SABADO Ť 4 Ť AGOSTO Ť 2001

TIEMPO DE BLUES

La terna está completa

Ť Raúl De La Rosa

Primera llamada



SI ALGO HABIAMOS aprendido del primer festival de blues fue que el público que había asistido era heterogéneo. Jóvenes que conocían de blues, rockeros que de vez en cuando soltaban su famoso grito: ¡queremos roock¡, adultos que en su juventud habían bailado el blues y que se sorprendieron con las guitarras eléctricas, armónicas y batería que poco tenían que ver con las orquestas que tocaban este género en los salones de baile de esta ciudad de México, en la década de los años 30 y 40. Había también aquellos que fueron picados por la curiosidad y a partir de entonces se volvieron aficionados al blues. La selección de los participantes en el segundo festival se hizo con el fin de mostrar la variedad de los distintos estilos y ritmos que el blues contiene.

MENCIONAMOS EL DOMINGO pasado cómo se fueron integrando los músicos que habían aceptado la invitación para el segundo festival. El elenco hasta ese momento estaba integrado por: Muddy Waters, Willie Dixon y sus Chicago Blues All Stars y la primera mujer que actuó en estos festivales: Koko Taylor.

Segunda llamada



TIMBRES O ESTAMPILLASFALTABAN DOS GRUPOS: uno que representara a la nueva generación de blusistas y un exponente del boogie en el piano. Una vez mas Jim y Amy O'Neal nos salvaron al invitarnos a un club en el que se presentaba un grupo lidereado por un extraordinario guitarrista.

SON SEALS ERA el líder de ese grupo, tenía 37 años. Su padre, Jim Seals, decía que Frank el menor de sus 13 hijos: ''había conocido el blues antes de dejar la cuna", pues nació en la parte trasera de un club de su propiedad que tenía en Osceola, Arkansas.

A LOS 13 años Frank tocaba la batería acompañando a Robert Nighthawk. A los 18 cambió la batería por la guitarra, formó su propia banda y en 1966 se integró al grupo de Albert King en una gira por California. Al morir su padre, en 1971, se traslada a Chicago y se integra al elenco que tocaba regularmente en el Psychedelic Shack de la calle 43. A ese lugar asiste Bruce Iglauer, director de Alligator Records (de quien tendremos que escribir un artículo dada su importancia dentro de los sellos grabadores de blues). Bruce lo invita a grabar para su sello y en 1973 aparece su primer disco como solista.

HAY HISTORIAS PARALELAS con los bluesmen que crecen dentro de una familia de músicos. Su padre, Jim Seals, era guitarrista, trombonista, pianista y baterista (el típico hombre orquesta), y tenía en Osceola, Arkansas, el Dipsy Doodle Club. Ahí, en la parte trasera del club, estaba el hogar de los Seals y es donde nació Frank, que mas tarde se convertiría en Hijo de Seals (Son Seals) un 13 de agosto de 1942.

ESA NOCHE APRECIE escuchar en vivo a este músico. El ambiente y la interlocución que tenía con el público me emocionaron. Jim y Amy hablaron con Bruce Iglauer y éste con Son Seals, quien aceptó venir a México. Teníamos ya cuatro grupos, faltaba uno.

Tercera llamada 



DE LOS PIANISTAS de la época del boogie woogie la mayoría habían muerto. Willie Dixon localizó a un amigo al que le pidió información sobre un pianista de los años veinte. Al día siguiente nos habló Jim O'Neal para decirnos que Blind John Davis, pianista y cantante, podía ser el músico que faltaba. Nunca imaginé al personaje que habría de ser el quinto artista que asistiría al segundo festival.

DE UNA ENTREVISTA que le hizo Roberto Ponce a Blind John Davis para el diario Excelsior (noviembre de 1979) reproduzco algunos fragmentos: "Nací un 7 de diciembre de 1913. A los dos años y medio mis padres dejaron los campos de algodón y se fueron a vivir a Chicago. A los 9 años quedé ciego."

"TRABAJE PARA AL Capone, Diamond y todos los famosos gansters de la época. Ganaba mucho dinero, más de propinas que de mi salario en aquellos cabarets y nunca tuve miedo de tocar para ellos, porque fue una época inolvidable que me redituó mucho dinero".

"HE GRABADO CON la mayoría de las grandes estrellas del blues: Big Bill Broonzy. Lonnie Johnson, Memphis Slim y muchos mas; toqué con todos y he grabado mas de tres mil elepés entre todos los blusistas que he acompañado."

ESTE ERA EL quinto músico, la terna estaba completa. Faltaban sólo unos meses para verlos en vivo en el Auditorio Nacional.

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