JUEVES Ť 9 Ť AGOSTO Ť 2001
ASTILLERO
Julio Hernández López
TODAVIA NO ES DICIEMBRE, pero ya ha empezado Santa Clos su tradicional repartición de regalos: ayer, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) acordó entregar a México un préstamo blando por 500 millones de dólares para beneficio de pequeños agricultores.
MEJOR SENTIDO DE LA OPORTUNIDAD no podría tener la institución mencionada, pues su providencial ayuda se anunció justamente el día en que unos pocos miles de campesinos celebraban un aniversario más del natalicio de Emiliano Zapata con marchas y manifestaciones de protesta pública. También debe entenderse como mera coincidencia el hecho de que ese costal lleno de dólares parezca tanque de oxígeno para el rey de los ajos y las cebollas (verbales), el globalifílico Javier Usabiaga, quien sigue aguantando vara como secretario de Agricultura (el nombre oficial de este cargo incluye esta actividad emblemática, más Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, por lo que este tecleador simplificado prefiere hablar abreviadamente de "Agricultura" y evitar así el correcto pero complicado y malsonante uso de la colección de siglas "SAGDRPA").
SANTA CLOS DEBERA, sin embargo, montar en su trineo mejores paquetes que el del reparto circunstancial de dinero que ya era muy conocido desde el largo reinado priísta. Los problemas que están estallando en este momento en el campo mexicano no podrán resolverse mediante teletones ni procampos. Son problemas estructurales y globalizados, frente a los cuales el gobierno federal sólo parece tener respuestas oratorias desafortunadas y promesas fáciles de hacer pero difíciles de cumplir.
EN CAMINO YA LOS CONTINGENTES que ayer habrían de estremecer vialmente al Distrito Federal (al protestar en diversas oficinas públicas y en distintas calles y lugares públicos de reunión), el presidente Fox prefirió colocarles una banderilla que ofrecerles un puente de entendimiento. Su (consejo de) administración, dijo, "no necesita presiones" para atender los problemas agrarios, pues sus principales personajes son justamente hombres de campo. (Sabido es que entre los principales atuendos que gusta el Presidente de usar para buscar identificación con su público está el de ranchero -que no campesino, mucho menos ejidatario. Siendo él un ranchero, supone, nada de lo que sucede en el agro le puede ser ajeno o distante.)
EL TONO EXACTO DE LA CONDICION BUCOLICA que le corresponde al Presidente se puede encontrar en el contexto de la reunión en la que lanzó críticas y advertencias a los campesinos pobres que ya viajaban rumbo a la capital del país para protestar por la política oficial en materia agraria. A sus anchas y con gusto hablaba este martes Vicente Fox frente a la Confederación Nacional de Pequeños Propietarios, es decir, ante los rancheros que, como él, concentran la propiedad agraria y la organización de la producción: los patrones, los empresarios, los terratenientes, no los trabajadores directos de la tierra. Hombre de campo es, cierto, el patrón como el empleado, el hacendado como el peón, pero sus intereses son totalmente distintos. Por ejemplo, en esa reunión de pequeños propietarios, éstos ofrecieron ayuda al gobierno federal, subrayando esa actitud colaboradora con la de quienes, en cambio, exigen y presionan para que "les den". La respuesta de su altísimo colega, el presidente Fox, siguió el juego de los mensajes intencionales: "Sin duda -precisó el mandatario- para nosotros compromete mucho más un llamado como el que acabamos de escuchar que una manifestación en la calle".
A PESAR DE ESE MENOSPRECIO anunciado, los grupos campesinos en protesta llenaron ayer calles, plazas y espacios de los medios de comunicación. Fueron pocos miles los manifestantes, de tal manera que una visión simplista, atenida solamente a lo numérico, parecería mostrar que las protestas carecen de una base social amplia y de una organización política eficiente. Ya que los contingentes provenían marcadamente de entidades gobernadas por priístas, tanto el Presidente de la República como el del Partido Acción Nacional encontraron móviles partidistas en tales movilizaciones, y recordaron que los problemas de hoy son consecuencia del abandono del pasado, y del permanente uso electoral que del campo hizo el priísmo durante décadas.
UNO DE ESOS PRIISTAS HISTORICOS, Heladio Ramírez López, sufre impugnaciones por pretender repetir las hazañas releccionistas de su paisano Porfirio Díaz. Llegado a la directiva de la CNC mediante la tradicional imposición que en el régimen priísta hacían el presidente de la República o sus allegados, ahora Ramírez López pretende investirse de un liderazgo necesarísimo que le obligaría a seguir sacrificándose por sus hermanos campesinos. Nuevos aires soplan, sin embargo, en las parcelas priístas, de tal manera que grupos identificados con Roberto Madrazo y con José Murat han decidido enfriar los ánimos del aspirante a Don Perpetuo y promover una elección de la que surja un nuevo dirigente.
LA EBULLICION PRIISTA, de la que muchos esperan obtener las previsibles ganancias derivables de un río intencionalmente revuelto, marchan de la mano junto con expresiones sociales a las que genéricamente se podría llamar izquierdistas, aunque sus matices les lleven luego a enfrentarse entre ellas como si de enemigos se tratara. Grupos tachados de colaboracionistas con los gobiernos (priístas), y otros llamados "ultra", se mueven en la ruta unificatoria de la protesta contra el gobierno neoliberal, proempresarial, del presidente Fox, y contra los dislates del exitoso vendedor de ajos al que el grupismo guanajuatense ha llevado a la Secretaría de Agricultura solo para confirmar que el éxito en la búsqueda personal del lucro no tiene nada que ver con el entendimiento del interés social. (Una acción notable de ayer fue el cierre de un tramo de la carretera Acapulco-Zihuatanejo por parte de la Organización Campesina de la Sierra del Sur, que sabe el significado exacto de la palabra represión, no sólo por Aguas Blancas).
LA VISION RANCHERA del pequeño propietario Fox (y del gran empresario Usabiaga) deberá entender pronto que el estallido de inconformidad campesina no habrá de resolverse con desgastados giros de mercadotecnia o con prematuros regalos navideños a cuenta del BID, y que tampoco puede atribuirse descalificatoriamente a intereses partidistas (que evidentemente los hay, como resulta natural en toda acción de ese corte: López Obrador ya se ofreció como mediador, por ejemplo). El problema es mucho más profundo, tanto que resultaría muy preocupante que los ocupantes temporales del poder político no fuesen capaces de entenderlo y de atenderlo.
ASTILLAS: Ayer trabajaban horas extras, en una zona de Cancún, quienes quieren agregar una línea al informe presidencial en la que se informe que El Chapo fue recapturado... Tan malo el grupo Hank como el de Jesús Murillo Karam. Tal sería la lectura politizada de la postura de la UNAM respecto al nuevo aeropuerto capitalino... Los lectores de esta columna deberán añadir a sus naturales alegrías la de saber que el sindicato y la empresa de Astillero, con la bendición de monseñor Abascal, acordaron irse a la huelga durante una semana...
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