lunes Ť 6 Ť agosto Ť 2001

Gustavo Leal F.Ť

Ƒ"Conectividad"?

En el Programa Nacional de Salud 2001-2006 (PNS) pueden encontrarse, sin mucho esfuerzo, perlas de buen tamaño. Una de ellas es la que pretende distinguir entre "políticas fiscales que promueven la salud" y "políticas de salud con implicaciones fiscales".

Aunque el documento nunca acaba de aclarar este cantinflismo, sí se apresura a establecer que en lo que toca a las primeras la Secretaría de Salud (Ssa) buscará promover que los legisladores condicionen la deducibilidad de gastos médicos a la compra de un seguro, aumenten la tasa máxima del impuesto al tabaco labrado y homologuen la tasa del tabaco oscuro, además de que implanten una "política similar" para las bebidas alcohólicas.

Es decir: las "políticas fiscales saludables" son para el programa sectorial del gobierno del "cambio" (que se autoproyecta "estratégicamente" hasta el año 2025) idénticas al casi agónico reformón de Francisco Gil Díaz. Pero Ƒqué tan "saludable" puede ser una política fiscal que, como la nueva hacienda pública de Fox, ha encontrado en Julio Frenk al primer secretario de Salud del México moderno dispuesto a gravar con 15 por ciento de IVA los medicamentos?

Puede inmediatamente colegirse que no mucho, toda vez que en el cuerpo del propio PNS se reconoce que "cerca de 80 por ciento" de las ventas de la industria farmacéutica (5 mil millones de dólares en 1998) "se hicieron en el mercado privado y 20 por ciento fueron ventas de gobierno". Así que aun disponiendo de una canasta de "medicamentos esenciales" de "responsabilidad" oficial y exenta del gravamen, la eliminación de la tasa cero afectaría inevitablemente -como se sabe perfectamente en cualquier hogar- a ese 80 por ciento que no tendrá más opción que consumir fármacos más caros. Este tipo de vergonzosos dislates suceden ahí donde el marketing usurpa el lugar de la verdadera toma de decisiones de un gobierno responsable.

Pero en tanto los "médicos-macroeconomistas" aclaran sus "conceptos", la arena de la política pública se puebla de nuevos actores foxistas, señaladamente con el arribo de la señora Marta Sahagún de Fox.

La reciente creación del Consejo Nacional para la Infancia y la Adolescencia (Coia), en cuya secretaría técnica será designada la señora de Fox bajo la presidencia del comisionado para el Desarrollo Social y Humano, José Sarukhán, invade áreas que se habían gestionado tradicionalmente desde el sector salud y que, con el doctor Jesús Kumate a la cabeza diseminaron diferentes esquemas de vacunación, así como programas prioritarios para la salud de la madre y el niño.

Por lo visto, Frenk sigue acumulando derrotas. Primero perdió "su agenda" para la salud en el poco afortunado Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, cuando Sarukhán le antepuso sus raquíticos "seis grandes ejes sociales", dispersando con ello toda la temática sanitaria. Ahora Frenk estará obligado a compartir también con los responsables del Coia la "coordinación y definición de las políticas, estrategias y acciones que garanticen el desarrollo pleno e integral de niños, niñas y adolescentes". Habrá que ver si el multiapoyado Coia mejora las políticas realmente existentes.

Siguiendo los llamados de Vicente Fox para orientar las acciones del Coia hacia los "sectores más vulnerables", Carol Bellamy, directora ejecutiva del Unicef, subrayó que en "México una elevada cantidad de niños, particularmente indígenas, trabaja en lugar de asistir a la escuela y vive sin las más mínimas condiciones de salud". Probablemente tenía en mente el Programa de Salud y Nutrición para los Pueblos Indígenas, apenas lanzado por la Ssa, que suministrará a "45 por ciento de los niños y las mujeres indígenas" un suplemento alimenticio que "corregirá las deficiencias de micronutrientes" brindándoles así una "mayor oportunidad de desarrollo".

Y es que Fox también había ofrecido que con el Coia se "redoblarán las acciones de protección y rehabilitación contra las adicciones, el sida y se impulsará la educación sexual además de que se enfrentará el elevado número de embarazos en adolescentes".

Por su parte, la señora de Fox ha empezando pronto a dictar cátedra sobre "políticas sociales". En su opinión, los "cambios" no se pueden "llevar sólo desde el gobierno", porque la nueva etapa que vive el país reclama la "conectividad entre todos los grupos organizados de la sociedad". Hay pues que poner fin, estima, al concepto de poder que sólo "beneficia a los intereses de unos cuantos, en detrimento de los que más lo necesitan".

ƑSe referiría, acaso, a Julio Frenk y las "políticas fiscales saludables" de su tecnocrático Programa Nacional de Salud?

ŤUniversidad Autónoma
Metropolitana-Xochimilco