Ť Viajó a Kitten, Bulgaria, para realizar un campamento
Soraya Jiménez ante el reto de ganar una presea mundial en halterofilia
ROSALIA A. VILLANUEVA
La campeona olímpica de halterofilia, Soraya Jiménez Mendívil, viajó rumbo a Kitten, Bulgaria, donde realizará una concentración de cuatro meses previo al Campeonato Mundial de Turquía, en noviembre, en la búsqueda de un nuevo título y del récord del orbe en la categoría de los 58 kilos.
Luego de su exitosa reaparición ganando tres preseas de oro en el Panamericano de Santo Domingo, y tras conseguir su clasificación en el selectivo de Ciudad Victoria, Tamaulipas, el pasado fin de semana, la pesista mexiquense consideró que nuevamente "enfrento un gran reto'' en el terreno internacional, porque se presentará como la monarca olímpica peleando contra las mismas rivales que tuvo en Sydney, principalmente la norcoreana Ri Son Hui, subcampeona del mundo.
Soraya dijo encontrarse en perfectas condiciones y que en Kitten (una provincia costera del Mar Negro) hará la misma preparación que hizo poco antes de la justa veraniega, realizando varios test y cargas de trabajo que le aplicará su entrenador Georgui Koev, además de que por vez primera tendrá el apoyo del hermano de su adiestrador, que es fisiatra.
Recordó que en los pasados mundiales terminó en octava posición y espera que en esta edición pueda "primero asegurar la competencia y después pelear entre los cinco primeros lugares'', aunque para lograrlo deberá cuidarse de lesiones y trabajar mucho en la técnica para alcanzar sus mejores marcas como hace 11 meses cuando levantó 95 kilos en arranque, 127.5 envión y un total de 222.5. que le dio el oro olímpico.
La halterista mexiquense reiteró que otro de sus objetivos es romper la marca mundial y para ello debe incrementar en más de 10 kilos sus levantamientos. "Tengo ese deseo desde hace mucho tiempo, pero vinieron las operaciones (en rodilla, tobillo y muñeca) y debimos parar. No estamos lejos, pero si todo nos sale bien allá, podemos intentarlo en el mundial''.
El estar lejos de su familia y amigos, la nostalgia, y el sacrificio de otras cosas, como el pozole, su platillo preferido, la pesista sabe que todo eso tiene su recompensa; sin embargo, anotó que lo único que extrañará "es no poder festejar con todos'' el día en que se convirtió en la primera campeona olímpica de México (el 18 de septiembre) porque estará en tierras búlgaras, en la que seguramente le harán una recepción porque le tienen gran estima.