LUNES Ť 6 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť Su actual dueño no considera un centro deportivo
Aún sin definir, el uso que se dará al parque del Seguro Social
Ť No se descarta la construcción de un centro comercial
MARIA ESTHER IBARRA
Uno de los iconos deportivos de la ciudad de México, el Parque del Seguro Social de Beisbol podría finalmente desaparecer para dar paso al establecimiento de un centro comercial de la cadena de supermercados Gigante.
Aunque el grupo de tiendas, propiedad de Angel Losada Moreno, reconoció haber adquirido el coso beisbolero, negó tener un proyecto en concreto para construir un centro comercial en los 41 mil 984 metros cuadrados que comprenden las instalaciones del parque. Lo que sí está claro es que tampoco tiene interés en preservarlo como centro deportivo dedicado al beisbol u otro deporte.
"Claro que nos gustaría construir un centro comercial, pero en sí no hay proyecto o plan", comentó Manuel Cullen, responsable del área Relación con Inversionistas, del consorcio de la cadena de supermercados.
-Entonces Ƒse preservará como parque de beisbol? -se le preguntó.
-No creo, nuestro giro es otro.
-ƑCuál fue la razón para comprar el parque si no van a construir un tienda y tampoco lo preservarán para el deporte?
-Bueno, en ocasiones se compran terrenos y no necesariamente se traducen en la construcción de una tienda. A veces se ve la oportunidad de adquirir predios, y a lo mejor esta fue la razón para el parque; aunque desconozco si ese fue el motivo.
Los movimientos más recientes respecto de la situación del predio han sido las solicitudes a la delegación Benito Juárez de alineación de suelo -distancias de arroyos y banquetas- y la compactación de los dos terrenos en uno solo, trámite este último negado por no estar completa la documentación. Asimismo, se han realizado estudios de mecánica de suelos para determinar el estado actual del predio.
Inaugurado en 1955 y después de 45 años de haber sido la sede de los clubes de beisbol Tigres y Diablos Rojos, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) vendió el parque a la empresa Autocamiones Central, que desde un principio lo destinó como estacionamiento para unidades de su propiedad.
En febrero de 2000 se concretó la venta con esa empresa por 169 millones 67 mil 862 pesos. El IMSS adujo la imposibilidad financiera de continuar administrándolo, ya que "había agotado su vida útil" y para hacerlo funcional y "sobre todo seguro" para la afición, requería de una cuantiosa inversión debido al "alto grado de deterioro de sus instalaciones".
También argumentó que los clubes Diablos Rojos de México y Tigres renunciaron a la opción que se les ofreció de comprar el inmueble o recibirlo en concesión a 15 años, a cambio de realizar inversiones necesarias para su modernización.
Otro argumento adicional del instituto fue que la zona comercial del parque, constituida por 13 accesorias, presentaban filtraciones de agua, lo que "ha provocado que no tengan demanda, pues en 1999 sólo estaban rentadas dos".
De ahí que considerara que la rentabilidad financiera del parque era particularmente "nula", además de que debido a la carencia de estacionamiento disminuyera la asistencia de aficionados. "Durante la década de los 90 se tuvo un promedio inferior a los 2 mil espectadores por partido, cuando tiene un cupo para 21 mil 858 personas", aseguró en su momento el IMSS.
Ubicado en la manzana que forman el Viaducto Miguel Alemán y las avenidas Obrero Mundial, Xochicalco y Cuauhtémoc, en la colonia Narvarte, el coso beisbolero pudo sortear el primer amago de ser vendido por el IMSS. En 1985, el consejo técnico del instituto había tomado esa decisión, que pospuso con el propósito de "favorecer la práctica del beisbol".
Durante los últimos 15 años -argumentó en su momento el IMSS- los dos clubes arrendatarios no efectuaron las inversiones necesarias para su conservación y mantenimientos óptimos. "Esta circunstancia, aunada al sismo de 1985, llevaron al deterioro de las instalaciones".