MEXICO S.A.
Ť Carlos Fernández-Vega
POR SI ALGUIEN tuviera dudas, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe aportó su granito de arena: durante el presente año la economía mexicana avanzaría 2.3 por ciento, una proporción ligeramente más "optimista" que la del Banco de México, contra 6.9 por ciento del año pasado.
PERO EL ORGANISMO especializado de Naciones Unidas trascendió la perspectiva mexicana y estimó que en 2001 el producto interno bruto de la región reportaría un crecimiento de 2 por ciento, que de concretarse representaría la mitad del observado un año antes. Sin embargo, el panorama podría ser más sombrío par las naciones latinoamericanas, dado que dicho cálculo podría resultar medio punto porcentual inferior si la inestable economía argentina no muestra signos reales de recuperación.
EL SECRETARIO EJECUTIVO del organismo, José Antonio Ocampo, difundió el balance sobre el comportamiento de las economías latinoamericanas durante el primer semestre del año y las estimaciones para el cierre del ejercicio. El comentario no fue del todo positivo, de acuerdo con un despacho de la agencia Ap: "En el 2001 la economía regional se ha venido enfrentando a un conjunto de factores internos y externos que se reflejan en una desaceleración mucho más profunda de lo que se previó".
MUCHAS NACIONES latinoamericanas se han manifestado "felices" y "orgullosas" por los "positivos resultados" que les ha generado la apertura económica llevada a cabo durante, cuando menos, la última década, aunque en los hechos dicho proceder sólo ha reforzado la de por sí profunda dependencia que sus respectivas economías tienen con la estadunidense. En ese sentido, la "felicidad" y el "orgullo" se ha traducido en un creciente desencanto, dado que el más sólido elemento para documentar la fuerte desaceleración registrada en el 2001 está relacionado con la fuerte caída en el ritmo de crecimiento en Estados Unidos.
LA DEPENDENCIA REGIONAL, desde luego, no es novedosa aunque probablemente tenga mayor impacto ahora, toda vez que los amigous aseguraban que su economía estaba sólida como una roca (¿dónde hemos escuchado una frase prácticamente idéntica?) y era tiempo de gozar los "frutos del esfuerzo". Pero los amigous lo son sólo de ellos mismos, y el caso mexicano, con el Tratado de Libre Comercio en primerísimo lugar, ejemplifica la situación.
ADEMAS DE LA perspectiva mexicana, la Cepal presentó las correspondientes a otras economías de la región. Así, Ecuador mostraría un crecimiento de 5 por ciento, el mayor de toda la comunidad de naciones del subcontinente, siguiéndole en orden de importancia Cuba y Venezuela, con 4.5 por ciento; República Dominicana y Chile, 3.5 por ciento, y Brasil, 2.8 por ciento.
POR SU PARTE, la endeble y golpeada economía argentina reportaría una caída real en su producto interno bruto cercano al uno por ciento. En este sentido, el secretario ejecutivo del organismo regional consideró que el gobierno del presidente De la Rúa "ha tomado todas las medidas para evitar una cesación de pagos; desde el punto de vista de las políticas adoptadas, no existe ninguna razón para que se presente una situación en ese sentido; el mercado está especulando con esa eventualidad; los mercados han sobreestimado los márgenes de riesgos de la economía argentina, reaccionado con excesivo pesimismo".
EL HECHO ES que el "pesimismo" se ha traducido en un real, extremadamente real golpeteo a las endebles naciones latinoamericanas, a pesar de que sus "modernos" gobiernos prometían a sus habitantes un generoso futuro inmediato. Pero no: el comportamiento de la economía estadunidense recordó a esos países, de manera brutal, que los beneficios de la globalización son para unos cuantos, mientras que la responsabilidad de la factura por los "desequilibrios" la cubre, como siempre, la mayoría.
Y MIENTRAS TODOS andan de capa caída por la aparentemente irrefrenable desaceleración económica estadunidense y, por ende, de la economía mundial, hoy a mediodía, en un acto convocado por la Bolsa Mexicana de Valores en su propia sede, se dará por concretada la integración del otrora Banco Nacional de México y el grupo financiero que lo ampara al gigante Citigroup, cuando ambas instituciones intercambien ("crucen") las acciones en el mercado bursátil que opera en Reforma y Río Rhin.
DE ACUERDO CON un despacho de Notimex, voceros del Grupo Financiero Banamex-Accival señalaron que anoche concluyó el plazo para cerrar la compra-venta simultánea de acciones, y sostuvieron que "ya se cuenta con al menos el 57 por ciento de los títulos de Banacci requeridos para concretar la operación. De no concluirse el proceso de intercambio en el transcurso del jueves el intercambio, la fecha se ampliará para que los faltantes definan si los propietarios minoritarios venden sus acciones a Citigroup o se las intercambian por títulos; de no llegarse a concretar el ciento por ciento de la compra-venta de las acciones de Banacci, como lo estipula el acuerdo, la integración de Banamex-Accival a Citigroup no se verá afectada".
CIRCULAN EN EL mercado mexicano de valores un total de 4 mil 709 millones acciones del Grupo Financiero Banamex-Accival, de las que 2 mil 731 millones (57.99 por ciento) pertenecían a los inversionistas mayoritarios (entre ellos y de manera destacada Roberto Hernández Ramírez y Alfredo Harp Helú, felices por su "negocio del siglo" y desde luego la gran tajada de los 12 mil 500 millones de dólares -libres de impuestos- involucrados), quienes ya realizaron el trámite respectivo. A su vez, Citigroup iniciará el pago de las acciones el próximo lunes, tomando como referencia el tipo de cambio de ese día, y contará con un plazo de 20 días para finiquitar la operación. A quienes vendieron sus títulos en tiempo y forma, de acuerdo con lo establecido, recibirán por cada acción de Banacci el equivalente a 0.0269 acciones ordinarias de Citigroup y 1.3272 dólares.
Las rebanadas del pastel:
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