SABADO Ť 4 Ť AGOSTO Ť 2001

Ť Pidieron $3 mil millones para resarcir pérdidas; se les autorizaron $695 millones

El gobierno otorga sólo 23% del apoyo solicitado por caficultores

Ť La caída del precio del aromático afecta a 285 mil productores y 3 millones de jornaleros

ANGELICA ENCISO

Aunque los gobernadores de los estados cafetaleros hicieron un urgente llamado al presidente Vicente Fox para que se creara un fondo de 3 mil millones de pesos para resarcir las pérdidas que registraron en el último ciclo las 285 mil familias que se dedican a esa actividad, los recursos federales serán de tan sólo 695 millones de pesos, 23 por ciento de lo solicitado.

Además de que serán mínimos los apoyos gubernamentales, 25 por ciento de ellos está orientado a alrededor de 23 mil productores privados que poseen más de cinco hectáreas, cada uno de los cuales recibirá 4 mil 500 pesos, mientras el resto, campesinos e indígenas con menos de cinco hectáreas, obtendrá mil 600.

Problema de seguridad nacional

En la reunión que sostuvieron el presidente Fox y los gobernadores de Chiapas, Oaxaca, Nayarit, Veracruz, San Luis Potosí, Hidalgo, Puebla, Colima y Guerrero (los ejecutivos de Tabasco, Querétaro y Jalisco no estuvieron presentes), éstos presentaron un diagnóstico de la crítica situación de los caficultores y la calificaron como problema de "seguridad nacional".

En el último ciclo la cosecha se redujo en 40 por ciento, porque a los productores les resultaba más caro recolectar el grano que las ganancias obtenidas por su venta.

Y no son sólo las 285 mil familias de caficultores las que enfrentan las consecuencias sociales de la peor crisis del aromático, también los 3 millones de jornaleros que han visto reducir sus fuentes de empleo, indica el documento que el 31 de julio presentaron los gobernadores al jefe del Ejecutivo en la reunión privada que sostuvieron en Los Pinos.

En el análisis le exponen la situación que los productores enfrentan y la crisis de precios que empezó en 1995, cuando la cotización era de 180 dólares las cien libras. Este año el precio internacional llegó a 80 dólares las cien libras, y las previsiones para el próximo año son que bajará a 50 dólares. "Esta crisis no tiene antecedentes, pues nos encontramos con plantaciones nuevas generando la sobreoferta, por lo que la crisis de precios podrá durar por lo menos otros dos ciclos más".

La crisis se agrava porque el mercado interno es pequeño, ya que México tiene el consumo doméstico de café más bajo de las naciones productoras, con tan sólo 700 gramos per cápita anuales, por lo que 80 por ciento se destina a la exportación y los productores quedan sujetos a los vaivenes del mercado internacional, donde tiene repercusión negativa la sobreoferta de diez millones de sacos de café de 60 kilogramos.

Para los caficultores la caída en la cosecha y en las exportaciones ha sido una situación dramática, porque las ventas al exterior entre octubre de 2000 y junio de 2001 fueron de 2 mil 565 millones de pesos, 3 mil millones menos que el mismo periodo anterior, reporta el documento. "Los ingresos para los productores disminuyeron en 3 mil millones de pesos, lo cual es más grave porque la perspectiva para el próximo ciclo es aún peor", indica.

En cuanto al volumen de sacos, estos pasaron de 4 millones 396 mil a 3 millones 107 mil en el periodo de referencia.

Sin embargo, ante la demanda que los gobernadores presentaron al jefe del Ejecutivo de que se resarcieran las pérdidas económicas de los caficultores, que además se acumulan a las del ciclo anterior, la respuesta gubernamental fueron apoyos por alrededor de 695 millones de pesos, 23 por ciento de las pérdidas.

En la propuesta que por el Ejecutivo presentó el Consejo Mexicano del Café se consideran 533 millones de pesos del Fondo Emergente para Levantamiento de la Cosecha 2001-2002 que comenzará en octubre; 144 millones de pesos del Programa de Estabilización de Precios; 18 millones de pesos para Promoción y Desarrollo de Mercados, y un fondo de contingencia y fomento al consumo del café mexicano, que todavía no tiene monto asignado.

La caída en los precios que ha afectado a los productores no se refleja en el gasto del consumidor final, ya que este último paga por el precio del café el que fijan los comercializadores.

Un ejemplo: Nescafé subió 5 por ciento sus precios el año pasado, mientras que hoy el caficultor recibe apenas 205 pesos por kilogramo, agrega el texto.

Viejas demandas sin solución

Los gobernadores demandan en el documento la restructuración del Consejo Mexicano del Café, para que considere a los representantes de toda la cadena de producción y a los gobiernos estatales, con lo que se podría contar con una ventanilla única de atención al sector.

También pidieron la creación de un fondo de compensación de precios que cuente con recursos iniciales del gobierno federal para resarcir a los productores de la caída de los precios internacionales, y cuando éstos se recuperen, los caficultores podrían aportar recursos al fondo. Para financiar en este momento la actividad demandaron créditos nuevos de 50 dólares por quintal histórico producido.

Además solicitaron el impulso al consumo interno de café, porque a pesar de que la Secretaría de Agricultura y el gobierno de Veracruz impulsaron este proyecto, se requiere una campaña de promoción con una visión integral de calidad. Mencionaron el ejemplo de Veracruz, el cual pasó de consumir un kilogramo a cinco kilogramos per cápita.

Otro planteamiento que ha sido una vieja demanda de las organizaciones de productores es la prohibición de las importaciones para consumo interno y que las importaciones temporales (Pitex) sean restringidas con un máximo de estadía en el país de 60 días de transformación y nunca para ser exportadas como café verde.

De igual forma pidieron que México apoye los acuerdos internacionales para el reordenamiento de la oferta con el retiro definitivo de 5 por ciento de las plantaciones, lo cual equivaldría a alrededor de 250 mil sacos y el costo por retirarlo sería de 8 millones de dólares.

El gobierno federal, mediante un documento del Consejo Mexicano del Café, donde admite la problemática y la repercusión social, reconoce también que las "estrategias de desarrollo del pasado" tuvieron una asignación ineficiente de recursos y los resultados fueron pobres.

Señala que era "mínima la cultura de negocios en los productores, lo que llevó a una limitada integración de la cadena productiva y a una baja participación del sector productor en el ingreso agregado de la cadena productiva".

Los resultados de todo ello, sostiene, fueron la falta de un padrón confiable de productores cafetaleros, que el apoyo privilegió el financiamiento del gasto de operación más que la capitalización y no se lograron las bases para que las unidades productivas restituyeran los apoyos.

Destaca que empezó una prueba piloto del censo cafetalero. Se realizó en el municipio de Siltepec, Chiapas, donde los resultados arrojaron que hay mil 52 productores, 44 por ciento menos que el censo de 1992.

Ahora la política cafetalera buscará diversificar ingresos y dar valor agregado a cafés especiales y denominaciones de origen, con lo que se podría dar una integralidad de la cadena productiva y se buscará impulsar la campaña nacional de consumo para elevarlo.