Atención Ciudadana de Los Pinos, demandando que se le dejara entrar al recinto.

Al concluir una corta deliberación con los funcionarios de la Presidencia de la República, los trabajadores retirados entregaron dos cartas dirigidas al jefe del Ejecutivo. En una de ellas, Laurencio Parra, dirigente de los jubilados del Gobierno del Distrito Federal, a través del diputado local Emilio Serrano, hace saber a Vicente Fox de las demandas de 14 mil mujeres y hombres que laboraron en las oficinas públicas de la capital del país.

Primero solicitan el pago del bono sexenal por un monto individual de mil 600 pesos; homologación de los salarios de los jubilados con el de los trabajadores en activo, y rechazo al IVA en alimentos, medicamentos y libros.


Versión de que cerrará ingenio

Veracruz, Ver., 8 de agosto. Más de 2 mil habitantes de diversos municipios del sur de la entidad se apostaron frente al ingenio San Cristóbal, luego que corrió la versión de que la empresa Consorcio Azucarero Escorpión (Caze) suspendería definitivamente sus operaciones y despediría a unos 2 mil trabajadores, especie que se anunció en una circular girada entre los empleados y confirmada por dirigentes locales de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (CNPR), quienes a su vez fueron notificados de la cancelación de los contratos para adquirir la gramínea en la próxima molienda. Gumersindo Vergara, secretario del Sindicato Independiente de la Impulsora de la Cuenca del Papaloapan (SIICP), indicó que hasta el momento los trabajadores no tienen notificación oficial sobre la decisión de la empresa.