Los jóvenes más aplicados estudiaron en escuelas públicas y les gusta la Internet
Ť Los tres obtuvieron más de 120 aciertos en el examen de ingreso al bachillerato; la mayoría de los concursantes sólo contestó de forma correcta la mitad de los reactivos
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
Emmanuel, Angel y Blanca, los jóvenes que obtuvieron los puntajes más altos en el concurso de ingreso a bachillerato, provienen de secundarias públicas, son críticos del gobierno -aún no ven los cambios-, leen de todo -desde Un mundo feliz, de Adous Huxley, hasta los libros de superación personal de Carlos Cuauhtémoc Sánchez- y les fascinan las computadoras.
Ayer estos muchachos recibieron su "mejor noticia": podrán
estudiar en la escuela de su preferencia porque obtuvieron entre 121 y
123 puntos en una prueba de 128 preguntas, que apenas fue respondida a
la mitad por la mayoría de los 230 mil jóvenes que participaron
en el concurso.
Abusada, pero no machetera
De las tres recientes versiones del examen, Blanca Ramírez
Sánchez es la primera mujer que alcanzó uno de los puntajes
más altos (121 aciertos). Vive en la colonia Atlacomulco, en el
municipio Nezahualcóyotl; se autodefine como abusada, no "machetera",
y lee de todo, desde Etica para Amador, de Fernando Savater, hasta
las revistas juveniles.
Salta la duda de si en sus excelentes resultados tuvieron que ver, además de sus buenas notas en secundaria (obtuvo un promedio de 9.5), los ocho exámenes de simulación que presentó en su escuela y que fueron muy similares al que contestó en junio.
Dice que pertenece a la primera generación de la secundaria Gabriela Mistral que presentó este tipo de pruebas llamadas de simulación, además de que llenó una serie de cuestionarios para cada asignatura, que constaron de 500 a mil preguntas.
Admite que ayuda ser experto en resolver este tipo de exámenes. "Yo aprendí a analizar las preguntas, inclusive algunas venían en el examen, pero hay gente que tiene conocimientos pero no tiene experiencia en contestarlo".
Blanca es hija de un ingeniero en electrónica que trabaja en el Metro y su mamá cuida de ella y de sus cuatro hermanas. Le gustan las asignaturas de historia, español y matemáticas, y prefirió estudiar en el Instituto Politécnico Nacional porque quiere obtener una carrera técnica para poder conseguir un empleo y al mismo tiempo seguir estudiando.
En la secundaria le dedicaba cuatro o cinco horas a las tareas, aunque a veces llegaba a destinarle hasta 10. No le gusta mucho practicar deportes, por eso prefiere ver las telenovelas y los noticiarios, leer revistas o novelas, como Un mundo feliz, escuchar a los Backstreet Boys e ir al café Internet porque no tiene computadora en casa.
No se extiende mucho en sus comentarios sobre política: "No noto ninguna diferencia entre un gobierno y otro", dice esta joven que gusta de las novelas históricas, en las que ha aprendido, por ejemplo, que Porfirio Díaz "hizo cosas buenas", como el ferrocarril y la modernización del país, pero no benefició a los pobres.
También admira a Josefa Ortiz de Domínguez, porque es mujer y ayudó a los caudillos de la Independencia "para que no fueran descubiertos". Ese y el periodo de la Revolución Mexicana fueron los que más le atrajeron de su clase de historia.
El país está en crisis
Emmanuel Ortega tuvo 123 aciertos, el mejor promedio
de todos los concursantes. Vive en la Unidad Aragón. Sus padres
son comerciantes. Le gustan las matemáticas y la física,
pero sobre todo la biología.
Por eso, busca mucho los documentales y los programas informativos de ciencia. Aunque no todo es el estudio, porque le divierten mucho los capítulos de Los Simpson.
Está preocupado porque en México "las condiciones no son muy buenas, estamos en crisis". Cree que la responsabilidad no sólo es de los políticos, sino también de los ciudadanos; "tenemos que despertar".
Del presidente Fox opina que el cambio que prometió "no fue tanto; es como cualquier presidente"; su única esperanza es que sea honesto.
También le gusta la literatura. Las obras de Molière le agradaron mucho, "son divertidas". Pero lo que más le atrae son las ciencias naturales y estudiar en la Escuela Superior de Medicina, porque "salvar vidas" es una tarea muy importante.
Descubrió su atracción por la biología desde que era pequeño y le regalaron un microscopio. Pero lo mejor fue que en el laboratorio de biología hizo muchos experimentos de observación de insectos.
Este adolescente que obtuvo 9.6 en su certificado de secundaria también se da tiempo para andar en bicicleta, cuidar un pequeño jardín que hay en su casa y tocar la guitarra y el teclado.
Ir por todo
Cuando Angel Gerónimo Salinas conoce los resultados del concurso, lo primero que le dice a su hijo (que lleva el mismo nombre) es: "¿por qué no sacaste 128 aciertos?". Angel, de 14 años, siempre ha escuchado que para "dejar de ser de la bola siempre tiene que ir por todo".
Y así fue. En el concurso consiguió 122 aciertos, quizás por eso sea un joven tan dedicado a sus tareas y su computadora. El ejercicio físico le interesa poco y tampoco sale mucho con amigos. Sabe, dice, que para alcanzar metas tiene que hacer sacrificios.
Cuando no estudia, está concentrado en los videojuegos o navega por la Internet para encontrar los mejores trucos y así ganar en las competencias virtuales de moto.
También le gustan mucho las matemáticas y la física, porque son ciencias exactas, cuyos problemas se resuelven sabiendo los procedimientos. Pero en historia y geografía, explica, no es lo mismo porque en estas asignaturas siempre se tienen que memorizar nombres y fechas que luego cambian.
-¿Por qué te gustan tanto los videojuegos?
-Es un mundo virtual, hecho de puros bytes y uno lo puede manipular, y en la vida real no es así.
Lector de toda la colección de libros de Carlos Cuauhtémoc Sánchez, Angel dice que México ha cambiado poco desde que Vicente Fox está en la Presidencia. "Aún nos falta cambiar más", pero considera que esta misión no es exclusiva de los políticos, sino también de la sociedad, porque "no todo llega fácilmente, hay que luchar por ello".
Considera que a los políticos "hay que exigirles", porque los ciudadanos depositan en ellos su confianza mediante el voto. Y si no cumplen, indica, se les debe quitar del poder.
Desde ahora está convencido que va a ser ingeniero en computación o en informática, e impresionado por la reciente huelga en la UNAM dice que no va a estudiar en esa institución porque, según él, "hay muchos paros".
Vestido con mezclilla beige, camisa a cuadros café y su camiseta que lleva el sugestivo mensaje I am not an angel (no soy un ángel), Angel se despide pero todavía hace una pregunta:
-¿Cuál fue el mejor promedio?
-Ciento veintitrés aciertos.
-Me faltó uno.