LUNES Ť 6 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť La violencia requiere de "respuesta firme": gobierno español
Dos agentes de la policía autonómica, heridos en un ataque dinamitero
AP, AFP Y REUTERS
Madrid, 5 de agosto. Pio Cabanillas, vocero del jefe del gobierno español, José María Aznar, dijo que el ataque dinamitero en el que dos agentes de la policía autonómica (Erzaintza) resultaron heridos hoy en el País Vasco, demuestra que hay una "ofensiva coordinada" de violencia que requiere de una respuesta firme de las autoridades.
Un grupo de encapuchados emboscó a la patrulla policial que circulaba en el suburbio de Portugalete, en Bilbao, y le arrojaron bombas fabricadas con material inflamable y ácido. Sus dos ocupantes se encuentran hospitalizados con quemaduras graves, y uno de ellos en estado crítico. El automóvil en el que viajaban quedó totalmente calcinado.
Uno de los agentes, de 48 años, sufrió quemaduras de primero, segundo y tercer grado en la cara, ambas extremidades superiores y la espalda, según el parte médico. El otro, de 32 años, tiene quemaduras en la cara, espalda y la extremidad superior izquierda.
Los analistas señalan que el ataque parece una intensificación en la violencia callejera en momentos en que la policía trata de impedir los ataques dinamiteros de la organización armada vasca ETA. La policía dijo que halló 13 bombas caseras llenas de ácido y un lanzagranadas al allanar una propiedad cercana al lugar del ataque.
Estos hechos ocurrieron un día después de que jóvenes encapuchados secuestraron e incendiaron un autobús de pasajeros en San Sebastián, mientras que se realizaba una manifestación en favor de la reubicación de los presos de ETA.
La Ertzaintza, policía dependiente del gobierno vasco, es regularmente el blanco de ataques de violencia atribuídos a los grupos de jóvenes separatistas vascos radicales próximos a ETA.
Asimismo, a lo largo de la madrugada del domingo, varias sucursales bancarias en Portugalete y Marquina también en el País Vasco, fueron blanco de ataques en otras acciones de violencia callejera.
Ante esta situación, las autoridades españolas reforzaron la seguridad en los balnearios.