MARTES Ť 7 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť Se dicen preocupados por el descuido de sus tierras; el primer contingente sale el día 28
Regresarán a sus comunidades 2 mil tzotziles desplazados
ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL
San Cristobal de las Casas, Chis., 6 de agosto. Más de dos mil indígenas tzotziles del municipio de Chenalhó -pertenecientes a la organización civil Las Abejas- que desde hace cuatro años abandonaron sus viviendas por temor a ser agredidos por los paramilitares, acordaron hoy retornar a sus comunidades de origen.
"Aunque vemos que la justicia para castigar a los grupos paramilitares no ha avanzado, nosotros tenemos el derecho de retornar a nuestras parcelas porque la producción de maíz, plátano y naranjas se ha perdido en estos cuatro años que hemos estado fuera de nuestras casas", declaró Mariano Pérez Vázquez, uno de los dirigentes de la agrupación.
"Vemos que es inconveniente que los desplazados sigan viviendo en los campamentos y por eso hemos decidido comenzar el retorno, después de cuatro años de desplazamiento provocado por la guerra sucia que brotó en nuestro municipio", añadió. "Nuestra costumbre es trabajar las tierras junto con nuestra familia, y en los campamentos no se puede".
Explicó que los dos mil 150 desplazados (397 familias) pertenecientes a Las Abejas que se refugian en campamentos ubicados en Chenalhó y en San Cristóbal de las Casas retornarán en grupos en distintas fechas. El primer contingente integrado por 350 personas (61 familias) lo hará el 28 de este mes, con lo cual se dará por iniciado el proceso de retorno.
Estas personas viven actualmente en el campamento ubicado en la comunidad de Xo'yep y regresarán a los ejidos Yaxgemel y Puebla y al barrio Chuchtic. Otros 262 tzotziles (47 familias) originarios del ejido Los Chorros -habitado en su gran mayoría por priístas y del que se dice es la cuna de los paramilitares en Chenalhó-, permanecerán en ese campamento y regresarán posiblemente en un segundo grupo, en fecha aún no definida.
Ante el acuerdo del regreso de los desarraigados, en un comunicado de prensa divulgado previamente, la directiva de Las Abejas hizo un llamado a los gobiernos estatal y federal para que crear las condiciones de seguridad tanto durante el regreso como en su permanencia en sus lugares de origen, "como lo marca la declaración de Derechos Humanos y el Conevio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)".
A los organismos civiles, a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y a la prensa, les pidió que los acompañen durante el regreso y que de ser posible instalen observadores permanentes en las comunidades a las cuales retornarán.
Pérez Vázquez precisó que el acuerdo de retorno no incluye a los miles de desplazados que son bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), cuyos campamentos de refugio se ubican en Polhó y en Poconichim, también municipio de Chenalhó.
"De ellos no sabemos nada porque el acuerdo de retorno es sólo para los que estamos en la organización de la sociedad civil Las Abejas", comentó.
Poco antes de la matanza de 45 indígenas de Las Abejas en Acteal el 22 de diciembre de 1997, cientos de tzotziles abandonaron sus comunidades por temor a ser agredidos. El número se incrementó a miles después de la matanza, dando origen a la creación de campamentos en Acteal, Tzajalchén, Xo'yep, Yiveljov (en Chenalhó) y otros tres que se instalaron en esta ciudad, así como en Polhó y Poconichim que dieron albergue a las bases de apoyo del EZLN.
Al preguntarle si los desplazados no tienen temor de regresar debido a la presencia de presuntos paramilitares, el dirigente tzotzil respondió: "Vemos que la justicia no avanza y por eso tenemos que ver cómo les va a los compañeros que regresen primero; pero sí hay un poco de temor".
Dijo que hasta el momento no han platicado sobre el retorno con las autoridades municipales priístas de Chenalhó porque "vemos que no tienen voluntad política para resolver el problema".