Ť Perdida, la década pasada para la gente sin recursos, asegura Klaus Toepfer
La pobreza, el elemento más tóxico para el medio ambiente: PNUMA
Ť En México se hace un fuerte trabajo en materia de agua y protección vegetal, dice el funcionario
ANGELICA ENCISO L.
El elemento más "tóxico" para el medio ambiente es la pobreza. La década pasada fue un periodo perdido para la población que vive en la miseria y la brecha entre pobres y ricos se ahondó, indicó Klaus Toepfer, director ejecutivo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Destacó que a nueve años de realizada la Cumbre de la Tierra y a unos meses de que se efectúe en Johannesburgo la cumbre sobre desarrollo sustentable, las consecuencias que se tienen en este momento para el mundo en desarrollo son negativas.
Esa década no fue exitosa ni para el medio ambiente ni para la gente de escasos recursos. "El abismo entre los pobres y los ricos creció en estos años y la meta de desarrollo sustentable no se logró. Es necesario hacer una evaluación honesta acerca de la situación del desarrollo sustentable", dijo el funcionario.
Durante la visita de dos días que realizó por México, Toepfer se reunió con el presidente Vicente Fox y con el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Víctor Lichtinger, para dialogar sobre la situación ambiental del país y sobre la cumbre de Río +10. Dijo que en ese encuentro logró percibir el "fuerte trabajo" ambiental que existe respecto a los temas del agua y la protección de la cubierta vegetal.
Globalización y patrones de consumo, otros problemas
En conferencia de prensa, destacó que en la cita del próximo año las naciones deberán encontrar soluciones no sólo a la pobreza, sino a otros dos aspectos que afectan al medio ambiente en forma drástica: los patrones de consumo de los países desarrollados y la globalización.
Respecto a este último punto, resaltó que se deberá buscar una solución para que tanto el comercio como la globalización lleguen a ser una ventaja para los pobres y el medio ambiente, y no se desarrollen a expensas de ellos.
Se refirió a la reunión sobre cambio climático efectuada hace unos días en Bonn, y en la cual 173 naciones ratificaron el Protocolo de Kioto, para reducir las emisiones de monóxido de carbono que ocasionan el cambio climático mundial. Destacó que la idea es que para el año 2002 los congresos de esas naciones hayan ratificado el compromiso mundial y se pueda poner en marcha para reducir en 5.2 por ciento las emisiones contaminantes.
Precisó que el compromiso mayor para las reducciones de emisiones de gases proviene de las naciones en desarrollo, ya que son ellas las que emiten 55 por ciento del total registrado. Estados Unidos por su parte es responsable de 36 por ciento del total. "La razón es clara, los países en desarrollo no son los sitios de donde provienen los gases que ocasionan el cambio climático, sino que por el contrario, son los que sufren las consecuencias de estos daños", sostuvo.
Destacó que por esta razón es importante que el protocolo relacione las metas de reducción de gases con el efecto invernadero, en apoyo a las naciones en desarrollo. Por esto, indicó, se creó un apartado del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF) para atender las regiones afectadas por el cambio climático.
En el encuentro internacional quedó el acuerdo de dejar la puerta abierta a Estados Unidos para que se integre al protocolo. Esa nación, dijo, tiene muy claro los daños que ocasiona el cambio climático y tiene interés en reducir las emisiones de gases que producen el efecto invernadero.
Agregó que además del cambio climático mundial, los problemas ambientales ocasionados por la deforestación y la pérdida de biodiversidad se han agudizado. Ante esto, uno de los retos es que los habitantes de las naciones en desarrollo, donde reside la mayor parte de la biodiversidad, puedan acceder a los beneficios económicos que ésta aporta.