Ť El agrupamiento chileno se presenta en el Centro Cultural Los Talleres
La danza es el ''elíxir de juventud'' para las integrantes de Generación del Ayer
Ť Son mujeres con más de medio siglo a cuestas que se niegan a abandonar el escenario
MONICA MATEOS-VEGA
Las integrantes de la compañía chilena de danza Generación del Ayer son una especie de jovencísimas hechiceras que habitan cuerpos de más de medio siglo de edad. Pero los años que llevan a cuestas, afirman, no importan a la hora de subir al escenario donde se vuelven ágiles y sublimes, sino el amor que sienten por la danza, su ''elíxir de juventud''.
No se han sentado a esperar la vejez, sino que la han invitado a derrumbar el mito de que un bailarín está acabado a los 35 años.
''La madurez no tiene por qué alejarnos del escenario'', afirma Carmen Aros al explicar cómo hace un lustro se conformó este grupo para derrumbar un prejuicio y, sobre todo, para hacer a sus integrantes rejuvenecer a través del oficio de Terpsícore.
Invitada por el Festival Internacional de Danza Contemporánea de San Luis Potosí, la compañía Generación del Ayer se presentará hoy y mañana en el Centro Cultural Los Talleres, en un espectáculo donde el movimiento se amalgama con lo mejor de la poesía chilena.
Voluntad férrea y cuero duro
''El culto a la juventud y los parámetros físicos para ser bailarines son una idea impuesta por Estados Unidos y Europa, y tiene su valor, por supuesto, pero en Latinoamérica son otros los puntos de referencia que debemos aprender a aceptar'', señaló Gastón Baltra, uno de los actores que acompaña a las bailarinas.
No obstante, señalaron que para romper la idea de que se puede bailar de manera profesional ''hasta que el cuerpo aguante'' se debe tener una voluntad férrea y ''el cuero duro''.
Por ejemplo, Rayen Méndez tuvo que dejar de bailar un tiempo debido al exilio, pero cuando instaló su residencia en París retomó su carrera, no sólo como maestra sino como intérprete. Cuando regresó a Chile ya tenía la idea de formar una compañía con gente mayor, como su colega Carmen Aros, y ''para acabar de derrumbar mitos, inicié mi carrera como bailarina a los 30 años''.
Lidiar con las terapias
Con ''la osadía de la juventud'', las bailarinas confiesan que mantener un cuerpo en su punto para la danza requiere mucho trabajo:
''Se debe lidiar con las terapias, pues mal que bien cada una una de nosotras, a estas alturas, hemos sido operadas de algo. Hacemos ejercicios extras ya sea para la espalda o para la rodilla.''
Sonia Uribe, otra de las integrantes de Generación del ayer, dijo que con base en el conocimiento de cada una acerca de su cuerpo, hay una exigencia sobre el escenario:
''Cada una de nuestras obras se crea a partir de nuestras capacidades físicas o de nuestras dolencias, porque en el escenario tampoco vamos a excedernos y hacer cosas que no podemos, tenemos otras metas. La improvisación y la técnica es con el cuerpo que tenemos hoy.''
Aros añade que la premisa del grupo es la misma asumida por la bailarina Ana Sokolow:
''Cuando subimos al escenario es como si fuera lo último que vamos a hacer en la vida.
''A esta edad lo podemos hacer no sólo porque tenemos la madurez, sino porque hemos perdido el miedo a equivocarnos. Lo importante es transmitir el amor que le tenemos a nuestro oficio, la entrega. La honestidad es lo que hace la diferencia entre una danza buena y una mala.''
La compañía Generación del Ayer interpretará hoy las coreografías Amalgama de sueños entre piedra y luz (homenaje a San Miguel de Allende), Divagaciones poéticas y Desnudando metáforas a partir de las 19 horas.
Mañana, el agrupamiento chileno presentarán las coreografías Soledades, Eje diacrónico y Tiempo de amor a partir de las 18 horas.
Todo el espectáculo que será interpretado por las bailarinas andinas estará aderezado con la poesía del premio Nobel de literatura Pablo Neruda y los versos de otros autores de ese país sudamericano. La cita es en el Centro Cultural Los Talleres, espacio ubicado en Francisco Sosa 29, Coyoacán.