MARTES Ť 7 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Pidió perdón a las víctimas de su régimen de facto en la década de los setenta

Renunció Bánzer a la presidencia de Bolivia; fin a 30 años de vida política

Ť "Esta enfermedad demora en ceder, y el país no puede esperar", dice en mensaje a la nación

Ť Jorge Quiroga asumió el poder en la sede del Congreso, como lo estipula la Carta Magna

DPA, AP, AFP Y REUTERS

Sucre, 6 de agosto. Aquejado por una enfermedad terminal, el presidente de Bolivia, Hugo Bánzer, renunció este lunes a su cargo, con lo que cerró 30 años de actividad política que lo vieron convertirse de dictador en mandatario democrático.

BOLIVIA_PRESIDENTDurante un ceremonia en Casa de la Libertad, sede del Congreso, en Sucre, la capital constitucional del país, Bánzer formalizó de esta manera el anuncio, hecho el 30 de julio en un mensaje grabado en Washington, donde en un hospital de esa ciudad estadunidense se le dio tratamiento para un cáncer de pulmón con metástasis al hígado.

"Presento en esta fecha mi renuncia al cargo de presidente Constitucional que el pueblo y el Congreso me confirieron, y lo dejo en manos de quien legítimamente y por disposición de la Carta Magna corresponde, al vicepresidente Jorge Quiroga", dijo firme, aunque con debilidad.

Y añadió: "Esta empecinada enfermedad demora demasiado tiempo en ceder, tiempo valioso que el país no puede esperar", tras lo cual pidió perdón a las víctimas de su primer gobierno de facto, entre 1971 y 1978. "Mi consuelo es que he servido al país hasta el último aliento", expresó.

Interrumpido varias veces por los aplausos de unos 200 legisladores, autoridades y diplomáticos, el jefe de Estado reconoció que esos años de dictadura no estuvieron exentos de medidas que se debieron aplicar por circunstancias de la descontrolada violencia política que en ese tiempo se había desatado en toda América Latina, en un periodo plagado de regímenes militares autoritarios.

Bánzer, de acuerdo con organismos de defensa de los derechos humanos, fue parte de la Operación Cóndor que en la década de los 70 vinculó a los regímenes dictatoriales sudamericanos en la persecusión y represión de los partidos de izquierda y los movimientos sociales.

Durante los siete años que gobernó de facto, más de 200 personas perdieron la vida, entre ellos docenas de campesinos quechuas que resistieron un paquete de medidas antipopulares en 1974 y, según los organismo de derechos humanos, unos 30 mil bolivianos fueron detenidos, exiliados o desaparecidos por sus ideas políticas.

BOLIVIA_PRESIDENT_EP2Empero, tras ser investido presidente de Bolivia por la vía constitucional, en 1997, la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados lo acusó también de la muerte de 45 personas en protestas sociales; entre ellas 28 productores de coca de la región del Chapare, según el diputado Evo Morales, líder de los cocaleros.

En otra parte de su discurso, Bánzer recordó la decisión que lo llevó a ser el primer dictador latinoamericano convertido a la democracia y apuntó que fruto de "opiniones juiciosas" le llegó la hora, en 1979, cuando fundó su partido Acción Democrática Nacionalista (ADN), con el que sorteó un juicio de responsabilidades en el Congreso, "de volver al voto por las leyes para vivir civilizadamente".

Con lágrimas y luego de despojarse de los símbolos del poder y la banda presidencial, agregó que con la creación de ADN abrazó la democracia en 1982 en un intento por impulsar el sistema de derecho y desplegar todos los esfuerzos para conservarlo.

Al referirse a su sucesor, un tecnócrata de 41 años, externó su esperanza de que pueda afrontar los desafíos que se le avecinan y de los que depende el futuro del país, y pidió a los bolivianos que le brinden su respaldo.

Luego de su discurso de renuncia en la Casa de la Libertad, donde hace 176 años fue proclamada la independencia boliviana, el ahora ex presidente fue aclamado por miles de personas en la Plaza de Armas de Sucre. "Bánzer, Bánzer", gritó la multitud cuando después de abrazar a su sucesor, abandonó el legendario recinto legislativo.

Militar de carrera y autor del golpe de Estado de 1971 tras derrocar por la fuerza de las armas al general Juan José Torres, Bánzer, de 75 años, regresará a Estados Unidos en los próximos días para continuar su tratamiento en el Hospital militar Walter Reed de Washington.

El ex gobernante fue despedido del máximo cargo de la nación con desfiles militares en diversas ciudades del país, en coincidencia con la celebración del día de la Independencia, para lo cual desde muy temprano dispararon 21 salvas de artillería. Apoyado por un bastón, el anciano ex presidente presenció un desfile militar en Sucre desde uno de los balcones de la prefectura.

El nuevo mandatario

El sucesor de Bánzer, el vicepresidente Jorge Quiroga, un joven ingeniero graduado en Estados Unidos y con maestría en administración de empresas, se convertirá mañana y hasta el 6 de agosto de 2002 en el 62 presidente de Bolivia, y deberá conducir un país sumido en una fuerte crisis económica y social.

Además de enderezar la economía, presa del desempleo y la iliquidez, el futuro gobernante que cuenta con el apoyo de la misma coalición que sustentó a Bánzer, deberá encontrar una salida a las demandas sociales que afectaron al país entre 1998 y lo que va de este año.

Este día, sin embargo, mantenía en estricta reserva los cambios que hará en el gabinete ministerial, aunque se da por descontado que se alejará de los antiguos allegados del renunciante mandatario.

Por lo pronto, ya adelantaron sus renuncias cinco ministros de Estado, y entre los casi seguros para abandonar el gabinete están el ministro de Relaciones Exteriores, Javier Murillo, y el de la Presidencia, Marcelo Pérez Monasterios.

El congresista y líder de los cocaleros, Evo Morales, confió en que el futuro presidente esté dispuesto a conversar con ellos para acordar soluciones pacíficas en la cuestión de la lucha antidrogas, para lo cual se han erradicado miles de cultivos de coca.

A su vez, el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, Carlos Calvo, declaró que ahora comienza una nueva etapa para el país, llena de esperanza.