VIERNES Ť 3 Ť AGOSTO Ť 2001
ASTILLERO
Julio Hernández López
EL PRESIDENTE DE México está listo para hablar ante el honorable congreso de la unión en septiembre venidero. La alocución se realizará el 6 en Washington, ante senadores y representantes de Estados Unidos, a donde Vicente Fox viajará cómodamente por aire, y no a bordo de algún camión carguero discriminado.
NADIE DEBE, DESDE luego, espantarse patrioteramente por la concurrencia del president of Mexico ante los legisladores del imperio vecino: antes de ir a esa solemne sesión conjunta a contar las maravillas que en algunas partes del extranjero creen que están pasando en el país, rendirá su primer Informe de Gobierno, muy probablemente en un formato novedoso, más participativo y menos rígido; y luego de ir a hablar ante aquellas cámaras anglófonas unidas (como en su momento lo hizo, en 1989, Vicente Salinas de Gortari, perdón, Carlos Fox: bueno, quien quiera que fuese el que presidía el país en esa fecha), estará en México (tal vez en Dolores Hidalgo, y no en el Zócalo) el tiempo necesario para cumplir el ritual de la independencia nacional (la mexicana) que, como bien le han precisado sus asesores de cabecera, se celebra a mitad de septiembre, y no a principios de julio (ni el 2 ni el 4).
TENDRA MUCHOS TEMAS el Presidente de México para compartir con sus poderosos anfitriones. Por ejemplo, el del incumplimiento estadunidense de las obligaciones establecidas en el Tratado de Libre Comercio para permitir (a partir de una fecha que ya se venció desde hace un buen) el tráfico sin restricciones de vehículos automotores de carga entre ambas naciones. Ya el Congreso (pero, por desgracia, el mexicano), mediante su Comisión Permanente, ha exhortado formalmente al Presidente (pero de México) para que intensifique las gestiones a fin de que a los camioneros mexicanos se les permita el libre ingreso al vecino país, en cumplimiento simple de lo estipulado en el famoso TLC. En caso de que no le hagan caso, los congresistas (mexicanos, sorry) impulsan al Presidente (de México) para que aplique a los güeros una versión rodante de ley del talión, impidiéndoles traer mercancía y pasajeros, y exigiéndoles una indemnización por los inegables daños que han causado.
NO PARECE HABER ánimo belicoso genuino en Los Pinos ni en áreas políticamente colindantes aunque, como ya es natural en el discurso presidencial, se llegue a extremos amenazantes como el de cerrar la frontera a los camioneros estadunidenses. Ha dicho Fox que si no entran camiones mexicanos a Estados Unidos tampoco ingresarán los de ese país al nuestro: es decir, que estaríamos listos a relevar a Cuba en cuanto a bloqueo económico; nada de mercancías ni productos gringos, para eso está la amplia y variada producción nacional. El Presidente seguirá produciendo frases célebres, como en otros muchos asuntos más, pero en realidad está más bien dedicado a preparar los sorpresones y el discurso que dará en Washington, con la esperanza de que ni lingüista ni políticamente le vean la cara de what: un vaquero Marlboro no habrá de llegar con grasosas quejas camioneras ni con el antecedente de comunistoides y populistas actos que atenten contra los intereses del país al que luego nuestros ex presidentes acuden a emplearse en cuanto se quitan la banda tricolor. Incluso, uno de sus hombres de mayor confianza (tanta que lo nombró secretario de Economía y le encargó el afamado acto de prestidigitación e ilusionismo llamado créditos changarreros), Luis Ernesto Derbez, ha dicho en San Lázaro que ante la actitud de los gringos no debemos oponer sino una santa dosis de paciencia.
COINCIDE LA RECETA del doctor Derbez con la del docto Carlos Fuentes. En Madrid, a donde fue a participar en un curso de verano sobre los problemas de la democracia moderna (según nota de Armando G. Tejeda, el corresponsal de La Jornada en la capital hispana), el gran escritor mexicano hizo una buena descripción del momento político mexicano. Entre otras cosas, dijo que el presidente Fox es un llanero solitario de las relaciones públicas. Y señaló que la cultura democrática de la paciencia es el mejor medicamento que podemos usar para sobrellevar el desencanto que con sus incumplimientos ha propiciado el guanajuatense entre los mexicanos.
DONDE NO PARECE que se practica tal virtud refrenadora es en Tabasco. Allá lo que hay es impaciencia, pues los repuestos comicios de este domingo contarán con varios de los elementos de disturbio que llevaron a anular los anteriores. De hecho, las fuerzas encontradas son las mismas: el madracismo y el lopezobradorismo, con los mismos representantes: Manuel Andrade y César Raúl Ojeda. Las armas, las mañas, los recursos, los riesgos, son también los mismos.
UNA BUENA IDEA de la ausencia de compromisos reales de civilidad la ha dado el pacto cojo firmado ayer en Bucareli por personeros de segundo nivel que según eso estarían garantizando legalidad y buen comportamiento para este domingo en Tabasco. No suscribieron tan condicionante documento los presidentes de los tres principales partidos nacionales, sino sus secretarios generales, y el testigo, o aval, no fue ni el secretario de Gobernación ni un subsecretario, sino el director general de Gobierno.
DE ESTE APASIONANTE tema, el de la democracia, el de los cambios políticos profundos y verdaderos, el del derrumbe del caciquismo, podrá también hablar (šen español, de ser necesario!) el Presidente mexicano ante el congreso estadunidense, después de las elecciones tropicales de este domingo.
ASTILLAS: DESDE QUE LO nombraron procurador de Justicia de Chiapas, Mariano Herrán Salvatti generó inquietud por cuanto podría contaminar a aquel agitado estado de los problemas que hubiesen surgido durante su paso por la quemante Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Salud. Ahora ha revelado Carlos Javier Vega Memije, visitador de la PGR, que esa instancia federal investiga irregularidades presuntamente cometidas por Herrán en su anterior cargo... Que dice López Obrador que la reunión sabatina de gobernadores siempre no será en el rancho alegre de San Cristóbal, sino en León, Guanajuato. De confirmarse ese cambio, el Presidente habría revisado y corregido a tiempo un desliz notable, aunque Ƒa título de qué se hace viajar a los mandatarios a las cercanías del rancho familiar y no, en todo caso, se realiza tan importante encuentro en el marco oficial, republicano, legítimo, de Palacio Nacional o de Los Pinos (no en una cabaña, desde luego, sino en un salón de trabajo)?... Ayer, luego que terminó la ceremonia de bienvenida ofrecida a Tony Blair, la señora Sahagún de Fox dio un mal paso y cayó. Iba junto con la esposa del primer ministro británico, ambas unos pasos atrás de sus importantes maridos. A la mexicana se le atoró un tacón de la zapatilla y cayó de rodillas. Un miembro del Estado Mayor Presidencial la ayudó a ponerse de pie... Que dice Carlos Cabal Peniche que está bien, que ya está dispuesto a que lo repatrien. Total, ni siquiera sufrirá males de prisión en México y, en cuestión de meses, habrá librado las leves acusaciones que todavía le son mantenidas.
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