LUNES Ť 6 Ť AGOSTO Ť 2001
MEXICO S.A.
Ť Carlos Fernández-Vega
UNA VEZ MAS, LA REALIDAD doblega al endeble discurso oficial, ahora vestido de "cambio": el "ahorro" foxista se traduce en recorte presupuestal.
DISTINTOS SECTORES (POLITICOS, económicos, sociales) lo advirtieron hasta el cansancio, pero no: el gobierno -machacón y con Vicente Fox como primer orador-, una y otra vez lo negó. El viernes pasado se vio en la penosa necesidad de reconocer que el "matiz" no fue suficiente. ƑQué hacer, pues, con el discurso del cambio que irradia un optimismo artificial, mercadológico que pretende evadir, cotidianamente, la realidad? He ahí el dilema.
PARADOJICAMENTE, JUNTO con la caída en el ingreso público (10 mil 175 millones de pesos en el primer semestre), surge de la chistera un superávit por 13 mil 203 millones, que necesariamente se traduce en subejercicio del presupuesto. Así es: con la aplicación milimétrica del sagrado manual fondomonetarista, el gobierno del chiquillo mayor ha optado, al igual que sus antecesores priístas, por sacrificar empleo, inversión pública, bienestar social y planta productiva, en aras de concluir 2001 con un déficit público nunca mayor a 0.65 por ciento del producto interno bruto, tal como lo autorizó la Cámara de Diputados.
LA PROPAGANDA OFICIAL promueve la incorporación de un millón 400 mil nuevos causantes al padrón fiscal, pero no es suficiente. Tampoco la oferta de una "reforma fiscal integral" que aportaría aspirinas virtuales para combatir el cáncer de la pobreza en el país y reduciría las obligaciones impositivas a los empresarios, "para que no se vayan los capitales". Menos aún la cascada de inversión extranjera (básicamente especulativa), "alianzas estratégicas" (resultantes de sus innumerables viajes internacionales) y negocios "del siglo" (Banamex-Citigroup) libres de impuestos. Algo no funciona y los resultados ofrecidos por tres tristes sexenios priístas, tan neoliberales y "humanistas" como el actual, deberían ser más que suficientes para reconsiderar una serie de prácticas, ahora ejercidas por el "cambio".
POR CIERTO, LA CAIDA EN el ingreso público reconocida por la Secretaría de Hacienda en su informe (10 mil 175 millones de pesos) equivale -en números cerrados- a la mitad de lo que los accionistas del Grupo Financiero Banamex-Accival dejaron de pagar al fisco (alrededor de 20 mil millones de pesos) por realizar su operación de compra-venta -libre de impuestos- al Citigroup en el mercado mexicano de valores, la cual se concretó, con el boato que ameritaba la ocasión, el pasado viernes.
PERO NO HAY QUE SER TAN drásticos, porque la Secretaría de Hacienda por fin ha reconocido que la desaceleración no es un privilegio de la economía estadunidense y que la modesta dependencia que México tiene con su vecino del norte, trasciende los pregones de "pesimistas" e integrantes del "círculo rojo". También, que los "ahorros" derivados de la nómina burocrática, con el subsecuente fortalecimiento del ejército de reserva, no fueron suficientes para obtener el superávit gubernamental en el primer semestre del año, sino que el saldo positivo resulta de no haber ejercido plenamente el Presupuesto de Egresos, también autorizado por la Cámara de Diputados.
CON EL FIN DE "EXPLICAR" la situación imperante en las finanzas públicas, funcionarios de bajo nivel de la Secretaría de Hacienda ofrecerán hoy una conferencia de prensa en la que "detallarán" el contenido del Informe Trimestral de la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública, correspondiente al segundo trimestre del 2001 y el nuevo tijeretazo. El secretario Francisco Gil está en Washington platicando con sus amigos financieros, por lo que en el encuentro con los colegas participarán el director general de Planeación Hacendaria, Andrés Conesa; el director general de Política de Ingresos, Impuestos y de Coordinación Fiscal, Valentín Villa, y el jefe de la Unidad de Política Presupuestal, Guillermo Bernal. Es decir, "servidores públicos" de bajo nivel, para reducir, también, la importancia y alcance del nuevo ahorro-ajuste-recorte presupuestal.
TODO LO ANTERIOR, CON UN SOLO objetivo: ratificar lo dicho por el presidente Fox el 16 de mayo pasado, cuando el inquilino de Los Pinos fijó su posición: el estímulo a los negocios no es ni será para apoyar a los grandes capitales, "sino una de las formas de extender la riqueza a amplios sectores sociales y disminuir, integral y permanentemente, la profunda desigualdad del ingreso que por tanto tiempo ha sufrido México".
FIEL EJEMPLO DE ESA PRAXIS es la información publicada ayer por La Jornada (Roberto González Amador): "la deuda por el rescate bancario se incrementó, sólo en los primeros seis meses del año, 27 mil 883 millones de pesos, es decir, 1.6 por ciento en términos reales para ubicarse en un total de 778 mil 390 millones de pesos, con lo que representa el 12.67 por ciento del PIB... la transferencia de recursos públicos a los bancos fue de más de 58 mil millones de pesos. Esta importante canalización de recursos de los contribuyentes mexicanos a los bancos permitió que la utilidad neta de las 11 principales instituciones crediticias haya aumentado en el mismo lapso 110.7 por ciento comparada con el mismo periodo del año anterior, al ascender a 9 mil 799 millones de pesos, monto similar al de los dos recortes que ha aplicado el gobierno al gasto público en los dos primeros trimestre de 2001...".
NO SOLO ESO, SINO QUE "para continuar pagando los intereses derivados de los diversos programas de apoyo a banqueros y deudores a través de los llamados pagarés Fobaproa-IPAB, el gobierno federal contrató deuda interna por medio de la colocación de Bonos del IPAB por un monto de 19 mil 900 millones de pesos, que ha permitido el refinanciamiento del débito bancario. En el segundo trimestre del año, el IPAB transfirió recursos por medio del pago de intereses a Banamex, Bancrecer, BBV, Citibank, Banorte, Nafin, Promex y Serfin, así como obligaciones con la banca intervenida, por 58 mil 395 millones de pesos...".
Las rebanadas del pastel:
SI DE AHORROS SE TRATA, valdría la pena promover que Roberto Madrazo Pintado sea el secretario de Hacienda: como gobernador de Tabasco obtuvo un sueldo acumulado en el sexenio por 7 millones de pesos, pero logró depositar 46 millones de dólares en dos bancos extranjeros, de acuerdo con la excelente nota de Jaime Avilés, autor de Isla Canela... Sin lugar a dudas, Tabasco es un edén.
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