SABADO Ť 4 Ť AGOSTO Ť 2001
DAVID BROOKS CORRESPONSAL
Sexo, mentiras y política
La abstinencia, "solución" del gobierno de Bush ante embates contra la pureza
Nueva York, 3 de agosto. El gobierno es dueño de un antro de baile nudista en Atlanta. La vida sexual de un congresista y una becaria desaparecida siguen captando la atención nacional. Una "comisión de la decencia" propone reducir fondos públicos a museos que se atrevan a mostrar arte obsceno. ƑCuál es la solución del gobierno federal para tanto sexo político y política sexual? La abstinencia.
Mientras se debate si los camiones mexicanos entran o no al país, si los indocumentados deberían ser legalizados, si Estados Unidos se podrá zafar de cualquier convención internacional sobre armas y medio ambiente, y otras tantas cosas serias, la atención pública sigue siendo distraída por el sexo.
Esta semana, el famoso caso de un "club para caballeros" al que el gobierno federal acusó de brindar servicios de prostitución a famosos -entre ellos héroes del deporte profesional- y de estar vinculado con la mafia, se resolvió con la admisión de culpabilidad de sus dueños. Y dentro de siete días el antro pasará a manos del gobierno federal; tal vez será la primera vez en la historia que un gobierno estadunidense regentee un club de striptease.
Mientras eso ocurría, la desaparición sin huella hace más de tres meses de una becaria en Washington, Chandra Levy, amante (y no la primera) del casado representante demócrata Gary Condit, siguió obsesionando a los medios -y aunque no lo confiesen, a la cúpula política- y cada especulación sobre el caso recibe amplia atención. Ahora resulta que a Levy le gustaban los señores mayores y algunas versiones indican que tuvo relaciones con otros casados. Para Condit, la pesadilla continuó al revelarse más detalles de sus otras aventuras sexuales mientras él, como político, insistía en los valores bíblicos en la vida pública.
El divorcio realizado vía los medios del alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, es nota obligatoria; se pasea por todas partes con su amante después de haber abandonado la residencia oficial para vivir con ella (y su esposa sigue en la mansión oficial).
Mientras tanto, una comisión de "la decencia" establecida por el muy decente alcalde Giuliani, después de ser "ofendido" por exposiciones en museos neoyorquinos que consideró "obscenas", dio a conocer sus primeras recomendaciones, como reducir fondos públicos para los museos de esta ciudad.
Con tanto sexo por todas partes, el gobierno federal decidió optar por una solución: promover la abstinencia. Y acaba de distribuir 17 millones de dólares en fondos para programas de educación sexual que la presentan como única opción y ofrecerá otros 30 millones el próximo año. Altos funcionarios del Departamento de Salud y Servicios Humanos del gobierno federal aconsejan a grupos cómo solicitar esta asistencia, y hablan en foros sobre la abstinencia, como hace una semana en Miami, informó el diario Village Voice.
George Bush, promotor del programa más ambicioso de abstinencia como gobernador de Texas, envió un mensaje a los participantes del foro en Miami: "La abstinencia no es sólo decir no: es decir sí a un futuro más feliz y saludable".
Este movimiento está creciendo: la National Abstinence Clearinghouse, la ONG más grande que promueve la abstinencia en el país, ha visto crecer su membresía de 500 a 7 mil 500 en los últimos cuatro años. Según un sondeo de 1999 citado por el Voice, 29 por ciento de los preparatorianos consultadas promovía la abstinencia en vez de cualquier otra educación de contracepción.
La derecha religiosa, los movimientos pro vida y de defensa del matrimonio, entre otros sectores conservadores, desde siempre han promovido la idea del celibato antes del matrimonio como la única defensa contra enfermedades sexuales, el incremento de embarazos de adolescentes, la homosexualidad y el deterioro de los valores en la vida pública (Clinton y Lewinsky, por ejemplo).
Según el Voice, buscan una "purificación social" mediante la "educación de carácter" en lugar de la sexual. Son la contra de la revolución sexual. Con Bush de presidente, ese movimiento tiene aliados en lo más alto del poder.
Pero ya habían logrado triunfos políticos: hace cinco años, en una medida poco conocida dentro de la ley de reforma de bienestar social (welfare), los conservadores habían destinado casi 500 millones de dólares para financiar programas para convencer a los jóvenes de mantenerse vírgenes hasta casarse. La ley especifica que los proyectos que reciban esos fondos deben enseñar que "la actividad sexual fuera del matrimonio tiene la probabilidad de tener efectos sicológicos y físicos dañinos".
Toda esta campaña está diseñada para los jóvenes. Tal vez la idea es que la nueva generación pueda ser diferente a las pasadas y así rescatar al país. El gobierno aún no se ha atrevido a proponer esta clase de educación para adultos, menos todavía para los políticos.
Desafortunadamente, los Condit, Giuliani, Clinton, Gingrich y otros más no tuvieron la oportunidad de gozar de estos programas para mantenerse "puros". Pero ahora que el gobierno tiene su propia casa de striptease en Atlanta, podría usar esa "aula" para mostrarle a todos sus ciudadanos el "infierno" que les espera a los que se dejen llevar por pasiones sexuales (Ƒo son políticas?).